Brasil "no acepta más" a Valcke como interlocutor de la FIFA para el Mundial
- El Gobierno brasileño responde a las críticas del secretario general de la FIFA
- "Son expresiones impropias, ofensivas e inaceptables", asegura en Brasil
- Romario lo tacha de "maleducado" pero le da la razón en las críticas
El ministro de Deporte de Brasil, Aldo Rebelo, ha anunciado este sábado que el Gobierno de Dilma Rousseff no "acepta más como interlocutor" al secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, después de que este afirmase que el país precisa "una patada en el trasero" para acelerar las obras necesarias para el Mundial de 2014.
"Son expresiones impropias para tratar de las relaciones entre esa entidad y un país" y "dadas las palabras usadas", que calificó de "ofensivas" e "inaceptables", Brasil comunicará a la FIFA que ya no acepta a Valcke como "interlocutor", declaró Rebelo en rueda de prensa.
En declaraciones ofrecidas este viernes en Londres, que han tenido una amplísima repercusión en la prensa brasileña, Valcke criticó los atrasos en las obras de estadios e infraestructura y las demoras del Congreso en aprobar la ley que regulará todo lo relacionado con el próximo Mundial.
En su afirmación más polémica, consideró que los responsables de la organización del Mundial deberían recibir "una patada en el trasero" para "comenzar a trabajar" y superar esos atrasos.
Romario lo tacha de "maleducado" pero le da la razón
Por su parte, el diputado y exfutbolista brasileño Romario de Souza Farías ha calificado de "maleducado" al secretario general de la FIFA, Jérome Valcke. "Considero que esa expresión ha sido, por lo menos, maleducada", pero Valcke "tiene cien por ciento de razón cuando dice que Brasil está atrasado", escribió Romario en su cuenta en la red social Twitter.
Romario, quien integra una comisión parlamentaria que discute la ley que regulará el Mundial, señaló que la declaración de Valcke en el sentido de que los parlamentarios "deben trabajar", no vale en particular para él, pero "sí para muchísima gente" en el Congreso.
No obstante, el exfutbolista reiteró su rechazo a varias de las exigencias que ha planteado la FIFA y generado polémica, como es el caso de la venta de cerveza en los estadios, que en Brasil está prohibida por ley. "Vuelvo a afirmar que la FIFA no puede estar por encima de la soberanía de Brasil, por la que seguiré luchando en el Congreso", apuntó Romario.