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Atletismo

Una atleta embarazada da a luz justo después de acabar el Maratón de Chicago

  • La niña, de nombre June, está bien y nació tras siete horas de parto
  • La madre completó la maratón en seis horas y 25 minutos
  • "Fue el día más largo de mi vida", asegura la atleta

Por
Amber Miller
La atleta Amber Miller posa con su marido Joe y su hija June, a la que dio a luz tras correr la maraton de Chicago.

La atleta Amber Miller, embarazada de 39 semanas de su segunda hija, terminó los 42,195 kilómetros del Maratón de Chicago celebrado el pasado domingo, y después, en vez de tomarse un largo descanso tras la dura carrera, se puso de parto.

La atleta, que consiguió cruzar la meta en 6 horas y 25 minutos, ya había completado otros maratones durante su primer embarazo y también en este cuando estaba de cuatro meses. Pero en esta ocasión no tenía pensado acabar la prueba, aunque al final sí lo hizo.

"Estaba preparando la carrera para aguantar corriendo sólo la mitad y quizás trotar hasta el final, o andar hasta cruzar la meta", comentó en declaraciones a 'ABCNews'.

Al final decidió ir alternando tres kilómetros de carrera con otros tantos andando.

Miller asegura que comenzó a tener contracciones cerca del final de la carrera, pero como no estaba completamente segura decidió irse con su marido Joe a cenar.

"Las contracciones se convirtieron en regulares después de haber terminado, por lo que tras tomar un sandwich, se fue al hospital", dijo un portavoz de la familia.

La carrera ha sido sin duda más fácil que el parto

Tras siete horas de parto, la estadounidense dio a luz a las 22.28 horas del domingo a su segundo hija, June, y tanto la madre como el bebé se encuentran bien.

"Fue el día más largo de mi vida", aseguró la atleta. "La carrera ha sido sin duda más fácil que el parto", bromeó Miller.

Los doctores fueron informados de los planes deportivos de Miller durante su embarazo y ellos no pusieron objeciones a que corriera el maratón, añadió el portavoz.

"Tengo el visto bueno de mi médico para ejecutar la carrera y mi marido fue corriendo conmigo y me apoyó a lo largo del camino", declaró al Canal 9.

Además, la atrevida atleta añadió que en todo momento contó el el apoyo del público.

"Todo el mundo fijaba la mirada en mí cuando iba corriendo. Me lanzaban gritos de apoyo", aseguró.

Esta historia con final feliz contrasta con otra ocurrida en la misma maratón cuando un atleta falleció a 500 metros de la meta. El hombre, un bombero de 25 años, no aguantó la dureza de la prueba y se desplomó a escasos metros de la llegada. Dos horas después, falleció en un hospital de Chicago.