Sigue el pesimismo entre dueños y jugadores en una NBA paralizada

• El gran obstáculo es el tope salarial, que los jugadores no quieren modificar
• La falta de acuerdo ha suspendido la reunión prevista para este miércoles
• El próximo jueves se reunirán los dueños por un lado y los jugadores por otro

El comisionado de la NBA, David Stern, en una imagen de archivo.

El pesimismo sobre el futuro de la competición de la NBA volvió a estar presente al finalizar la reunión que han mantenido, en Nueva York, durante varias horas los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores.

Tras el ligero optimismo que se había generado la pasada semana después de dos reuniones consecutivas, a la de este martes llegaron con los equipos de negociación al completo para buscar un nuevo convenio colectivo. Sin embargo, al final la división sobre el tope salarial se mantiene en todos sus términos.

La falta de puntos de acuerdo y la posiciones distantes que mantienen ambas partes ha provocado que se suspendiera la reunión programada para este miércoles y que no hubiera nuevos planes para futuros encuentros.

Lo que sí tendrán los dueños de los equipos es una reunión entre ellos mismos el jueves, en Dallas (Texas), mientras que el sindicato hará lo propio con los jugadores en Las Vegas (Nevada).

Sin acuerdo entre jugadores y dueños

El director ejecutivo del sindicato, Billy Hunter, dijo que los jugadores estaban preparados para hacer una importante y significativa concesión económica, pero que se encontraron con la posición inamovible de los dueños respecto al presupuesto.

Por su parte, el comisionado de la NBA, David Stern, y su asistente Adam Silver respondieron que el sindicato se mantiene en su posición de mantener la actual estructura del tope salarial antes de que ellos puedan entrar en otro tipo de discusiones.

El presidente del sindicato de jugadores, Derek Fisher, admitió que estaba preparado para decirles a sus compañeros en Las Vegas que tal y como se encuentra actualmente la situación, no hay posibilidades reales de que la competición se inicie de acuerdo al calendario establecido oficialmente por la NBA.

"Tal y como se presenta la situación está claro que no se puede iniciar la competición a tiempo", declaró Fisher. "Además, no podemos encontrar un espacio con la liga y los dueños en el que logremos alcanzar un acuerdo más pronto que tarde".

Caras de decepción

El base de los Lakers de Los Ángeles, que estuvo acompañado en sus comentarios a la prensa por miembros del comité ejecutivo del sindicato, que mostraron caras de decepción, recordó que los jugadores no iban a romper el proceso e irse de la mesa de negociaciones.

Después de tres reuniones en grupos pequeños durante las pasadas dos semanas, la de hoy había generado cierto optimismo al llegar la plana mayor de ambos equipos negociadores porque se pensaban que el miércoles también podían trabajar.

Sin embargo, Stern dijo que era mejor que ambas partes no se reuniesen el miércoles y trabajasen para hacerlo por separado el jueves con sus respectivos grupos.

Pérdidas superiores a los 300 millones de dólares

Los dueños quieren un cambio profundo en el sistema financiero actual que rige a la NBA después de que la pasada temporada los equipos tuvieron pérdidas superiores a los 300 millones de dólares.

Sin embargo, ahora parece que el gran obstáculo para seguir adelante con las negociaciones es el tope salarial, que los jugadores no quieren modificar, mientras que los propietarios sí pretenden introducir cambios en lo que se refiere a la duración de los contratos y el apartado de "garantizado".

Con el actual sistema los equipos pueden romper el tope salarial aunque tengan que pagar un impuesto de lujo, aspecto que favorece a los equipos de los grandes mercados publicitarios. Además, actualmente se les permite firmar contratos a largo plazo y que todos los años sean garantizados.

Hunter ya adelantó que el apartado del tope salarial es algo que no se puede "tocar", dado que se considera como algo parecido a un "código de honor" para los jugadores.

El tope salarial

Stern les ha dicho a los jugadores que no podrán seguir adelante con las negociaciones si antes no permiten a la liga tener la garantía de que se pueden hacer modificaciones en el tope salarial.

El comisionado de la NBA volvió a mostrarse directo y realista al valorar la actual situación. "Volvimos a la mesa y les dijimos a los jugadores que aunque teníamos algunas ideas, hemos hablado entre nosotros, con diferentes puntos de vista, para tratar de comprobar si hay tiempo real para salvar la temporada", explicó Stern. "Ahora ya no tiene sentido para nosotros responder a su demanda innegociable que hace que cada cosa permanezca de la misma manera".

Los campos de entrenamiento están previstos que comiencen a partir del próximo 3 de octubre y la temporada regular el 1 de noviembre.