El Galibier corona a los valientes del Tour
- El Tour de Francia celebra el centenario del 'col du Galibier'
- Marco Pantani arrebató el Tour a Ullrich con un memorable ascenso en 1998
- Contador tiene el mismo desafío con tres puertos en la reina de los Alpes
- Vídeo: Carlos Sastre analiza el perfil de la etapa del Galibier
- Repasa lo mejor de la historia del Tour de Francia
El mayor homenaje que puede recibir un alto del Tour de Francia es recordar aquel día que logró grabarse en la retina de todos los aficionados al ciclismo. El 'col' del Galibier, el techo de la ronda gala, ha sido escenario de grandes gestas durante los últimos 100 años, aunque en su historia moderna sobresale el día que Marco Pantani congeló a Ullrich y se metió en el bolsillo su único Tour de Francia. Este jueves el Tour tiene otra cita con la historia, y Alberto Contador, el principal favorito español, está con la pistola cargada [Perfil de la etapa 18 del Tour de Francia] [Análisis en vídeo de la etapa, por Carlos Sastre].
Es la etapa señalada como reina de los Alpes por todos los protagonistas, por la dureza de sus puertos, la altura de sus cumbres y por la necesidad que tienen algunos favoritos, no solo el de Pinto, sino también los hermanos Schleck, de recortar tiempo al líder, Thomas Voeckler, y al que, desfallecimiento de éste mediante, es el principal favorito ahora mismo para ganar en París, el australiano Cadel Evans.
Como este año Contador, el último gran escalador puro llegó a Francia con la vitola de campeón del Giro de Italia y, contra todo pronóstico, consiguió hacerse con un Tour que parecía predestinado para Jan Ullrich. El alemán, que comandaba la carrera con autoridad, perdió el maillot amarillo en la etapa más sufrida de su carrera, la etapa reina de un Tour que reventó el 'pirata' en la subida al Galibier.
La cima, nevada, será este jueves meta por primera vez en la historia de la carrera, después de un recorrido solo apto para escaladores, con tres puertos de categoría especial. Un terreno propicio para que Contador "dinamite la carrera", tal y como ha predecido su colega del Euskaltel Samuel Sánchez. Un regalo de centenario para una cima mítica que espera volver a vivir uno de sus días grandes.
Grande, como aquel del 98. Entonces, la meta estaba en Les Deux Alpes pero Pantani no esperó a la última cima para lanzar el demarraje de su vida. El auténtico monstruo de aquella etapa era el Galibier, que se suió por su dura cara norte, que parte del Telegraphe, baja a Valloire y termina haciendo cumbre con un porcentaje medio del 6,9%. Además, el coloso recibió al pelotón con un tiempo de perros: lluvia, frío y humedad.
Aún así, Pantani decidió que era el mejor momento de hacer historia. Saltó hacia el francés Rinero, escapado, y lo pasó como un obús. Tras él arrancó el 'Chava' Jiménez, que no pudo atajar la rueda de un Pantani desatado. El italiano dejó clavado a Ullrich, al que metió casi tres minutos en seis kilómetros y más de nueve minutos en meta, alejándole en la clasificación general 5'56", una distancia insalvable para el alemán.
La mala suerte se cebó con Ullrich aquella fría jornada. Además de su pájara en la subida al Galibier, sufrió un pinchazo que lastró su recuperación en el descenso del alto. El alemán, que acabaría segundo en la clasificación final, a 3'21" del 'Pirata', perdió el Tour en aquella etapa memorable en el Galibier.
Puertos por encima de los 2.300 metros
El día grande del 'Tour de la infamia', marcado por el caso Festina, ha pasado a la historia de la que se convertirá este año en la segunda cima centenaria del Tour de Francia. Si el año pasado la organización gala rindió homenaje al Tourmalet, en 2011 le ha llegado el turno al Galibier, que será ascendido por sus dos lados en la última semana de la carrera, en su decisivo paso por los Alpes.
La primera toma de contacto con el gigante llegará en esta decimoctava etapa (en directo, en Teledeporte, a partir de las 13:25h; el final en La 1, a partir de las 16:15h), en la que el pelotón lo ascenderá por su cara más amable, en una etapa que parte del Piamonte italiano y que finalizará coronando el puerto centenario desde el Lautaret.
Puertos largos que requieren mucha fuerza en un trazado largo, de 200 kilómetros (22 de ellos por encima de los 2.000 metros de altitud, incluidos los nueve últimos del Galibier): el Agnel (23,7 kilómetros al 6,5 por ciento, el techo del Tour de este año, con 2.744 metros, donde el oxígeno escaseará); Izoard (14 kilómetros al 7,3 por ciento) y Galibier (23 kilómetros al 5,1 por ciento)
Aunque el auténtico regalo llegará un día después, en la antepenúltima jornada del Tour, cuando se celebre la etapa reina de la carrera, con el Galibier como guinda a la tarta.
Esta vez los ciclistas tratarán de emular a Pantani al ascender la exigente subida norte, de nuevo tras subir el Télégraphe, bajar a Valloire y ascender los 18 interminables kilómetros hasta los 2556 metros del Galibiere. Además, por si fuera poco, el Tour sumará a este infierno la llegada final en Alpe-D'Huez.
Un homenaje impresionante para un puerto que, desde que lo coronara Emile Georget en 1911, se ha subido en 57 ocasiones y volverá a ser el corazón del Tour de Francia.