Enlaces accesibilidad
Atletismo | Mundiales pista cubierta

Ashton Eaton bate el récord del mundo de heptatlón en los Mundiales de pista cubierta

  • La plusmarca llega un día después de que se batiera también en féminas
  • Eaton se embolsa 90.000 dólares con el récord y la victoria
  • El estadounidense Justin Gatlin se redime con el oro en 60 metros

Por
Eaton bate el récord del mundo de héptatlon

El estadounidense Ashton Eaton culminó su progresión en el heptatlón de los campeonatos del mundo con un nuevo récord mundial de la prueba combinada (6.645 puntos) que mejora en 77 su anterior plusmarca, conseguida el año pasado.

Un día después de que la ucraniana Natallia Dobrynska rompiera por primera vez en la historia la barrera de los 5.000 puntos (5.013) en la combinada femenina bajo techo (pentatlón), el estadounidense Ashton Eaton llegó a la última prueba del heptatlón con el récord casi asegurado.

Después de su magnífico salto en pértiga (5,20), a Eaton le bastaba con correr en 2:39.63 los 1.000 metros -última de las siete disciplinas- para embolsarse, como Dobrynska, 90.000 dólares: 50.000 por en récord y 40.000 por la victoria.

Se permitió el lujo de ganar también la última carrera en 2:32.77, añadiendo 955 puntos a su cosecha. La medalla de plata fue para el ucraniano Oleksiy Kasyanov (6.071) y la de bronce para el ruso Artem Lukyanenko (5.969).

Gatlin se redime

El estadounidense Justin Gatlin, campeón olímpico de 100 metros en 2004 y doble campeón mundial en 2005 antes de cumplir cuatro años de suspensión por dopaje, culminó su redención con la medalla de oro en 60 metros en la penúltima jornada de los Mundiales en pista cubierta.

Gatlin tuvo dos encontronazos con la justicia antidopaje. En 2001 dio positivo por anfetaminas en los nacionales júnior pero la IAAF le levantó el castigo de dos años tras admitir que fue culpa de un medicamento para tratarse una enfermedad, pero en 2006, después de igualar el récord mundial de 100 con 9.77, dio positivo por testosterona y fue suspendido por cuatro años.

El costarricense Nery Brenes, cuarto en los dos Mundiales anteriores, dinamitó la final de 400 con una impetuosa vuelta final que le dio el triunfo con 45.11, la primera medalla -y de oro- de su país en la historia de los Mundiales bajo techo.

Le acompañaron en el podio dos bahameses, Demetrius Pinder (45.34) y el defensor del título, Chris Brown (45.90), mientras que el granadense Kirani James, que en 2011 se proclamó en Daegu campeón mundial al aire libre con 18 años, llegó hoy el último (46.21).

En la final femenina de 400, Sanya Richards, campeona mundial al aire libre en 2009, regresó a la cima con un triunfo autoritario. Dominó la carrera de principio a fin y acabó en 50.79, casi un segundo por delante de la rusa Aleksandra Ferodiva (51.76), que relegó al tercero a la estadounidense Natasha Hastings (51.82).

El marroquí Abdalaati Iguider cambió la plata de hace dos años por el oro en la final de 1.500, dejando un murmullo de decepción en el estadio al doblegar con un registro de 3:45.21 a Ilham Tanui Ozbilen, nombre turco del ex keniano William Tanui.

Da Silva, oro en longitud

El brasileño Mauro Vinicius da Silva, que había logrado la mejor marca mundial del año en la calificación de longitud, confirmó su excelencia con la medalla de oro gracias a su segundo mejor salto, idéntico al ganador (8,23), puesto que el australiano Henry Frayne había logrado igual marca en la sexta y última ronda.

La australiana Sally Pearson, atleta mundial del año 2011 para la IAAF, ganó sin oposición la final de 60 metros vallas con 7.73, el mejor registro mundial de la temporada. Segunda fue la británica Tiffany Porter en 7.94.

Otra atleta del Reino Unido -cubana de origen-, Yamilé Aldama, de 39 años, se alzó con la medalla de oro en triple con su salto de 14,82 metros de la segunda ronda, dejando a la defensora del título, la kazaka Olga Rypakova, un consuelo de plata con 14,63. Completó el podio la cubana Mabel Gay (14,29), que en su penúltimo salto arrebató el bronce por un centímetro a su compatriota Yargeris Savigne, dos veces campeona mundial al aire libre.

En la final femenina de 1.500, la etíope Genzebe Dibaba, cuyo solo apellido intimida, logró su primer grande en 4:05.78, exactamente dos segundos más rápida que la segunda, la marroquí Mariem Alaoui, mientras que Asli Cakir tuvo el honor de dar al país anfitrión su primera medalla en la historia de los mundiales.

En pértiga, el francés Renaud Lavillenie, campeón de Europa, venció con la mejor marca mundial del año 5,95 y cerró el concurso atacando, sin éxito, una vez 6,00 y dos 6,02, altura que ya superó el año pasado (6,03). Le acompañaron en el podio, con la misma marca de 5,80, el alemán Bjorn Otto y el estadounidense Brad Walker.

La estadounidense Chaunte Howard-Lowe se llevó el triunfo en una devaluada final de altura con una marca de 1,98. Cinco atletas, todas con 1,95, se repartieron los puestos siguientes, pero las medallas fueron para la rusa Anna Chicherova, campeona mundial al aire libre, que se quedó con la plata por segunda vez, y para la feroz competidora italiana Antonietta di Martino, el bronce.

En peso, la eterna batalla entre la neozelandesa Valerie Adams, campeona olímpica y mundial, y la bielorrusa Nadzeya Ostapchuk, defensora del título, volvió a inclinarse del lado de la primera, que se llevó el concurso con nuevo récord de Oceanía (20,54), frente a los 20,42 de su adversaria.