La intensidad de España derrota a la omnipotente Francia (29-26)
- España gana a Francia (29-26) por fortaleza defensiva y velocidad en ataque
- Gran debut ante los vigentes campeones olímpicos, mundiales y europeos
- Cuatro años después, España vence al mejor equipo del balonmano mundial
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Ficha técnica:
26 - Francia: Omeyer; Abalo (6), Barachet (1), Karabatic (3), Fernandez (7), Guigou (3, 1p) y Bertrand Gille (3), Karaboue (ps), Dinart (-), Guillaume Gille (-), Narcisse (3), Joli (-), Accambray (-), Detrez (-) y Bingo (-)
29 - España: Hombrados; Roberto García (1), Gurbindo (2), Guardiola (3), Morros (1), Alberto Entrerríos (3), Ugalde (4), Sierra (ps), Maqueda (3), Víctor Tomás (2), Raúl Entrerríos (1), Sarmiento (-), Aginagalde (1), Juanín García (2), Romero (2p) y Cañellas (4)
Árbitros: Din y Dinu (ROU). Excluyeron por dos minutos a Bingo y Barachet por Francia; y a Ugalde y Roberto García por España.
Incidencias: Spens Arena de Novi Sad, ante unos 6.000 espectadores.
España resolvió con un tremendo éxito (29-26) ante la todopoderosa Francia su debut en el Campeonato Europeo de Balonmano. Los de Valero Rivera jugaron un partido muy completo, con intensidad, concentración y acierto, lo que les valió el triunfo ante el conjunto francés, vigente campeón olímpico, mundial y europeo.
El debut más difícil
Los de Valero Rivera fueron siempre por delante en el marcador, pese a que no pudieron tener un rival más difícil para iniciar su andadura en este Europeo. Había que hacerlo todo bien para derrotar a Francia y España lo hizo todo bien: en defensa, en ataque, en la portería, en los apoyos y en los contragolpes. Lo más destacado fue el bloque, con Alberto Entrerríos, Ugalde y Cañellas como goleadores - cuatro goles cada uno -. Por Francia destacaron Jerome Fernandez, siete tantos y Abalo, con seis.
España empleó una defensa inicial en 6-0, en un intento de atenazar toda la artillería de Francia, que salió con potencia y con un 5-1 muy cerrado en su zona. La selección nacional enseñó los dientes en defensa y se ganó a pulso la iniciativa en el marcador, con un Alberto Entrerríos demostrando su potencial lanzador.
El equipo de España estuvo muy atinado en la recuperación defensiva, con Gurbindo y Morros, y veloz en el contragolpe. Unas virtudes que mantuvieron la ventaja de dos goles para los de Valero Rivera y que complicaron la reacción francesa, con un inspirado Jerome Fernandez, los misiles de Karabatic o las suspensiones eternas de Abalo.
Entre dos equipos que se conocen a la perfección, con jugadores que son compañeros de club en la liga española, y equilibrados en su peso y estatura, el talento y la capacidad de entrega fueron armas decisivas para lograr el triunfo.
La máxima ventaja para España llegó a los 21 minutos (12-8), lo que obligo a Claude Onesta, el seleccionador francés, a pedir un tiempo muerto, al que respondió Rivera con un cambio en el orden defensivo.
El sueño toma cuerpo
Siguió el combinado nacional con su velocidad en la transición al ataque, lo que les llevó hasta el descanso con un esperanzador 15-13.
En la segunda mitad, el juego español mantuvo el nivel de solidaridad, pese a unos primeros momentos en los que Francia pareció encontrar la correcta vía de ataque.
Iker Romero convirtió el primero de los tres siete metros de España (18-15) y la defensa española recuperó su efectividad, con un sensacional Guardiola.
El sueño lo amplió Alberto Entrerríos cuando logró el 20-15 a los 37 minutos. Aunque Jerome Fernandez fue una pesadilla, a Francia se le atragantó el juego español y comenzó a cometer imprecisiones.
Hubo, no obstante, que elevar al máximo la intensidad en los apoyos defensivos y un ritmo físico infernal, para mantener dos goles (22-20) a 15 minutos del final.
Fue entonces cuando Francia redobló esfuerzos e hizo un parcial de 3-0. Aprovecharon una inoportuna precipitación de España, que quiso cortar Valero Rivera con un tiempo muerto.
Abalo toma la responsabilidad
Todos dieron lo mejor de sí mismos, Hombrados en la portería, el equipo en defensa y contragolpe y la ventaja española en 25-21 a 10 minutos para la conclusión.
En ese periodo Luc Abalo tomó la responsabilidad en el equipo galo y el encuentro ganó en equilibrio con tres geniales acciones individuales suyas, pero España respondió con dos soberbios goles en inferioridad.
Las suspensiones de Jerome complicaron las cosas y los instantes finales fueron de extrema emoción. Hombrados le hizo una parada providencial a un tiro de rosca de Abalo y se llegó con un apretado 27-26 al último minuto, tras un polémico siete metros decretado contra España.
A falta de 33 segundos, una acción de astucia de Raúl Entrerríos la culminó Ugalde y acabó decidir el encuentro. La gesta estaba hecha. En los últimos compromisos, España había logrado tres empates con Francia. La última victoria data de 2008, con un 32-30 en el Torneo Internacional de España. Este 29-26 tiene un enorme valor para lanzar las aspiraciones de España en el Europeo de Serbia.