El Real Madrid se deja el liderato en Badalona (78-75)

• El FIATC Mutua Joventut supera al Real Madrid por 78-75
• Los blancos ceden el liderato al Barcelona Regal
• La motivación verdinegra pudo con un intermitente Madrid

FIATC Mutua Joventut 78-75 Real Madrid

Ficha técnica:Ficha técnica:

78. Fiatc Joventut (22+17+22+17): Jeter (6), Jelinek (13), Obasohan (8), Llovet (6), Williams (10) -equipo inicial-, Báez (8), Van Lacke (7), Barrera (2), Norel (4), Oliver (14) y Trias (-).

75. Real Madrid (17+19+21+18): Llull (15), Suárez (2), Singler (4), Mirotic (12), Tomic (7) -equipo inicial-, Pocius (10), Carroll (5), Begic (6), Reyes (10) y Rodríguez (4).

Árbitros: De la Maza, García Ortiz y Calatrava. Señalaron falta técnica al banquillo del Fiatc Joventut (min. 12) y al entrenador del Real Madrid, Pablo Laso (min. 35). Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la decimotercera jornada de la Liga Endesa disputado en el Palau Olímpic de Badalona ante 8000 espectadores.

El Real Madrid no ha podido cumplir su objetivo de acabar 2011 líder de la Liga Endesa porque el FIATC Mutua Joventut se lo ha impedido en un intenso choque (78-75) en el que la Penya tuvo más determinación y creyó mucho más en la victoria que un Real Madrid intermitente que cede el liderato al Barcelona Regal, su próximo rival en Liga.

Los de Pablo Laso no encontraron su juego en ningún momento del partido y naufragaron ante un motivado Joventut, que aprovechó su acierto desde la línea de tres y su mayor garra bajo el tablero para sorprender al equipo madridista, que se mantuvo en el partido cuando Mirotic, Llull y Pocius pisaban el acelerador y se dejaba caer cuando la Penya recuperaba su fe en el triunfo.

Así, los de Maldonado pudieron salir ilesos de un larguísimo primer cuarto en el que acumuló cinco faltas en poco más de cuatro minutos. Incluso dispusieron de su primera gran ventaja, al endosarle un parcial de 10-0 que les puso siete arriba (18-11) por el acierto triplista de Van Lacke y Obasohan. El desacierto madridista desde el tiro libre dio alas a los locales, que acabaron el período cinco arriba (22-17).

Sin embargo, el movimiento en el banquillo madridista, con la entrada de Pocius, Reyes y Sergio Rodríguez, dotó de dinamismo al equipo blanco, que volvió a ponerse por delante (25-26) con una brillante canasta de Sergio Rodríguez a aro pasado. Pero el Joventut, de nuevo, tiró de motivación y triples para castigar al Madrid con un parcial de 7-0 que fue rápidamente contestado por los blancos por una idéntica puntuación.

La igualdad reinaba en el marcador aunque las sensaciones eran más positivas en los locales, que parecían más concentrandos que los de Laso. La segunda parte arrancó con polémica arbitral, de nuevo por las faltas señaladas a la Penya, que vio como Williams vio su cuarta falta a las primeras de cambio, al igual que Norel, lo que provocó el enfado de Maldonado.

Final de infarto

No obstante, el Madrid seguía acumulando pérdidas (acabaría doblando las de su rival, 20 para los blancos, 10 para los verdinegros) y el Joventut mantuvo la ventaja de una manera regular. El Madrid, haciendo 'la goma', consiguió acortar distancias y llegó al último cuarto con todas sus opciones intactas.

Los últimos diez minutos se convirtieron en un constante intercambio de canastas que se rompió con una técnica a Laso a falta de cinco minutos para el final. Oliver anotó los dos libres y una canasta en la posesión que despegaron al Joventut 70-63. Pero de nuevo el Madrid, con Llull y Singler enchufados, acortaron distancias y empataron el partido con una canasta de Reyes (72-72).

El partido se iba a decidir en el último minuto y las manos comenzaron a temblar. Jeter intentó resolver en una jugada personal pero cometió pasos. El Madrid contestó con una entrada de Llull y un palmeo de Reyes que les puso por delante (74-75). Sin embargo, el Joventut revivió con un canastón de Jelinek que resultó decisiva, ya que Lllull erró en su penetración y Oliver anotó los últimos tiros libres a favor de la Penya, obligando al Madrid a anotar un triple que forzar una prórroga que nunca llegó.