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Isaac Cuenca amplía contrato con el Barcelona hasta 2015

  • El jugador firmará en las oficinas de la entidad el próximo martes
  • El Barça soluciona una de las renovaciones que más se le han resistido
  • El siguiente en entrar en negociaciones podría ser el técnico, Pep Guardiola

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El joven jugador del FC Barcelona, Isaac Cuenca.
El joven jugador del FC Barcelona, Isaac Cuenca.

El Barcelona se acaba de hacer con la continuidad de una de sus perlas, el joven atacante Isaac Cuenca, con el que ha llagado a un acuerdo para ampliarle el contrato hasta 2015, ha informado la entidad catalana.

El jugador firmará el compromiso en las oficinas de la entidad el próximo martes, día 31, con lo que el Barcelona pone fin a una de las ampliaciones de contrato que más se le han resistido, respecto a sus jóvenes promesas.

Una vez llegado a este acuerdo, el Barcelona pone fin a todos los contactos que tenía abiertos el vestuario azulgrana, a la espera que el siguiente en entrar en negociaciones sea el técnico, Josep Guardiola, quien se ha marcado una revisión de contrato año a año.

Biografía de Cuenca

Isaac Cuenca (Reus, Tarragona, 1991) no es una de esas promesas que han despuntado desde bien pequeños en La Masia, como algunos de sus compañeros en el primer equipo. Cuenca no fue un Messi, tampoco un Xavi, ni siquiera un Bojan. A él no solo lo rechazaron una vez, sino hasta en dos ocasiones.

Procedente del Espanyol, llegó al Barça a los once años. En una entrevista relataba por aquel entonces que su sueño era "ser un buen jugador de Primera División y jugar con el Barça. Y ganar la Copa de Europa y eso... cosas grandes". Cosas grandes como el póster del Dream Team de Cruyff que cuelga sobre el cabecero de su cama. Cosas grandes como la foto que se hizo junto a su ídolo Leo Messi a la salida de un entrenamiento, como un aficionado más del que más tarde sería su compañero de vestuario.

Cosas grandes que, sin embargo, parecieron por momentos inalcanzables, como cuando con trece años le dijeron que era demasiado pequeño, demasiado escuálido, incluso para un club en el que gozar de un físico diminuto es casi una virtud.

Falto de juego, Cuenca regresó a Reus y a los 16 fichó por la fecunda escuela de fútbol Damm. Y ahí volvió a llamar la atención del Barça. Él no lo dudó ni un momento.

Del juvenil azulgrana pasó al filial pero, de nuevo, se encontró con la obligación del exilio, esta vez a las puertas del primer equipo. El entonces técnico del Barça B, Luis Enrique, no lo veía suficientemente preparado y fue cedido al Sabadell. Un destierro que acabó siendo más grato de lo esperado, con un ascenso a Segunda División en el que fue uno de los jugadores fundamentales.

Aún así, un año antes, Guardiola ya se había fijado en aquel mediapunta de piernas delgadas que hacía del balón una extensión natural de su cuerpo y, del regate, una forma de vida.

Pese al año mágico en la Nova Creu Alta, Cuenca decidió intentarlo de nuevo en can Barça y a la tercera fue la vencida. Empezó la temporada en el filial y, por fin, el 20 de octubre de 2011, debutó con el primer equipo en Granada, el décimo octavo jugador de la cantera que lo hacía a las órdenes de Pep.

En ese ascenso vertiginoso, no tardó en estrenarse como goleador, en la siguiente jornada ante el Mallorca. El 1 de noviembre debutó en Liga de Campeones ante el Viktoria Pilsen y, dos días después, fue convocado por primera vez para un partido de la selección española sub-21. Acabará el curso en el primer equipo azulgrana.

"Sé que físicamente no gusta mucho a las chicas, pero en el campo lo hace que te cagas, hace su trabajo a la perfección", bromeó su técnico tras un partido, refiriéndose a Cuenca. La última perla de La Masia. El último en enamorar a Pep Guardiola.