El Rangers entra en concurso de acreedores y pierde 10 puntos en la Liga
- Además, esta decisión le otorga el título al Celtic
- El equipo se queda a 14 puntos de su rival histórico, el Celtic
El club de fútbol Glasgow Rangers ha entrado en suspensión de pagos, por lo que será sancionado con la pérdida de 10 puntos en la liga escocesa.
El club ha nombrado a la firma londinense 'Duff and Phelps' como administradora de la entidad, después de que la Hacienda del Reino Unido (HM Revenue and Customs) perdiera en los tribunales su opción de nombrar a un administrador.
El campeón escocés entregó la documentación legal para ser gestionado por un administrador externo ante el tribunal civil Supremo de Escocia el pasado lunes, ante la imposibilidad de hacer frente a las deudas que acumula la entidad.
El equipo más laureado de Escocia está a la espera de una decisión judicial que podría acarrearle un coste de 49 millones de libras (casi 60 millones de euros), y el actual propietario del club, Craig Whyte, ya había advertido hace pocos días de que semejante desembolso obligaría al club de Glasgow a declararse en suspensión de pagos.
La sanción de 10 puntos en la liga escocesa deja al Rangers a 14 de su rival histórico y líder del campeonato, el Celtic, también de Glasgow, cuando se llevan disputadas 26 jornadas del torneo.
Además, el próximo encuentro de liga, frente al Kilmarnock, podría quedar en el aire en caso de que la situación económica del Rangers le incapacite para afrontar los gastos de seguridad del estadio.
La policía de Glasgow ha señalado en un comunicado que está a la espera de "reunirse urgentemente con los administradores para asegurar que los pagos por la tarea policial en los futuros encuentros del Rangers están garantizados".
La secretaria de Estado de Deportes británica, Shona Robison, señaló que se trata de "una situación preocupante para todos los que están involucrados en el fútbol escocés".
"Los administradores deberán iniciar ahora un proceso de asesoramiento para encontrar una salida que proteja los intereses del club, sus trabajadores, sus aficionados y el deporte del fútbol en general en Escocia", afirmó Robison.