Un partido de sanción para Kanouté
- El Comité de Competición de la RFEF le pone una multa de 600 euros
- La Federación admite que Cesc "le dirige unas palabras"
- También sanciona con un partido al lateral Fernando Navarro
El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha sancionado con un partido a los sevillistas Frederic Kanouté y Fernando Navarro por sendas expulsiones del pasado encuentro contra el FC Barcelona en el Camp Nou.
El primero fue expulsado por el árbitro Iturralde González en el minuto 94 por una disputa con Cesc Fábregas tras un penalti señalado a favor del Barça. El segundo vio dos tarjetas amarillas, la segunda en el minuto 97 de partido, por sendas faltas. El resultado final fue de empate a cero.
En el caso del malí, objeto de polémica por unas supuestas provocaciones racistas de Fábregas en la disputa, la RFEF asegura que el Comité "entiende proporcionada la sanción por un partido, por la infracción contenida en el artículo 123 del Código Disciplinario de la RFEF, es decir, por juego violento".
El Sevilla alegó que hubo una provocación por parte de Cesc Fábregas cuando Kanouté trataba de retrasar el lanzamiento de un penalti en el tiempo añadido. Sin embargo, a pesar de que admite que "el número 4 del FC Barcelona dirige unas palabras al jugador del Sevilla", añade que el delantero "agarra del o por el cuello (sic) y con posterioridad le empuja".
En cuanto a la polémica por el supuesto contenido racistas de las palabras de Cesc, desmentidas por el propio jugador, su compañero Dani Alves y su entrenador, Pep Guardiola, los dos jugadores implicados resolvieron sus diferencias por teléfono y posteriormente confirmaron a través de Twitter que habían hecho las paces.
Además del partido de suspensión, por producirse de manera violenta con otro futbolista, la sanción a Kanouté conlleva una multa accesoria de 90 euros a su club y de 600 euros al jugador.
En el caso de Fernando Navarro, expulsado por ver dos amarillas "por juego violento", la resolución del Comité refleja además una amonestación al lateral por retrasar su salida del terreno de juego.
En ambos casos el órgano disciplinario de la RFEF impone una "multa accesoria en cuantía de 90 euros al club y de 600 al futbolista" y establece un plazo de diez días para que el club presente su posible recurso ante el Comité de Apelación.