Rossi, el 'genio' regresa a casa
Mugello es un escenario muy especial para el nueve veces campeón del mundo Valentino Rossi. El GP de Italia siempre es motivo de alegría para uno de los mejores pilotos de todos los tiempos. Aquí se impuso ,ininterrumpidamente, de 2002 a 2008.
Pero no siempre ha sido un escenario de ensueño para el ídolo local. Dentro de unos días arrancará la cita italiana con los libres del jueves y se cumplirá un año y algo más de un mes, del accidente más grave de la carrera de 'Il Dottore'.
Rossi llegaba a casa con 61 puntos y segundo en la clasificación, tras el que era su compañero de equipo Jorge Lorenzo, que sumaba 70. El italiano estaba muy presionado por las buenas actuaciones que estaba haciendo el español.
El transalpino sabía que tenía que ir rozando el límite para evitar que Lorenzo cuestionara su mandato en la categoría reina y en Yamaha.
Desde el minuto uno de Gran Premio, Rossi quería dar un 'zarpazo' en casa ante su público. Sería el golpe de efecto que necesitaba para recuperar el liderato y regresar a una posición privilegiada para la defensa de su título.
El peor día de Rossi
En los libres matinales del sábado, Valentino se fue al suelo ante la mirada atónita de todos sus seguidores. Un fin de semana que tenía que haber sido de fiesta, se convirtió en una pesadilla.
El italiano se quedó tumbado, consciente de la gravedad de la lesión. Un helicóptero llegó al circuito para evacuar al ídolo local ante las lágrimas de sus seguidores.
Rossi levantó el pulgar para tranquilizar a la gente, pero sabía que tenía rota su pierna derecha. El por entonces piloto de Yamaha se había hecho una doble abierta de tibia y peroné.
Los peores augurios se cumplieron. La gravedad de la lesión hizo que el italiano tuviese que pasar por el quirófano urgentemente y se despidió ante su público del título que hubiese supuesto su décimo Mundial.
Rossi tuvo que alejarse de los circuitos cuatro meses, hasta la cita de Alemania. Para eso tuvieron que pasar cuatro Grandes Premios y dejarse en el camino cualquier opción de reconquista del Mundial.
El regreso no tan deseado
Desde el peor día de la carrera del italiano ha llovido mucho. Ahora, el campeón es Lorenzo, la escudería líder Honda y el piloto a batir Stoner. Rossi ya no es piloto Yamaha, ahora viste los colores de la única marca italiana en el Mundial, Ducati.
El regreso a casa de Rossi podría ser de película -correr en casa con Ducati y ganar-, pero nada más lejos de la realidad.
Llega en un mal momento, es cuarto de la general con 81 puntos y suma su peor racha desde que aterrizó en la máxima categoría -lleva diez GPs sin ganar y el de Italia podría ser el undécimo-. La última vez que venció fue en Malasia 2010.
Pero peor que todo eso, son los problemas que está teniendo con la Desmosedici. Rossi llegó a Ducati con el objetivo de afrontar un nuevo reto en su carrera y volver a hacer a la marca italiana campeona, como ya lo hizo Stoner en 2007.
Los problemas no paran de sucederse. Desde que comenzó a trabajar en el proyecto, todo fueron inconvenientes. Sus problemas físicos en el hombro no le dejaban desarrollar la Ducati para afrontar con solvencia la última temporada de las 800cc.
Una vez superados los problemas físicos, había que desarrollar una moto a la que le quedan unos meses de vida. Rossi comprobó que solo era competitivo en agua y los tiempos, lejos de mejorar, empezaron a caer empicados.
En el último GP de Holanda, 'Il Dottore' estrenó evolución de la 800cc, la llamada GP11.1. Un nuevo motor, con una adaptación del chasis de 2012 y un cambio renovado, el 'DST'.
Las evoluciones no han tenido los resultados esperados y Rossi acabó en la cuarta posición, un resultado engañoso si se tiene en cuenta la caída de Simoncelli y Lorenzo, que en teoría, hubiesen acabado por delante de él.
El regreso a casa de Valentino Rossi en el Mundial tras la lesión, puede convertirse un una película de miedo, si las evoluciones introducidas en Holanda siguen sin dar sus frutos.