Alpe d'Huez, un coloso para obrar el milagro
- Las 21 curvas de la mítica cima encumbran a los campeones del Tour
- La última vez que se subió el mítico puerto en la ronda gala fue en el año 2008
- Carlos Sastre consiguió en sus rampas la victoria de etapa y el maillot de líder
- 13,8 kilómetros de subida a una media del 8,2% y pendientes de hasta el 11,5%
- Vídeo: Carlos Sastre analiza el perfil de la etapa de Alpe d'Huez
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Hoy el Tour llega a Alpe d’Huez y para mí es una etapa que me trae unos recuerdos inolvidables. Para mí, y pienso que también para muchos espectadores amantes del ciclismo que vieron aquel día esa etapa, esa victoria mía, y otras muchas etapas en las que grandes ciclistas han realizado grandes gestas en ese mítico puerto. [Repasa lo mejor de la historia del Tour de Francia]
Grandes gestas como la que esperamos ver este viernes, en la última etapa de montaña de este Tour que dio un vuelco radical en la subida al Galibier, donde Andy Schleck rompió la carrera, se colocó a tan solo 15 segundos del amarillo de Voeckler y se deshizo de su máximo rival, Alberto Contador.
El pinteño tiene la carrera muy cuesta arriba y solo un milagro podría volver a meterle en la lucha por la victoria final. Esta última etapa alpina vuelve a subir el Galibier, en honor a su centenario, aunque esta vez lo hace por su cara más dura, previa ascensión al Telegraphe. Aunque se trata de una etapa corta, de 109,5 kilómetros, al final espera el temido Alpe d'Huez.
En mi caso, tuve la oportunidad de ganar en el año 2008 en esta subida y coger el maillot amarillo y una ventaja suficiente para llegar a la última contrarreloj con garantías y poder llegar a los Campos Elíseos y ganar aquel Tour de Francia.
Alpe d’Huez es una subida que en mi caso siempre la he hecho con un desarrollo de 38x25. La parte más dura para mí siempre ha sido la inicial, los cinco primeros kilómetros. Luego es una subida constante, que tiene dos descansitos, uno después de los 5 primeros kilómetros y luego otro a falta de 4 kilómetros para la línea de meta.
También para mí ha sido siempre la parte más dura el inicio porque es cuando el corredor intenta coger el ritmo, son momentos difíciles, se suceden los ataques, está ese cambio de ritmo violento entre el llano y la subida, significa un cambio muy brusco de desarrollo, porque vienes de un llano y nada más empezar tienes rampas del 13 y 14 por ciento de desnivel. Ese cambio tan brusco hace que sea difícil.
"Cada segundo que sacaba me daba una gran motivación"
En mi caso, en 2008 arranqué justo en la primera rampa, cuando llevábamos algo así como 500 metros de ascensión. Hice un ataque, al que me siguió Denis Menchov, y después de 800 metros arranque la segunda vez y a partir de ahí, recuerdo los primeros cuatro kilómetros de una dureza extrema, en los que la diferencia era mínima, entre 15 y 25 segundos.
Pero yo sabía que si a partir del cuarto kilómetro no me habían cogido, después les iba a costar mucho más, porque mi condición de escalador me permite mantener un nivel de pedaleo y una velocidad muy estable a lo largo de toda una subida, y sobre todo en mi caso sin cambios de ritmo a partir de ese cuarto kilómetro.
La parte más difícil para mí fue hasta ese kilómetro 4 de subida, y a partir de ahí las diferencias fueron subiendo de forma rápida y segura, hasta los dos minutos y quince segundos, o algo así, con los que llegué a la cima. Me iban dando referencias por la radio del equipo y cada segundo que sacaba me aportaba una gran motivación, y aunque iba sufriendo mucho, era al mismo tiempo una ilusión, porque estaba haciendo realidad un sueño.
La primera parte de la subida la hice con 38x23, a veces 21, el 25 en algún tramo, y luego ya vas apretando tanto que creo que luego ya prácticamente el resto de la subida la hice en 38x19, poniendo 17 en algún tramo de descanso, en otros 21 y 23, y el último tramo, que es como un kilómetro y medio, ya metí el plato grande porque pasas por un túnel chiquitito, se gira a la derecha, viene una pequeña bajadita y los últimos 300 metros son al seis o siete por ciento, pero vienes con inercia y si llevas fuerza lo haces con el plato grande sin ningún problema.
Este año va a ser la guinda de los Alpes y tal y como está este Tour de Francia va a ser un día muy importante que puede cambiar cosas en esta carrera.