La Interpol busca a Ali Syed
- Se le acusa de un supuesto delito de estafa financiera
- A cambio de enormes cantidades de dinero, el indio ofrecía asesoramiento y préstamos millonarios que nunca llegaron a su destino
El propietario del Racing Club, el empresario indio Ahsan Ali Syed, está siendo investigado por la Interpol por supuestos delitos de estafa financiera.
La Interpol inició la investigación a raíz de las denuncias de estafa financiera y presunto incumplimiento de acuerdos en varios negocios que el empresario indio había realizado en España y Nueva Zelanda a través de su empresa Western Gulf Advisory, según ha publicado el diario indio Deccan Chronicle.
Así, un oficial de la Interpol visitó recientemente Hyderabad, ciudad natal de Ali Syed, interrogando a personas cercanas al propietario del Racing sobre la familia del empresario y sus antecedentes financieros. Asímismo, visitó la casa de Ahsan Ali en Darulshifa y habló con su hermano.
“La Interpol ha visitado la ciudad natal de Syed y ha interrogado a a personas cercanas al indio“
Posteriormente, el oficial de la Interpol se reunió con Mir Hyder Ali, quien había presentado una denuncia previa contra Ali Syed, así como con otra víctima de estafa del magnate indio.
Según estas denuncias, Ali Syed, a cambio de enormes cantidades de dinero, ofrecía a sus clientes asesoramiento financiero y préstamos millonarios que nunca llegaron a su destino.
Ahsan Ali Syed, tras ver frustrada la compra del Blackburn Rovers, el 28 de enero de 2011 se convirtió en el propietario del Real Racing Club de Santander, al adquirir la mayoría de las acciones y asumir la deuda de la entidad, en aquel momento al borde de la suspensión de pagos.
El montante total de la compra del Real Racing Club se cifró en unos 15 millones de euros, con lo que Ali Syed se hizo con aproximadamente el 80 por ciento de las acciones de la sociedad. Además, con la compra, su empresa, Western Gulf Advisory asumía la deuda de 15 millones de euros del Racing con la Agencia Tributaria española y se comprometía a pagar a parte de la plantilla los sueldos atrasados que se les adeudaba desde 2010.
A día de hoy, el club cántabro está inmerso en un concurso de acreedores. La deuda del club cántabro asciende, según los interventores, a casi 48 millones de euros. La mayor parte de la deuda contraída es con los futbolistas y empleados del club (13,3 millones), y con la Agencia tributaria (10,9 millones).