David Cal inaugura el medallero español con una plata y se clasifica para Londres 2012
- Ha obtenido la medalla de plata en C-1 1.000 metros
- Si logra una medalla en los JJOO sería el deportista español más laureado
El gallego David Cal ha inaugurado el medallero español en los Mundiales de Piragüismo 2011 con la medalla de plata en C-1 1.000 metros, que asegura su clasificación para los Juegos Olímpicos 2012, a cuyas puertas se han quedado los K-4 masculino y femenino, protagonistas de las grandes decepciones españolas a la espera del resto de pruebas.
El entusiasmo con el que los varios miles de aficionados húngaros han aupado a sus palistas, inmejorables cómplices de popularidad, ha dejado instantes de auténtico delirio, marcado por las dos primeras medallas de oro de los magiares, con dos triunfos con nombre propio, los de Tamara Csipes -hija de una de las leyendas del piragüismo húngaro- y Attila Vajda, vigente campeón olímpico, todo ello ante cerca de 20.000 espectadores.
España, con dos opciones de clasificación olímpica en juego, ha aprovechado una de ellas, subiéndose al poderío del que ha sido su referente internacional desde Atenas 2004. David Cal se ha permitió ser el único canoísta del mundo capaz de tutear a Vajda en los metros finales de una apasionante regata, con un público en estado de éxtasis.
Ambos han reeditado el duelo que libraron en la final olímpica de Pekín. En aquella ocasión, Vajda tenía el compromiso personal de dedicarle la victoria al que fuera su compañero e ídolo, Gyorgi Kolonics, fallecido apenas un mes antes, y esta tarde contaba con la fuerza proporcionada por un graderío ensordecedor, que le llevó en volandas.
Cal, el abanderado de la delegación nacional en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, ha alcanzado su objetivo de la temporada y del ciclo olímpico al conseguir el pase para Londres, donde aspira a ampliar sus cuatro medallas olímpicas y convertirse en el deportista español más laureado de todos los tiempos.
Decepción en K-2 1.000
Quienes no han obtenido su propósito han sido los integrantes del K-2 1.000, el asturiano Javier Hernanz y el palentino Diego Cosgaya, que han ocupado la séptima posición en una final en la que la clasificación para Londres se circunscribía a los seis primeros.
La fatalidad o simplemente la casualidad ha querido que esta pareja retroceda en el tiempo para volver a vivir la experiencia de 2008 cuando fue la tripulación española sobre la que recayó la última opción de clasificación para Pekín. Entonces, fueron subcampeones europeos y obtuvieron el pase, aunque finalmente no compitieron en la cita china por decisión federativa.
Una buena final, en la han sido terceros durante la mayor parte del recorrido, se les han complicado en los últimos 100 metros en los que el gran nivel competitivo de los nueve barcos finalistas se hizo notar con varias remontadas, incluso predecibles, como la de la potente Hungría.
Adiós del K-4 1.000 masculino a Londres
La jornada ha deparado una segunda decepción por la magnitud que alcanza el adiós del K-4 1.000 masculino a Londres 2012, el escenario en el que los españoles pretendían reencontrarse con la competición olímpica, inalcanzable para ellos desde Atlanta'96.
El asturiano Fran Llera, los gallegos Rodrigo Germade y Borja Prieto y el vasco Iñigo Peña se han quedado a seis décimas de la clasificación olímpica con un quinto puesto en semifinal, que les condena a final B, en la que el sistema de clasificación olímpico -que estipula 10 plazas pertenecientes a países de tres continentes- abre el pase a una embarcación americana o asiática pero excluye a europeos.
En finales A de 1.000 metros, pruebas no olímpicas para mujeres, la húngara, nacionalizada española, Zomilla Hegyi, ha sido octava en K-1 y las castellano-leonesas Eva Barrios y Laura Pedruelo han quedado séptimas en K-2.
En la final B de K-1 1.000 metros, el benjamín del equipo español, Paco Cubelos, se ha despedido del Mundial con una soberbia actuación. A sus 18 años, el palista del Talavera Talak se ha aupado al puesto número 12 del mundo en su primer año en categoría sénior al entrar tercero por detrás del danés Rene Poulsen, subcampeón olímpico en Pekín y medalla de bronce recientemente en el Europeo, y el vigente bimedallista olímpico australiano Ken Wallace.
El K-4 500 de Beatriz Manchón, Jana Smidakova, Isabel García y Teresa Portela han sido segundas en la final B tras Polonia en una regata inaudita con la presencia de polacas y alemanas, las mismas que desde hace un buen número de años, incluidas las dos últimas citas olímpicas, han mantenido titánicas pugnas por ser las acompañantes de alemanas y húngaras, las fijas del podio internacional.
El C-2 de Tono Campos y José Manuel Sánchez se ha despedido del Mundial con un séptimo puesto en la semifinal de C-2 500 y un quinto lugar en la de 1.000, sin que ambas les permitiesen colarse en final A, por lo que han concluido su participación al no haber final B en ninguna de las dos pruebas, mientras que el vasco Xabier Ruiz ha sido tercero en final B de K-1 500.