El triunfo del Madrid de baloncesto en Copa anuncia un ciclo espectacular en la ACB
- Los blancos suben el escalón que les faltaba: los títulos
- Refuerzos en la plantilla y mejoría de otros jugadores, claves
- Laso convence como sustituto de Ettore Messina en el banquillo
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La afición madridista está de enhorabuena tras el triunfo de su equipo en la final de la Copa del Rey de baloncesto, y frente al eterno rival, para más 'inri'. Victoria del Real Madrid sobre el Regal Barcelona por 91-74 en el Palau Sant Jordi de la Ciudad Condal. Pero sería precipitado dejarse por los cantos de sirena del cambio de ciclo.
¿Nuevo ciclo? Tal vez, pero madridistas y culés suelen interpretarlo como una alternancia en el predominio. Una visión muy optimista con lentes de colores: el blanco y el azulgrana. El cambio no es relevo, sino algo más complejo.
Los aficionados al "ba-lon-ces-to" deben estar de enhorabuena por el regreso del Madrid al club de los verdaderos aspirantes a ganar títulos, un club del que nunca se bajó el Caja Laboral, en España, y otros como Panathinaikos, CSKA o Montepaschi en Europa.
El binomio Barça-Madrid -o Madrid-Barça, como se prefiera- no tenía en el baloncesto la misma relevancia que en el fútbol. Siguen siendo los clubes más laureados del 'basket' español, pero en los últimos años el proyecto baloncestístico de los merengues tenía colgado el cartel de "en construcción".
Florentino Pérez lo intentó con un técnico ganador como Ettore Messina, una especie de Mourinho del baloncesto europeo. Pero los paralelismos con el fútbol no funcionan. El italiano no tuvo 'feeling' con el vestuario y se acabó marchando con un sabor agrio: presentó su dimisión tras una derrota vergonzante en la Euroliga frente al Montepaschi, mostrando su disgusto con la actitud de la plantilla.
En ese partido el Madrid ya no se jugaba el pase al 'Top 16' de la competición, porque estaba matemáticamente clasificado. Pero fue el detonante de un divorcio que se venía gestando meses atrás a raíz de una semifinal de Supercopa vergonzante: Barça 89-55 Madrid.
Messina sustituyó años antes al técnico de confianza de Ramón Calderón, anterior presidente, que era Joan Plaza. Con el actual director de banquillo de Cajasol Banca Cívica el Madrid logró su última Liga ACB hasta la fecha, la de 2006-2007.
Un lustro sin ganar el torneo de la regularidad, y más aún sin ganar la Euroliga: desde 1995. El año pasado el equipo se clasificó para la Final Four de Barcelona, a pesar de la marcha de Messina. Dirigidos por Lelle Molin, los blancos no pasaron de la semifinal contra el Maccabi, aunque nadie apostaba por ellos visto el potencial de rivales como el Panathinaikos, el campeón.
Llega Pablo Laso
Y llega Pablo Laso, un entrenador fogueado en el Lagun Aro y con pasado merengue como base. El vitoriano no fue recibido con demasiado entusiasmo, pero sus métodos han calado gracias a un baloncesto ofensivo que ha convertido al Madrid en el mejor ataque de la ACB.
Parte de su éxito se lo debe a la aportación de los 'ÑBA' Rudy Fernández y Serge Ibaka. El cierre patronal de la Liga estadounidense permitió a la afición madridista disfrutar de las acciones de dos grandes figuras del baloncesto español y campeones del Eurobasket.
Pero con su reincorporación a la NBA se vio también que el equipo era algo más, y se destaparon jugadores incorporados como Jaycee Carroll, decisivo en la pasada final de Copa, Martinas Pocius, que lo fue en el 'clásico' de Liga y el refuerzo invernal, Kyle Singler.
Otro mérito es la 'resurrección' de jugadores señalados en la época de Messina, caso de Velijkovic y Begic, que han aportado solidez en el juego interior. Ayudas para quienes llevan el peso del equipo, los galones. Responsabilidad que recae en los españoles Sergio Llull, 'MVP' de Copa, Felipe Reyes, Sergio Rodríguez y Carlos Suárez.
Incluso ha disfrutado de minutos un canterano como Jorge Sanz, por no hablar de la consolidación de la 'perla' de la fábrica madridista, Nicola Mirotic.
Por supuesto que la fortuna también ha ayudado a que todos esos factores confluyeran en un proyecto que años después, en concreto 19, ha sido capaz de demostrar que es un equipo ganador de un torneo como la Copa del Rey de la ACB.