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La India quiere una liga de estrellas casi cuarentonas

  • El país asiático prepara una miniliga nutrida de viejas glorias
  • Sorín, Hernán Crespo, Okocha, Fowler, Cannavaro o Pires están en su nómina
  • Fernando Morientes ha renunciado a participar a última hora

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Real Madrid's Cannavaro acknowledges the supporters after their Spanish first division soccer match against Real Mallorca at the Santiago Bernabeu stadium in Madrid
Fabio Cannavaro, en una imagen de archivo.

Veteranas estrellas como los argentinos Sorín y Hernán Crespo serán subastadas la próxima semana en la Premier Soccer League (PSL), una nueva miniliga india que quiere poner al país asiático en el mapa global del fútbol.

Junto a Sorín y Crespo, son el nigeriano Okocha, el inglés Fowler, el italiano Cannavaro y el francés Pires las cabezas de cartel en la puja que este lunes tendrá lugar entre los responsables de las seis franquicias que componen la PSL.

También iba a participar en el campeonato el ariete cacereño Fernando Morientes, quien sin embargo notificó a los organizadores hace pocos días que no podría desplazarse al país asiático por razones personales.

El torneo, que sigue los pasos de otros similares creados en EEUU, Japón o Catar, comenzará el 25 de febrero y se disputará durante siete semanas en Bengala (este), la región india donde más hierve la pasión futbolística en un país dominado por el críquet.

Según los datos ofrecidos por la empresa organizadora, primero habrá una liguilla con partidos cuatro días a la semana y después una fase final a la que accederán los cuatro mejores conjuntos.

La populosa ciudad de Calcuta y otras cinco localidades bengalíes -Barasat, Howrah, Haldia, Durgapur y Siliguri- serán las sedes de los equipos, cuyas franquicias se encargarán de desarrollar todos los aspectos logísticos y promocionales.

Jugadores casi cuarentones

Las figuras extranjeras, cuyas edades se acercan a la cuarentena, serán fichadas en la mencionada subasta por entre 500.000 y 800.000 dólares. A ellos se les unirá por un precio más bajo un elenco de jugadores internacionales de menor relumbrón procedentes de países latinoamericanos, africanos y asiáticos, y también futbolistas indios, incluidas jóvenes promesas menores de 21 años.

"Saben adónde van y les gusta el proyecto", dijo un portavoz de la empresa organizadora de la competición. Los combinados estarán dirigidos por entrenadores foráneos, algunos de ellos exjugadores célebres como el portugués Fernando Couto y el boliviano Etcheverry.

Los organizadores admiten que todavía se están perfilando muchos flecos, aunque coinciden en señalar que el campeonato servirá para dar un impulso al fútbol en la India.

"Esperamos una reacción tremenda de la comunidad internacional. Vamos a romper el hielo en la India", asegura Kumar Ganguly, secretario de la Asociación de Fútbol Indio, la federación bengalí que respalda el campeonato. "Será una buenísima influencia para la juventud. Bengala ha demostrado de sobra su afición por el fútbol", subrayó Ganguly.

La fuente agregó que los estadios, con aforos de entre 15.000 y 30.000 espectadores, "tendrán que ser renovados por las respectivas franquicias". La organización defiende que la PLS tiene el objetivo de crear una "nueva cultura, audiencia y mercado futbolístico", promocionar el "fútbol base" y levantar "infraestructuras de primera clase".

Dudas respecto a la organización

Algunos observadores han aireado, sin embargo, dudas acerca de la capacidad real para organizar un evento de esta envergadura en la India, una potencia emergente enchufada al alto crecimiento pero con enormes desigualdades sociales.

En el país todavía planea de hecho la sombra del sonado fracaso de los Juegos de la Commonweatlh de 2010 en Delhi, aunque este fiasco quedó en parte redimido con el aceptable primer GP de Fórmula Uno celebrado el pasado octubre en las afueras de la capital india.

Calcuta ya albergó con entusiasmo en septiembre un partido amistoso entre Venezuela y Argentina en el Salt Lake Stadium, el segundo más grande del planeta, lo cual hace creer que la miniliga de estrellas puede cosechar una buena reacción del público bengalí.

Las entradas costarán unas 100 rupias (2 dólares), un precio bajo para estándares occidentales aunque algo más alto de lo habitual en los partidos de la Primera División india, un torneo de estructuras semiprofesionales que apenas permite vivir a unos 300 jugadores.

La organización espera que las principales fuentes de ingresos sean los jugosos contratos televisivos, la mercadotecnia, la publicidad y los patrocinadores del campeonato, cuyos partidos tendrán "espectáculos atractivos" y "canciones excitantes".

El fútbol en la India, concentrado básicamente en el este y el sur del país, se ha abierto un mayor carril en los últimos años y son ya varios los equipos de elite que han apostado por patrocinar escuelas y campus formativos, el último de ellos el FC Barcelona.