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Baloncesto | Liga Endesa

El Real Madrid vence sin historia y el Unicaja pasó como un vendaval por Alicante

  • El Madrid se mantiene en lo alto gracias a ganar 82-74 al Lagun Aro
  • Rudy Fernández ha sido el mejor de los blancos, con 23 de valoración
  • El Unicaja suma su sexta victoria al imponerse 77-97 al Lucentum
  • Datos y estadísticas del Real Madrid 82-74 Lagun Aro

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Real Madrid 82-74 Lagun Aro GBC

El Real Madrid ganó por 82-74 al Lagun Aro en un partido sin historia que comenzó a la carrera, de la mano del baloncesto espectáculo ofensivo de los locales, y acabó en una sucesión de canastas sin alma que favorecieron al equipo con más calidad.

El Real Madrid salió a la carrera y en poco más de un minuto consiguió un parcial de 9-0 que aturdió por completo a un Lagun Aro GBC que no pudo reaccionar. La fluidez ofensiva del Real Madrid fue tal que pareció que el equipo easonense estaba hasta cómodo en el papel de víctima.

A los cinco minutos, el 17-6 del marcador obligó a pedir tiempo muerto a Sito Alonso, entrenador de los vascos, que ya había hecho todas las rotaciones posibles y que quería frenar como fuese la que se le venía encima a su equipo.

El final del primer cuarto, 25-12, pareció dejar sentenciado un partido en el que, hasta ese momento, sólo hubo un equipo. En el comienzo del segundo periodo hubo un cambio radical, con una intencionada a Ibaka y una técnica a Suárez. Entre unas cosas y otras el Real Madrid se descentró y acepto un parcial de 2-17 en los primeros cuatro minutos que dejaron el marcador en un 27-29.

Tardó el equipo de Laso unos minutos en reaccionar y sólo fue en los instantes finales del cuarto cuando pudo, nuevamente, despegarse en el marcador, 49-39 al final de los primeros veinte minutos de juego.

Roto el hechizo con el baloncesto espectáculo que tanto Real Madrid como su afición están buscando, el partido se diluyó en acciones más o menos trabajadas y en un marcador parejo, en el que sólo algunas acciones ofensivas de los locales fueron jaleadas por la grada. El 66-57 del final del tercer periodo dejaba abierta alguna puerta a la sorpresa.

Un parcial de 2-5 en los dos primeros minutos del período de la verdad acrecentó los negros nubarrones. El equipo de San Sebastián había conseguido frenar el ataque madridista, ya no tan efectivo como en los primero minutos, y poco a poco recortaba diferencias, 68-62 (min.34), dejando la victoria al alcance de cualquiera y de una posible jugada de suerte.

Con cinco minutos y medio por delante y 68-65 en el marcador, tocaba volver a la senda de la anotación para no pasar apuros al final. Mirotic lo entendió de inmediato y suyos fueron los siguientes cuatro puntos en un abrir y cerrar de ojos, un minuto después, 72-65.

El partido, sin embargo, ya estaba enredado y nadie consiguió deslíarlo. El Real Madrid ganó porque fue muy superior, sobre todo bajo los aros, y por su mayor calidad, pero fue una gran oportunidad perdida para ver un bonito espectáculo.

Vendaval del Unicaja en Alicante

Por su parte, el Unicaja de Málaga ha logrado la sexta victoria de la temporada (77-97) tras pasar como un vendaval en Alicante por encima del Lucentum, al que superó con autoridad desde el primer cuarto, sin dar pie a que los alicantinos pudieran soñar ni un segundo con el triunfo.

Dominó el rebote con una autoridad aplastante y eso le permitió correr en ataque y encontrar posiciones cómodas de lanzamiento. El 2-15 con el que empezó el partido evidenciaba lo que estaba pasando sobre la cancha, donde al Lucentum le costó encontrar el camino de la canasta rival. El primer intento por meterse en el partido de los alicantinos le llevó a apretar el marcador al 9-15.

Pero el Unicaja seguía a lo suyo en ataque y acabó el primer cuarto con 17 puntos de ventaja (9-26). En el momento en el que Rowland y Fitch no encontraron el camino expedito hacia la canasta aparecieron los triples de unos acertados Valters y Garbajosa.

El acierto en el lanzamiento de los malagueños era descomunal. Muchos de los puntos los consiguió con canastas fáciles, pero otros tantos con hasta siete canastas de ocho intentos de tres.

De esta forma, el equipo entrenado por Chus Mateo acabó con cualquier viso de reacción del Lucentum, como el que llevó a los alicantinos a ponerse a catorce puntos (26-40, m.17) gracias a siete puntos consecutivos de Freire.

Fue acercarse el equipo de Txus Vidorreta -muy enfadado con los árbitros, que acabaron castigándole con una técnica justo antes del descanso- y el Unicaja abrió de nuevo brecha hasta alcanzar una máxima de 23 puntos antes de que el partido llegara al tiempo de asueto (30-53).

La segunda parte sólo sirvió para dos cosas. La primera para que el Unicaja siguiera haciendo sangre de un Lucentum desconocido e impotente ante la superioridad de su rival. La ventaja superó la treintena (32-63, m.25) ya en el tercer cuarto y se mantuvo por encima de ella muchos minutos en el último, antes de que el Lucentum maquillara el marcador.

La segunda, para que Vidorreta aumentara aún más su malestar con unos colegiados que, sin ser para nada decisivos en la victoria visitante, sí tuvieron una actuación cuestionable, justo dos días después de que el técnico alicantino criticara la diferencia de rasero con la que considera que pitan las infracciones entre los equipos grandes y los pequeños.