El sindicato de jugadores de la NBA se muestra unido y rechaza la 'oferta-ultimátum' de Stern
- Stern y Kessler, el abogado del sindicato, intercambian graves acusaciones
- "Los jugadores son socios y no trabajadores de las plantaciones", dice Kessler
- Consideran que la oferta del reparto de beneficios de un 50,2 % no son justos
- Stern advirtió que si los jugadores no aceptaban, la próxima oferta sería peor
El presidente del sindicato de jugadores, Derek Fisher, 24 horas antes de que concluya el ultimátum dado por el comisionado de la NBA, David Stern, para que acepten la oferta que los dueños les hicieron el pasado viernes, dijo que la rechazaba en nombre de los profesionales.
Después de consultar con los afiliados, el sindicato considera que la oferta del reparto de beneficios entre el 49 y el 51 por ciento, que en realidad es un 50,2 por ciento, y otros aspectos que se incluyen en el convenio colectivo no son justos ni benefician a los jugadores por lo que no habrá acuerdo.
Si los jugadores no aceptan la oferta de los dueños, Stern advirtió al concluir las reuniones el pasado viernes y en una entrevista concedida ayer, lunes, a la cadena de televisión ESPN, que la próxima será mucho peor, pues en ella se bajará el porcentaje hasta donde se establecía en el ofrecimiento inicial, que era del 47 por ciento, comparado al 57 que recibieron los jugadores en el antiguo convenio.
Stern aprieta a los jugadores
Además, Stern también dijo que se volvería a un tope salarial duro, impuesto de lujo elevado y reducción de la duración de los contratos, así como que fuesen garantizados.
Por su parte el director ejecutivo del sindicato, Billy Hunter, dijo que la mayoría de los profesionales quieren jugar al baloncesto, pero también tienen muy claro que no lo van a hacer al precio de aceptar un mal acuerdo.
Hunter reiteró que los jugadores también desean negociar, y que esperaba comunicarse con Stern esta noche o este miércoles por la mañana para pedirle que se volviesen a reunir en la mesa de trabajo y confiaba que pudiesen hacerlo antes de las cinco de la tarde hora de Nueva York.
"No podemos tomarnos en serio que los dueños vayan a retirar su oferta del 50-50 al margen de lo que suceda el miércoles y además tenemos el apoyo no de los 450 jugadores del sindicato, pero sí de la gran mayoría", destacó Hunter.
Cruce de graves acusaciones
El 'ultimatum' de los dueños a los jugadores ha derivado en un enfrentamiento personal entre el comisionado David Stern y el abogado Jeffrey Kessler, que representa al sindicato.
Stern ha dado como plazo a los jugadores hasta la noche de este miércoles para responder a la última oferta, la que se sitúa entre el 49 y el 51% del reparto de beneficios. Así, ha surgido un intercambio dialéctico de acusaciones mutuas por parte de Stern y Kessler, que ponen más incertidumbre al futuro de las negociaciones laborales que buscan el final del cierre patronal.
El abogado de los jugadores, Kessler, definió el trato de Stern hacia los profesionales como el del dueño de una "plantación". Kessler, en declaraciones al periódico "The Washington Post", dijo que los dueños, encabezados por Stern, están tratando a los jugadores "como trabajadores de las plantaciones".
El máximo representante legal del sindicato destacó que los dueños se olvidan de que los jugadores son sus socios en el negocio no unos simples empleados que no tienen ningún tipo de derechos ni pueden reivindicar lo que consideran que es justo.
Kessler, abogado de los jugadores
Por su parte, Stern llamó al mismo medio para denunciar que las conversaciones laborales que buscan la firma de un nuevo convenio colectivo se encuentran estancadas en gran parte por culpa de la actitud que ha mostrado Kessler, el máximo representante legal del sindicato.
Kessler, que también representó al sindicato de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) en sus negociaciones colectivas de este verano, fue más allá en sus declaraciones y dijo que la última oferta de los dueños siguió siendo injusta para los jugadores desde todas las perspectivas.
"La última oferta de dividir los ingresos esencialmente relacionadas con el baloncesto no fue justa para los jugadores", argumentó Kessler. "Mucho menos el ultimátum que dio el comisionado para que los profesionales la aceptasen o iban a recibir otra peor".
