El Atlético logra el empate en los últimos segundos
- Cuando faltaban seis segundos, Lazarov ha firmado el empate (29-29)
- El Chekhovskie ruso llegó a acumular seis goles de ventaja
Ficha técnica:Ficha técnica:
29 - Chekhovskie Medvedi: Grams; Kovalev (4), Shelmenko (-), Chernoivanov (-), Koksharov (2,1p), Rastvortsev (-) e Ivanov (1) -equipo inicial- Shymanski (ps); Filippov (1), Erokhin (-), Aslayan (-), Harbok (6), Shishkarev (1), Chipurin (7), Dibirov (2) y Starykh (5)
29 - Atlético de Madrid: Hombrados; Abalo (4), Lazarov (7,2p), Chema Rodríguez (1), Markussen (2), Kallman (2) y Aginagalde (3) -equipo inicial- Sterbik (ps); Roberto García (1p), Guardiola (1), Cañellas (4), Jurkiewicz (-), Alberto Entrerríos (2), Davis (2) y Dinart (-)
Marcador cada cinco minutos: 2-3, 4-5, 9-9, 13-11, 16-15 y 18-16 (Descanso) 20-18, 23-18, 24-19, 25-23, 26-27 y 29-29 (Final)
Árbitros: Jurinovic y Mrvica (CRO). Excluyeron por dos minutos a Harbok (2), Rastvortsev, Starykh, Chipurin (2) y Chernoivanov por el Chekhovskie; y a Aginagalde (2) y Cañellas por el Atlético de Madrid
Incidencias: Encuetro correspondiente a la séptima jornada del grupo B de la Liga de Campeones disputado en el "Olimpiyskiy" de Chekhov.
Un gol del macedonio Kiril Lazarov, a falta de seis segundos para la conclusión, permitió al Atlético de Madrid empatar (29-29) un partido que parecía perdido para los españoles mediada la segunda mitad, con los seis goles de ventaja que llegó a acumular el Chekhovskie ruso.
Una desventaja que hubiera llevado a arrojar la toalla a muchos equipos, pero no al Atlético de Madrid, que evidenció en Chekhov que por encima de individualidades, que las dispone de primer nivel mundial, o de tácticas, la fortaleza del grupo que dirige Talant Dujshebaev reside en su innegociable carácter ganador.
Y es que sólo a una cuestión de fe puede achacarse la transformación que vivió el conjunto de Madrid en el último cuarto de hora de partido, en el que pasó de naufragar en todas las facetas del juego, a desarbolar a un Chekhovskie, incrédulo ante el rumbo que iba adquiriendo el duelo.
Un duelo en el que durante tres cuartos de hora, el Atlético siempre fue a remolque, incapaz no sólo ya de superar la durísima defensa rusa, que no desaprovechó la permisividad arbitral para pegar y pegar, sino de dotar de la más mínima solidez a su zaga, la piedra sobre la que gira todo el juego rojiblanco.
Defensa que cuando no se encargó de destrozar el inteligentísimo pivote Mikhail Chipurin, máximo goleador del campeón ruso, quedó indefensa ante los latigazos de cañoneros como Siarhei Harbok o Andrey Starykh, que dispararon la renta del Chekhovskie ante un en apariencia inalcanzable 25-19.
Sólo entonces, contra las cuerdas, el Atlético recuperó la ferocidad defensiva que le caracteriza, maniatando por completo a un sorprendido conjunto ruso, que vio como de repente todas las facilidades de las que había gozado desaparecían súbitamente.
Mejoría defensiva que no tardó en tener su continuidad en ataque, lo que permitió al equipo rojiblanco pasar en sólo seis minutos de verse abocado a una clara derrota, a soñar con el triunfo (25-27), tras endosar a los de Vladimir Maximov un contundente parcial de 0-8.
Una renta que los rojiblancos no pudieron conservar, en parte gracias a una discutida actuación arbitral, que obligó a los madrileños a jugar en inferioridad hasta falta de quince segundos, tiempo suficiente para que Lazarov, afinase su puntería y batiese con suspense a Grams para poner el definitivo 29-29.
Empate que permite al Atlético mantenerse en la primera plaza del grupo B, que los rojiblancos se asegurarían matemáticamente si logran ganar los dos partidos que les restan en casa ante el Silkeborg danés y el Fuchse Berlín.