Los Schleck, el uno por el otro
- El equipo de los hermanos apuesta por una doble carta sin un líder claro
- Andy es más impulsivo y Frank más trabajador
- 'El Tour según Carlos Sastre': El último descanso, ante la semana decisiva
Los hermanos Schleck se han conjurado para ganar, juntos, el Tour de Francia 2011, uno u otro, el uno por el otro, una estrategia que, a tenor de los expertos, ofrece ventajas al tener dos bazas de ataque a sus rivales, pero también genera dudas. Arropados por un equipo, el Leopard, construido para su mayor gloria, la pareja tarda en decidir cual de los dos es el jefe de filas y, con la llegada de los Alpes, juega las dos cartas. "Será la carretera la que decida", afirma el menor de la familia, Andy, de 26 años, que considera que las tácticas escritas a priori no siempre se cumplen en carrera.
Pero tienen claro que el objetivo es que uno de los dos suba de amarillo al podium de París, sin importar que el otro abandone en el intento todas sus ambiciones. "Yo creo que solamente uno subirá al podium de París, pero lo hará de amarillo", ha señalado, desafiante, el menor de la familia, quien ha agregado que "no importa que el otro acabe vigésimo".
Según Eusebio Unzúe. directos del Moviestar "tener dos bazas es un elemento a su favor a condición de que en un momento dado se decidan por uno"
El Leopard no tiene líder
En los Pirineos, la táctica del equipo no dio resultados positivos, pese a que endurecieron la carrera para preparar el terreno a ataques postreros. Lo intentaron ambos, de forma fría y no muy contundente, y la renta obtenida fue muy pequeña, de apenas unos segundos, insuficiente si se tiene en cuenta que ambos están en desventaja teórica con respecto a sus principales rivales en la contrarreloj de 42,5 kilómetros del penúltimo día en Grenoble. "Endurecimos la carrera pero no obtuvimos las diferencias que esperábamos. Teníamos que intentarlo. Puede que no saliera como habíamos planificado y que no ganáramos nada, pero tampoco lo perdimos. Y puede que los esfuerzos a los que obligamos a nuestros rivales les pasen factura más adelante", afirma el director del equipo luxemburgués, Kim Andersen.
La situación de la carrera les obliga a atacar en la montaña para distanciar a Cadel Evans, que contra el crono es superior, y a Alberto Contador, que también les aventaja en esa disciplina. En ese contexto, muchos observadores piensan que la indecisión sobre quién es el jefe de filas puede haber paralizado a los hermanos. El propio Contador considera que se les acaba el tiempo para designar un líder o, de lo contrario, dejarán la casa sin barrer.
Andy y Frank, dos polos opuestos
Antes del inicio, Andy, de 26 años, era el favorito indiscutible. Ha sido dos veces segundo (2009 y 2010) y tiene un mayor potencial para carreras de tres semanas.Toda su temporada ha sido programada para ganar el Tour de Francia. Pero le ha faltado brillo, no ha logrado ningún triunfo.En el Tour tampoco se ha mostrado particularmente convincente. Se descolgó en la tercera etapa, con final en el Muro de Bretaña, una cota de tercera categoría, y cedió unos segundos con los mejores. En los Pirineos ha tratado de escaparse de sus rivales sin éxito.
Frank llegó a la ronda gala como el gregario de lujo de su hermano o como el comodín de recambio del conjunto Leopard. El año pasado una caída le apartó del Tour en la primera semana y los dos hermanos coinciden en que la historia hubiera cambiado si ambos hubieran podido atosigar a Contador. Con el paso de los días su estatura ha crecido en el Tour, que por el momento mira con confianza desde el segundo puesto de la general, a 1:49 del francés Thomas Voeckler. Siempre con los mejores, ha sido el único de entre los favoritos que ha logrado cierta renta en los Pirineos, los 20 segundos de ventaja con los que entró en la meta de Luz Ardiden.
A sus 31 años, ha ganado el campeonato de Luxemburgo y algunos le consideran en plena madurez de su carrera, un buen momento para mejorar el quinto puesto de 2008, su mejor actuación por el momento. Dicen que rueda mejor en montaña que Andy pero que su retraso en la contrarreloj con respecto a los especialistas es superior a la de su hermano menor. En sus declaraciones es menos tajante e impulsivo que su hermano, pero es más trabajador y metódico a la hora de preparar las carreras. Monta en cólera cuando le hablan de una guerra con Andy y asegura que no le importa sacrificarse para ayudarle. Ya lo hizo en 2009, aunque entonces no pudieron con Contador.
Esta año están convencidos de sus opciones. Andy ve a uno de la familia en lo alto del podium. No habrá sitio para los dos, pero el menor de los Schleck escucha ya el himno de luxemburgo en los Campos Elíseos de País