Kessler denunció que el método de "lo tomas o lo dejas", simplemente, no puede ser considerada una postura de "buena fe" en unas negociaciones tan complicadas como las que protagonizan ambas partes desde hace más de cuatro meses. "Ha llegado el momento de tratar a los jugadores como socios y no como a trabajadores de las plantaciones", subrayó Kessler.
Stern dice que Kessler siempre divide
Por su parte, Stern, en la conversación que mantuvo con el "Washington Post", calificó la situación laboral de "calamitosa" y culpó directamente a Kessler de lo que estaba sucediendo. "La agenda de Kessler es siempre para provocar y no llegar a un acuerdo. Incluso si esto significa introducir el elemento del racismo e insultar a sus propios clientes", denunció Stern.
Stern fue más allá y definió la labor de Kessler como el elemento permanente de división entre las dos partes y por lo que no se ha podido avanzar en la buena dirección. "Ha sido la fuerza que más divisiones ha creado durante el proceso de negociación y no me sorprende que trate de despotricar y no hable de cosas específicas. La conducta de Kessler es habitualmente despreciable", acusó Stern. Varias fuentes sindicales reconocieron que habían hablado con Kessler acerca de sus declaraciones y que le habían expresado su malestar.
En cuanto a la petición de Hunter de que vuelvan a reunirse hoy mismo para seguir las negociaciones, Stern señaló que los dueños tendrán preparada otra oferta para los jugadores, pero no podía garantizar que se fuese a dar una nueva reunión porque es algo que debe decidir el comité de relaciones laborales de la liga.
"Mi comportamiento siempre está en función de lo que establezca el comité de relaciones laborales y en este sentido seguiremos con los mismos planteamientos de siempre. Pero a Billy (Hunter) siempre le respondo sus llamadas por respeto", comentó Stern.
Michael Jordan, en el papel de dueño
El director ejecutivo del sindicato también se refirió a la posición dura que mantiene el legendario Michael Jordan como dueño de los Bobcats, muy distinta a la que expresó cuando era jugador y lideraba a los profesionales en las negociaciones.
"Mi consejo a Michael (Jordan) es el mismo que él le dio a Abe Pollin, el ex dueño de los Wizards de Washington, ya fallecido, cuando reclamó que sólo se invierte en un equipo de baloncesto si se va a ganar dinero". Hunter no quiso descubrir cuál había sido el consejo que Jordan como jugador le había dado a Pollin.
Peligran los partidos de Navidad
El máximo responsable del sindicato de jugadores reconoció que si este miércoles no se logra un acuerdo, entonces será más que probable la cancelación de los partidos de Navidad.
Los dueños de los equipos de la NBA ya habían dejado muy claro a través de Stern que adoptarán una posición más dura si su nueva propuesta es rechazada por los jugadores el miércoles.
La respuesta negativa de los jugadores, que también podrían estar buscando la disolución del sindicato, devuelve la pelota al tejado de los dueños y de Stern, que también habían presentado la segunda propuesta que será más dura.
La misma también exige que "los contratos existentes disminuyan en proporción a cambios de sistema para asegurar un mercado suficiente para agentes libres".
Negociaciones a la baja
Las reducciones fueron hechas públicas previamente por CBSSports.com y The New York Times, que obtuvieron una copia de la carta que envió Stern el domingo a Hunter, junto con ambos documentos de las propuestas.
La liga buscó rebajar los contratos existentes para crear un nuevo contrato colectivo durante una propuesta previa, pero desde entonces había retirado de la mesa esa postura, que los dueños de la línea dura han conseguido se vuelva a introducir en la segunda propuesta.
Stern estableció la fecha límite de la mañana del domingo después de que propietarios y jugadores se reunieran durante más de ocho horas con el mediador federal George Cohen, sin que el sindicato hubiese aceptado la primera propuesta que los dueños hicieron al concluir la sesión de trabajo en un hotel de Nueva York.
Los directivos de la liga han afirmado que perdieron 300 millones de dólares la temporada pasada, cuando se garantizó a los jugadores un 57 por ciento de los ingresos relacionados al baloncesto.
Mientras que los jugadores consideran que su tope de concesión en ese apartado no será por debajo del 52 por ciento o tal vez el 51 si consiguen compensaciones en otros puntos del convenio colectivo relacionados con el sistema salarial, de contratos y exenciones.