Quinta final de Wimbledon para Nadal, quinta del año contra Djokovic
- Victoria del español sobre Murray por 5-7, 6-2, 6-2 y 6-4
- Le espera su 'bestia negra' de la temporada el domingo
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Rafa Nadal está en la final de Wimbledon, la quinta de su carrera, tras deshacerse un año más de Andy Murray en semifinales (5-7, 6-2, 6-2 y 6-4). El español frustra de nuevo las esperanzas del público británico, como hiciera en 2010, y defenderá su título ante el serbio Novak Djokovic, verdugo de Tsonga.
'Nole', que ya le ha ganado en cuatro finales esta temporada, recibirá al de Manacor sabiendo que pase lo que pase en la final será el lunes número uno del mundo, aunque Nadal sea el vencedor final y levante su tercera copa del Grand Slam londinense.
Sería paradójico, pero son las reglas de la ATP, que obliga a los campeones a darlo todo al año siguiente y otorga la gloria a los aspirantes. No obstante, si Djokovic ganara, certificaría su ascenso de la mejor forma posible, con su segundo 'grande' del año.
Pero eso será el domingo a partir de las 15:00. Antes, en el partido de semifinales, Nadal tuvo que remontar un primer parcial que se adjudicó un gran Murray.
El de Dunblane salió entonadísimo y no dio opción alguna con su saque. Se lo jugaba casi todo con primeros servicios, lo que le daba la iniciativa en los peloteos, cuando no iba por la vía rápida con 'aces'.
Por contra, en los servicios de Nadal parecía llevar la iniciativa. El español los iba sacando adelante con relativa comodidad, gracias a golpes ganadores y algún error no forzado de Murray, pero se vino abajo en el duodécimo juego con 5-6 en contra.
La rotura dio alas al de Dunblane, que seguía dominando todos los puntos en el segundo parcial, los de su saque y los de Rafa. Pero, incomprensiblemente, se vino abajo en el quinto juego.
Nadal iba a remolque, pero se encontró con un 'break' regalado con cuatro errores no forzados de Murray, quien no atinó en todo el partido con sus 'drives'. A partir de ese momento, el escocés se pasó a sí mismo la presión y comenzó a ir a remolque.
Errores no forzados de Murray
Nadal se metía de nuevo en el partido y empezaba a sacar la batuta en forma de derechazos. Se encontró con una nueva rotura en el séptimo juego, gracias a un Murray desaparecido y ganó el set con su saque, como si fuera coser y cantar.
El festival de errores no forzados de Murray continuó en el tercer set, ante un atónito público inglés -o británico- que veía escaparse una nueva oportunidad de ver a su ídolo en la gran final. Pippa Middleton ponía sonrisa de circunstancias.
La manga fue calcada a la anterior, con regalo incluido de una rotura en el séptimo juego para dar a Rafa la ocasión de cerrar el set con su saque. 2-1 y Nadal recuperaba el mando, puesto que en las rondas previas no se había visto con un set abajo.
El de Manacor iba ganando la partida mental, pero tocaba no venirse abajo en el set definitivo. Algo previsto, porque un Murray contra las cuerdas volvió a sacar algo de casta para resistir.
Pero no pudo empezar volver a ponerse a remolque en el primer juego, aunque en esta ocasión a sus errores se unió un enorme 'passing' de Nadal, que iba de menos a más.
No volvió a ceder Murray su servicio, y eso que con 5-3 tuvo Rafa una ocasión de volver a romperle y disfrutó de punto de partido, pero Andy tiró de orgullo y de saque potente para, por lo menos, salvar la honra.
Dio la ocasión a Nadal de rematar el partido con su saque y a lo grande, con una derecha paralela marca de la casa. Aviso para Djokovic, ante el que no quiere permitirse ni un fallo.