El Atlético no falla frente al Silkeborg (31-27)
- El conjunto madrileño se ha impuesto por 31-27 al Bjerringbro-Silkeborg danés
- Si vence el domingo al Füchse de Berlín, se asegurará la primera plaza del grupo
Ficha técnica:Ficha técnica:
31 - Atlético de Madrid: Hombrados; Roberto García (1), Lazarov (6, 1p), Chema Rodríguez (2), Markussen (2), Kallman (5) y Aginagalde (3) -equipo inicial- Antonio Díez (ps), Abalo (2), Guardiola (1), Cañellas (6, 1p), Jurkiewicz (2), Davis (-) y Edu Fernández (1)
27 - Bjerringbro-Silkeborg: Green; Kirkegaard (5), Mads Nielsen (2), Kasper Nielsen (-), Madsen (-), Zvizej (3) y Schilling (1) -equipo inicial- Landin (ps), Olafsson (1), Lie Hansen (1), Lauge (3), Arrhenius (4), Baagoe (1) y Kristiansen (6)
Marcador cada cinco minutos: 3-3, 5-7, 8-9, 12-12, 13-12 y 15-13 (Descanso) 18-15, 23-18, 24-21, 27-22, 30-25 y 31-27 (Final)
Árbitros: Eliasson y Gudjonsson (ISL). Excluyeron por dos minutos a Aginagalde por el Atlético de Madrid; y a Madsen, Olafsson, Kasper Nielsen y Arrhenius por el Bjerringbro-Silkeborg.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la octava jornada del grupo B de la primera fase de la Liga de Campeones disputado en el Palacio de Vistalegre ante 3.845 espectadores.
El Atlético de Madrid dio un paso de gigante para asegurarse definitivamente el primer puesto del grupo, lo que logrará de manera matemática se vence el próximo domingo en Vistalegre al Füchse de Berlín, tras imponerse por 31-27 al Bjerringbro-Silkeborg danés, en un choque en el que de inicio los madrileños se mostraron demasiado condescendientes.
Como si la sorprendente derrota del Veszprem, que aclara todavía más si cabe el camino de los rojiblancos para asegurarse la primera plaza del grupo, hubiera actuado como un bálsamo, los pupilos de Talant Dujshebaev arrancaron el duelo con un notable exceso de relajación.
Especialmente en defensa, donde ausente el francés Didiert Dinart por decisión técnica, el Atlético naufragó ante un conjunto danés, que pese a contar por derrotas todos sus partidos en la Liga de Campeones, cuenta en sus filas con jugadores de la talla del central Rasmus Lauge.
Un inteligentísimo jugador como ya pudo comprobar España en las semifinales del pasado Europeo, que no desaprovechó lanovedosa presencia de Julen Aginagalde en el lateral de la defensa atlética para exhibir su tremendo lanzamiento.
Lo mismo que Simon Kristiansen que sacó a la luz todas carencias defensivas del gigantón Nikolaj Markussen, incapaz de frenar en todo momento a su compatriota, que acabó, con cuatro tantos, como máximo goleador del Bjerringbro-Silkeborg en la primera parte.
Problemas defensivos que permitieron a los daneses, que se permitió el lujo de prescindir durante todo el encuentro de su máxima estrella, el portero Niklas Landin, lograr una máxima ventaja de tres tantos (4-7) a los nueve minutos de juego.
Una renta que tardó en diluirse lo que el Atlético tardó en poner en funcionamiento a su "segunda unidad", en la que Cañellas, Jurkiewicz y Guardiola dieron a los madrileños la solvencia defensiva de la que habían carecido hasta entonces.
El Atlético, al ataque
Con Cañellas delante Kristiansen dejó de tener una vía directa hacia el gol, lo mismo que Lauge, a quien Guardiola no le concedió los espacios de lo que había gozado con Aginagalde, lo que obligó al joven danés a refugiarse en el central, donde se topó con un Jurkiewicz inconmensurable.
Una circunstancia que permitió al Atlético dotar, por fin, de velocidad a un ataque, que había vivido hasta entonces de los latigazos del macedonio Kiril Lazarov, todo un seguro de vida juegue su equipo bien o mal.
Protagonismo ofensivo en el que no tardó en tomar el relevo al balcánico el central Joan Cañellas, que con sus tres tantos permitió al Atlético dar definitivamente la vuelta a un marcador, que señalaba al descanso un 15-13 favorable a los rojiblancos
Una renta que los madrileños lograron aumentar, pese a la insistencia de Talant Dujshebaev por situar a jugadores pocos habituales en el eje de la defensa, en el arranque de la segunda mitad, gracias al acierto del portero José Javier Hombrados.
El capitán atlético que ya estuvo extraordinario el pasado miércoles en Liga ante el Torrevieja, volvió a ser determinante para que los madrileños se disparasen en el tanteador (23-18) a los diez minutos de la reanudación.
Ventaja que los rojiblancos se empeñaron dejarse recortar con un serie de desafortunados lanzamientos, que el hoy titular Jannick Green no tuvo el más mínimo problema para atajar, para situar al Bjerringbro-Silkeborg a tan sólo tres tantos (24-21) en el marcador.
Un amago de remontada que el Atlético logró abortar definitivamente con el regreso a la pista de Cañellas y Jurkiewicz, así como de un Luc Abalo, que con unos de sus ya habituales espectaculares acciones devolvió a los locales los cinco goles de ventaja (27-22) a diez minutos del final.
Cifra que dejó a juicio de Dujshebaev sentenciado ya el encuentro, por lo que no dudó en poner sobre la pista al portero juvenil Antonio Díez, que en los cinco minutos que dispuso volvió a mostrar muy buenas maneras.
Como las que siempre muestra Joan Cañellas, que volvió a ejercer tanto en ataque como en defensa de líder de un Atlético, que prácticamente se aseguró la primera plaza del grupo tras imponerse definitivamente por 31-27 al conjunto danés.