Francia acaba con Rusia (28-24) en diez minutos de inspiración en el Europeo de Balonmano
- La vigente campeona se impone (28-24) a Rusia con autoridad
- Francia despierta en el Europeo de Balonmano tras perder con España
Ficha técnica:
24 - Rusia: Grams; Kovalev (3), Shelmenko (2), Chernoivanov (-), Koksharov (2, 1p), Rastvortsev (1) e Ivanov (-) -equipo inicial- Bogdanov (ps), Filippov (-), Erokhin (-), Atman (2), Aslanyan (1), Chipurin (6), Dibirov (1), Igropulo (5) y Starykh (1)
28 - Francia: Omeyer; Abalo (2), Barachet (3), Narcisse (6), Fernandez (3), Guigou (1) y Bertrand Gille (4) -equipo inicial- Karaboue (ps), Dinart (-), Guillaume Gille (-), Joli (4p), Karabatic (1), Accambray (-), Detrez (-) y Bingo (4)
Marcador cada cinco minutos: 0-1, 0-5, 4-7, 5-11, 8-13 y 11-16 (Descanso) 14-18, 15-21, 16-22, 19-25, 21-26 y 24-28 (Final)
Árbitros: Horacek y Novotny (CZE). Excluyeron por dos minutos a Atman, Igropulo y Chernoivanov por Rusia; y a Narcisse por Francia.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la segunda jornada del grupo C de la primera fase del Campeonato de Europa de Serbia 2012 disputado en el Spens Arena de Novi Sad ante unos 4.500 espectadores.
La selección de Francia se repuso del varapalo que supuso su derrota ante España en el debut en el Europeo con una cómoda victoria (24-28) sobre Rusia, en un encuentro en el que a los galos les bastó con diez buenos minutos iniciales para dejar el triunfo perfectamente encarrilado.
Francia no da opciones
Tal y como anunció Nikola Karabatic en la previa, tras la derrota sufrida ante España era hora de despertar, y está claro que el gigante francés despertó, como confirmó el contundente 0-5 con el que Francia dominaba el marcador a los diez minutos de juego.
Una renta que, si bien no definitiva, permitió a los franceses encarrilar rápidamente un triunfo, que Rusia no tuvo opción de discutir en ningún momento a los de Claude Onesta.
Y eso que el seleccionador ruso, Vladimir Maximov, buscó y rebuscó todas las fórmulas posibles para intentar superar a un equipo francés que este miércoles sí fue intratable y recuperó las señas de identidad que le han permitido convertirse en el gran dominador del balonmano mundial.
Especialmente en defensa, donde los franceses maniataron a un conjunto ruso, que las pocas veces que pudo superar el 5-1 francés se encontró con un inspirado Thierry Omeyer, que sólo en la primera mitad realizó casi el triple de paradas que en todo el encuentro ante España.
Una solidez defensiva que permitió a Francia, que llegó a ganar hasta por ocho goles (8-16), alcanzar el descanso con una cómoda ventaja de cinco tantos (11-16) en el marcador.
Renta que los vigentes campeones olímpicos y continentales supieron conservar en una segunda mitad plagada de errores, que permitió a Francia sumar sus primeros dos puntos de la competición (24-28), pese al de nuevo gris encuentro de Karabatic, que sigue inmerso en su letargo.