Cuando Diego Maradona "habló con Dios"
- Hace 25 años 'Dieguito' marcó con 'la mano de Dios' y anotó 'el golazo del siglo'
- Argentina derrotó a Inglaterra (2-1) en cuartos de final del mundial México-86
- Los dos tantos de Maradona pasaron a la historia del fútbol mundial
El tango "Volver" de Carlos Gardel es una de las piezas más bellas de la expresión musical más genuinamente argentina. En ese tango se dice: "20 años no es nada". Hace 25 años, el argentino Diego Armando Maradona ofreció al mundo una de sus mejores obras en el "arte" del fútbol. Y desde luego que 20 años no son nada, ni 25, ni 100 cuando de obras de arte se trata.
Una guerra particular
Diego Armando Maradona tenía 25 años aquel 22 de junio de 1986 en el que Argentina se enfrentaba a Inglaterra en los cuartos de final del mundial de México. Cuatro años antes, "El Pelusa" acusó su juventud en el mundial de España y no pudo ser el líder de su escuadra, como todo el país quería.
Con 16 años había debutado en la selección nacional, pero en 1978, César Luis Menotti no lo llevó al mundial en el que Argentina fue anfitrión, por considerar que, con sus 18 años, aún era demasiado joven.
Así que aquel 22 de junio de 1986, era la oportunidad que tenía Maradona para demostrar al mundo que Menotti estuvo equivocado y que lo de España fue un accidente. El choque contra Inglaterra era el marco idóneo para la reivindicación que buscaba "Dieguito".
La esperanza de un pueblo
Ambos paises tenían recientes las heridas de la guerra de las Malvinas, que había tenido lugar en 1982, y toda Argentina vio en la actuación de "la Albiceleste" una manera de tomarse la revancha, en el campo deportivo, de su humillación.
El 2 de abril de 1982, el general Leopoldo Galtieri llevó a los militares argentinos las Islas Malvinas. Margaret Thatcher respondió enviando 110 naves y 28.000 soldados. La guerra duró dos meses y dejó más de 900 muertos, la mayoría de ellos argentinos. Argentina se rindió el 14 de junio y ambos países no volvieron a establecer relaciones diplomáticas hasta 1990.
Cuatro años después llegaba la ocasión de la venganza deportiva y de la reivindicación política y sobre el estadio Azteca de México D.F., Argentina desplegó sus fuerzas con más talento y acierto que los ingleses.
La "mano de Dios"
Con Maradona al frente de su selección, las esperanzas de vencer eran fundadas. La consigna en las filas inglesas era clara: parar a Maradona como fuera. A los ocho minutos Fenwick ya vio la tarjeta amarilla por derribar al "Pibe".
Los suramericanos dominaban el choque, pero se quedaban en los destellos de Maradona. Así, a los 51 minutos de juego Diego inició una jugada y envió el balón a Valdano, al que este no llegó. Si lo hizo un defensor que, en su intento de despejar, lanzó el balón bombeado al punto de penalti propio. Maradona había seguido la acción y se anticipó al meta Shilton para marcar de cabeza.
¿De cabeza?... Noooo. Maradona le dio al balón con el puño izquierdo y batió así al portero rival. Para sorpresa de todos y desesperación inglesa, el árbitro, un tunecino llamado Alí Bennaceur, dio por válido el tanto.
Preguntado después del encuentro, Maradona dijo que el gol se metió "un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios". En 2005, admitiendo que había metido el balón con la mano, Maradona dijo en su programa de televisión "La Noche del Diez ": "quien roba a un ladrón tiene 100 años de perdón".
El golazo del siglo
El perdón para Maradona por su pícara acción llegó pocos minutos después en una absoluta genialidad en la que logró un gol de antología. Anotó el que está considerado como el mejor gol en la historia de los campeonatos mundiales. "El Pelusa" inició en su propio campo una vertiginosa carrera, en la que sorteó hasta cinco jugadores ingleses para marcar el 2-0.
Una auténtica obra de arte desde su concepción hasta su ejecución. El astro argentino puso todo su talento en cada paso de aquella jugada, que solo años después otro argentino, Lionel Messi consiguió emular, en una jugada muy semejante a la de Maradona, en una eliminatoria de Copa ante el Getafe en 2007.
La genialidad de Maradona, y la ceguera que demostró el árbitro tunecino, acabaron por determinar la clasificación de Argentina hacia las semifinales. Allí se encontraron con Bélgica, que el mismo día de "la mano de Dios" y el "golazo del siglo" había derrotado por tiros desde el punto de penalti a España.
En la semifinal dos nuevos tantos de Maradona dieron el pase a la final a "la Albiceleste", en la que Argentina derrotó a Alemania por 3-2, sin goles de Diego Armando, para lograr el segundo título mundial de su historia.
Recordar aquellas joyas del arte de Maradona hacen realidad aquello del tango. Para apreciar que 25 años no son nada a la hora de apreciar la genialidad y la belleza.