España no encuentra ánimo ni fortuna para ganar el bronce en el Europeo de Balonmano
- España pierde por 27-31 con Croacia y se queda en la cuarta plaza
- Los de Valero Rivera no encuentran su línea de juego y lo pagan caro
Ficha técnica:
31 - Croacia: Alilovic; Cupic (7, 3p), Kopljar (4), Duvnjak (-), Lackovic (7), Nincevic (4) y Vori (6) -equipo inicial- Losert (ps), Balic (1), Gojun (1), Horvat (-), Vukovic (1), Batinovic (-), Bicanic (-), Buntic (-) y Musa (-)
27 - España: Sierra; Víctor Tomás (4), Gurbindo (1), Guardiola (-), Morros (-), Alberto Entrerríos (1) y Ugalde (-) -equipo inicial- Hombrados (ps), Roberto García (3,1p), Maqueda (1), Raúl Entrerríos (1), Sarmiento (7), Cañellas (1), Romero (6, 5p), Juanín García (-) y Aginagalde (2)
Árbitros: Geipel y Helbig (GER). Excluyeron por dos minutos a Gojun, Kopljar, Cupic, Nincevic y Musa por Croacia; y a Maqueda y Morros por España.
Incidencias: Beogradska Arena, ante unos 7.000 espectadores.
España perdió con Croacia (27-31) en la final por la medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Balonmano. El cuarto puesto no refleja los méritos españoles en esta competición, pero, en el encuentro decisivo por la medalla, a España le faltaron muchas de las virtudes exhibidas con anterioridad y lo pagó muy caro.
España, sin chispa
España lo intento todo, pero tardó 25 minutos en quitarse el peso psicológico de la derrota en semifinales y la fortuna tampoco le sonrió. Los de Valero Rivera no tuvieron la intensidad acostumbrada en el arranque del partido y se vieron con un 4-2 en contra en los primeros cinco minutos.
Faltó vida, intensidad y concentración, por lo que Lackovic y Vori metieron el dedo en la llaga ante un conjunto con errores en defensa y en ataque, donde solo Iker Romero atinó desde los siete metros.
Hubo un atisbo e reacción, con 4-6, cuando Maqueda marcó y provocó la primera superioridad española. Sin embargo, funcionó mejor la defensa en 6-0 croata que la española.
Se acumularon pérdidas, fallos en ataque, lentitud de circulación e imprecisiones, que alejaban a España del buen rumbo exhibido en la competición. Con malas sensaciones se llegó con 4-9 a los 15 minutos de juego.
La solución Sarmiento
Valero Rivera intentó cortar la sangría, pidió tiempo muerto y metió a Dani Sarmiento para abrir la sólida defensa rival. No obstante, a sus pupilos seguían sin salirle las cosas y a los 20 minutos el marcador señaló 5-10 contra España.
El combinado nacional se frenó del minuto 16 al 22, momento clave del partido. La solución Sarmiento comenzó a funcionar y dos goles suyos, unidos a tres de Víctor Tomás le dieron la vuelta al panorama.
Croacia acusó un cierto bajón físico, que agigantó España, mucho más entonada en su juego. Así se llegó al descanso con 12-13 y las aspiraciones intactas, a pesar de todo lo sufrido.
El inicio del segundo tiempo fue una declaración de intenciones de España. Sarmiento asistió a Aguinagalde, que empató el partido (13-13) a los 20 segundos.
Cruel final de torneo
Se sobrepuso Croacia a la sorpresa inicial y de nuevo Vori y Lakovic pusieron distancia (17-14) momento en el que se lesionó Víctor Tomás para añadir problemas a los españoles. Una acción que trajo consecuencias muy negativas para la selección, casi un hecho clave en el desarrollo del partido.
Una cierta doble vara de medir de los árbitros elevó la desventaja (20-16) en el minuto 40. La individualidad croata superó al bloque español, con Cupic y Balic echando sal en la herida.
Dani Sarmiento intentó volver a tirar del carro, pero los de Valero Rivera no encontraban el modo de frenar en defensa a los croatas, quienes supieron administrar su ventaja de cuatro goles.
En el último cuarto de hora, España trató con todas sus fuerzas volver a meterse en el choque, pero las pérdidas de balón se reprodujeron.
Otro siete metros de Iker Romero (24-26) mantuvo la fe española en conseguir un triunfo a última hora, pero Alilovic paró otro de García Parrondo y dos tantos más de los croatas sentenciaron el choque, hasta ese 27-31 final.
Un cruel final de torneo para España, cuyos errores en momentos muy concretos de la competición significaron pagar el alto precio de quedarse en cuarta plaza. Ahora a pensar en el preolímpico de Alicante.