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El Valencia depende de sí mismo para sellar su billete a octavos

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La casta apareció en Mestalla

El conjunto de Unai Emery depende de sí mismo para pasar a la siguiente ronda de la Liga de Campeones. La victoria ante el Bayer Leverkusen sirvió para romper la maldición alemana en Mestalla y, sobre todo, para darle un respiro al Valencia que tras dos empates y un partido perdido, necesitaba ganar como fuera.

La victoria por tres goles a uno ante el Leverkusen permite además al Valencia ganar el gol 'average' particular que de cara a un empate a puntos con los alemanes le daría la ventaja al equipo de la capital del Turia.

Tercero en la tabla, a un punto de los alemanes y a tres del Chelsea, los ché jugarán dos finales ante el Racing Genk, un rival asequible con una capacidad goleadora practicamente nula y que aún no ha vencido en su estreno en la Liga de Campeones.

Los belgas no deberían ser un gran obstáculo para los valencianistas que han dado un paso de gigante en la primera de las tres finales que tienen y que han permitido devolverle la sonrisa a los blanquinegros, cuyo entrenador, aunque precavido es ahora "más optimista".

Si el Valencia vence los dos compromisos que le quedan ante el equipo belga estarán matemáticamente clasificados, independientemente de lo que hagan sus otros dos rivales.

Entretanto, el empate entre el modesto Genk y el Chelsea obliga a los ingleses a jugarse el todo por el todo ante el Bayer Leverkusen en los dos partidos que deben jugar ambos equipos.