Romario cree que Brasil no concluirá todos los estadios para el Mundial 2014
- "Apenas nueve o diez estadios (de 12) estarán listos para el Mundial de 2014"
- Por el retraso en las obras, el exjugador prevé también problemas de transporte
- El ahora diputado pedirá que se pueda vender alcohol dentro de los estadios
- "Si se prohíbe la venta, la gente entrará ya ebria, y será un problema mayor"
El exfutbolista y diputado federal brasileño Romario ha afirmado que Brasil no tendrá construidos los doce estadios que albergarán los partidos del Mundial que organiza el país carioca en 2014, a juzgar por lo que vio en su visita a once de dichas sedes.
"Apenas cuatro o cinco estadios estarán listos en un ciento por ciento para la Copa de las Confederaciones del próximo año si las obras continúan al actual ritmo", aseguró el campeón mundial con Brasil en 1994 e integrante de una comisión del Congreso brasileño que fiscaliza las obras para el Mundial 2014.
"Pero apenas nueve o diez estadios (de 12) estarán listos para el Mundial de 2014, y solo seis o siete concluidos en un ciento por ciento. Intentaremos organizar un gran evento, pero, por lo que vi, estamos atrasados", agregó el exjugador de clubes como el Barcelona o el Valencia en una conferencia de prensa en Guadalajara, México, donde actuará como comentarista de una cadena brasileña de televisión durante los Juegos Panamericanos de 2011.
Romario aseguró que la comisión del Congreso de la que forma parte visitó once de las sedes del Mundial y visitará en noviembre próximo Sao Paulo, cuyo estadio apenas comenzó a ser construido hace un par de meses, para realizar una evaluación de las obras. "El balance por ahora no es muy positivo", afirmó.
Según el exgoleador, los estadios tienen problemas pero son los más adelantados porque sus obras comenzaron antes.
"Pero tendremos problemas de movilidad urbana en once de las doce sedes", aseguró al referirse al atraso en las obras de construcción de sistemas de metro, circuitos exclusivos de autobuses y nuevas autopistas.
Río de Janeiro, con más deberes hechos
Romario aseguró que la única ciudad que se salva en este aspecto es Río de Janeiro debido a que anticipó parte de las obras por los Juegos Panamericanos que organizó en 2007 y los Juegos Olímpicos que organizará en 2016. "Pero Río de Janeiro tendrá problemas en los aeropuertos como todas las demás sedes", matizó.
El exfutbolista también criticó las exigencias que la FIFA le está imponiendo a Brasil para organizar el Mundial, como la prohibición de que se concedan descuentos en las entradas para ancianos y estudiantes de escuelas públicas y una norma que permita la venta de bebidas alcohólicas en los estadios.
"Quiero ver si Estados Unidos renunció a algo para organizar el Mundial de 1994. Apuesto que el 80 por ciento de esas exigencias no pasaron por allá", afirmó.
Según el campeón mundial, la FIFA, que es la dueña del Mundial, quiere garantizarse todas las ganancias pero no quiere pagar los gastos ni asumir responsabilidades, "y eso es equivocado".
Quiere que se pueda vender alcohol en los estadios
El diputado dijo que pretende presentar a consideración de la Cámara un proyecto de ley que permita la venta de bebida alcohólica en los estadios pero que establezca una fiscalización tanto en el local como en los portones, para que no entren personas ebrias.
“Si prohíben el alcohol, muchos beberán antes del partido e ingresarán borrachos al estadio, lo que será un problema mayor“
"El gran problema es que, si prohíben el alcohol, muchos beberán antes del partido e ingresarán borrachos al estadio, lo que será un problema mayor", dijo.
El exfutbolista aclaró que lo que no acepta es que la FIFA prohíba la venta en los estadios y sus cercanías marcas de bebida diferentes a las de sus patrocinadores.
Igualmente rechazó que la FIFA no acepte los descuentos en los ingresos para ancianos y estudiantes de escuelas públicas y dijo que, ante las billonarias ganancias que calcula que obtendrá en Brasil, la entidad podría asumir ese gasto.
"Brasil tiene que colocarse en su lugar y exigir el respeto a su soberanía. La presidenta Dilma (Rousseff) tiene que decir que quien manda en el país es el gobierno brasileño", dijo.