Contador, otro mito del olimpo del ciclismo destrozado
- Segundo corredor desposeído del Tour de Francia en los despachos por dopaje
- Floyd Landis perdió el Tour de 2006 por un positivo por testosterona
- Rueda de prensa de Contador en directo, martes, 19:30h, en 24h y RTVE.es
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Alberto Contador, cuya reacción a la sanción de dos años del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) conoceremos este martes, se ha convertido en el segundo hombre que pierde el triunfo final en los 109 años de existencia del Tour de Francia, salvo un oscuro caso allá por 1904, que no merece comparación ya que no fue por dopaje. [Rueda de prensa de Contador en directo, martes, 19:30h, en 24h y RTVE.es]
Los posibles caminos de Contador
Alberto Contador ha empleado estas últimas horas para digerir y analizar los términos de la sentencia del TAS y en breve ofrecerá sus razones, su punto de vista y lo que vaya a hacer en el futuro: recurrir a la justicia ordinaria, asumir la sentencia y volver a lograr triunfos a partir de agosto o retirarse, son los caminos.
Con Alberto Contador el TAS se ha limitado a aplicar con rigor la dura, durísima ley antidopaje de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que a veces da la sensación de hacer que paguen justos por pecadores, con tal de no dejar un resquicio al tramposo.
El TAS concede mayor credibilidad a la versión de la UCI que a la del ciclista sobre cómo llegó hasta su cuerpo esa mínima cantidad de clembuterol, hecho objetivo y que nadie ha discutido. Otra cuestión, que ahora no está en causa, es si los controles deben hacerse de forma cualitativa o cuantitativa.
Hasta el pasado 6 de febrero, solo Floyd Landis había perdido un Tour, el de 2006, en los despachos, por un positivo por testosterona. Aunque en aquella ocasión quedó claramente establecida la culpabilidad del ciclista y el triunfo pasó manos de Óscar Pereiro.
Una larga historia de problemas
Hay otros dos ciclistas que perdieron el jersey de líder antes de concluir la carrera. El belga Michel Pollentier fue expulsado en Alpe d'Huez en el Tour de 1978, por su tentativa de fraude en un control antidopaje cuando lucía el jersey amarillo.
El propio Contador "se benefició" de la expulsión de carrera del danés Michael Rasmussen, cuando iba líder a falta de cuatro días para terminar el Tour de 2007. Rasmussen se saltó cuatro controles antidopaje fuera de competición (el máximo permitido es de tres) y mintió sobre su paradero, lo que llevó al Tour y a su equipo a excluirlo.
Rasmussen no ha perdido la ocasión de opinar sobre el asunto y le ha dicho al periodico danés Ekstra Bladet : "Un niño de 12 años podía haber dictado sentencia en poco tiempo. Las reglas dicen con claridad meridiana que da igual de dónde venga la sustancia ilegal. Cuando hay una prueba de dopaje, tiene que significar sanción".
Otro español, Pedro Delgado, estuvo a punto de pasar por un trance semejante, cuando le sacaron el asunto del Probenecid, un diurético enmascarador de esteroides, que le encontraron en un análisis y que casi le costó el triunfo en el Tour de 1988.
Los vericuetos legales y los problemas de dopaje salpican desde lejos los historiales de las grandes pruebas ciclistas. Así, en la Vuelta a España fue famosa la triste edición de 1982, en la que Ángel Arroyo y el añorado Alberto Fernández perdieron a posteriori su primera y tercera plazas respectivas.
Más recientemente, Roberto Heras perdió el triunfo en la ronda nacional de 2005 y el bejarano aún pelea en los despachos que se le reintegre la que sería su cuarta Vuelta a España. En el limbo legal se encuentra Ezequiel Mosquera, en espera de que alguien le diga si está suspendido, absuelto o sancionado por el positivo que le hizo perder la segunda plaza en la Vuelta de 2010.
Merckx también cayó
Es enorme la cantidad de casos, más o menos similares que enturbian el ciclismo y que han llegado a suponer que el más grande de los ciclistas, Eddy Merckx, exclame que "alguien quiere la muerte del ciclismo".
No fue ajeno el "canibal" a la expulsión del Giro de 1969, aunque Merckx siempre afirmó su inocencia y el positivo se achacó a una conspiración mafiosa.
El de Merckx fue el primer gran caso en una de las tres grandes. En la última década 14 de los 24 hombres que subieron al podio en el Giro han tenido o tienen problemas con el dopaje. Solo a Contador se le despoja del título.
En la Vuelta, casi la mitad de los homenajeados en Madrid no han salvado controles antidopaje en algún momento de su carrera. Y en el Tour prácticamente han sido la mitad, con los casos Floyd Landis y el austriaco Bernhard Köhl, desposeído de la tercera plaza en 2008, como hechos más destacados.
Demasiados casos, demasiados problemas, demasiados puntos oscuros que ensucian la imagen del ciclismo. Al último de ellos intentará responder esta tarde Alberto Contador.
El de Pinto no ha logrado convencer al TAS sobre la involuntariedad o accidentalidad de la presencia del maldito clembuterol en su cuerpo; sin embargo, Contador tiene edad, fuerza y calidad como para volver por la puerta grande del ciclismo y seguir logrando victorias en grandes pruebas, tras pasar sin problemas uno y mil controles antidopaje.