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Liga de fútbol | Real Madrid 1-1 Málaga

Cazorla enciende la Liga con un golazo en el Bernabéu

Por
El enfado de Mou y Cristinano

Ficha técnica:

1 - Real Madrid: Casillas; 'Lass', Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso, Özil (Granero, m.85); Kaká (Callejón, m.67), Cristiano Ronaldo y Benzema (Benzema, m.86).

1 - Málaga CF: Caballero; Sergio Sánchez, Mathijsen, Weligton, Monreal; Joaquín (Seba Fernández, m.73 ), Demichelis, Camacho, Isco (Van Nistelrooy, m.57), Cazorla; y Rondón (Eliseu, m.57).

Goles:

1-0, m.35: Benzema.

1-1, m.90: Cazorla.

Minuto 92, falta a tres metros del área del Real Madrid, Cazorla pone el balón en la escuadra y la Liga española que parecía sentenciada se vuelve a poner al rojo vivo. El gol del asturiano en el descuento igualó (1-1) un choque en el que mandaba el equipo local gracias al gol de Benzema en la primera parte. [Estadísticas del partido]

Un Bernabéu caliente como quería Mourinho ha sido testigo de un partido atípico ya que su equipo no suele perdonar al rival. El empate deja ahora la diferencia del líder con el segundo clasificado, FC Barcelona, en ocho puntos.

El partido comenzó con un bonito gesto del equipo blanco que saltaba al campo con camisetas de ánimo para Abidal y Muamba.

La importancia del partido exigía que el Madrid se pusiera las pilas desde el principio y por eso salieron a presionar arriba al Málaga. Pero el equipo de Pellegrini sabe tocar el balón en un escenario como el madrileño y los primeros ‘huys’ los arrancó Rondón en dos jugadas que Casillas desbarató, una parando abajo el disparo y la otra saliendo fuera del área.

El equipo andaluz sabía como hacer daño, pocos equipos han pasado por el Bernabéu y le han discutido como el Málaga la posesión de balón. El problema es que al Madrid no le puedes perdonar y, si lo haces, estás obligado a finalizar las jugadas para evitar los contragolpes merengues.

Cuando no se hace eso se paga y eso es lo que le pasó al Málaga cuando a falta de 10 minutos para el final de la primera parte se vio superado por la jugada individual de Cristiano Ronaldo. El portugués sorprendió a todos en la banda izquierda y sacó un centro magistral que remató a placer y de cabeza Benzema.

La falta de justicia en el fútbol y el desgaste físico convirtió al Málaga en un conjunto diferente. Como un boxeador que se levanta en el ring y aguanta de pie hasta que sonara la campana, así se encontró el Málaga hasta que Ayza Gómez señaló el camino de los vestuarios.

El Madrid perdonó inusualmente en la segunda mitad

El descanso le vino al púgil andaluz como un bálsamo con el que aclarar sus ideas. Las embestidas llegaron sobre la portería de Caballero. Primero se lió solo Benzema a los cinco minutos de la reanudación cuando encaraba al portero y la segunda la sacó el guardameta argentina a tiro de Cristiano en el minuto 60’.

Pellegrini consideró que había que mover pieza e introdujo a Van Nistelrooy por Rondón y a Eliseu por Isco. No parecía un movimiento acertado ya que Isco había sido uno de los mejores de su equipo hasta entonces peroel extremo portugués aportó velocidad al ataque y el holandés infundió el respeto suficiente a la defensa blanca.

Mourinho por su parte metió en el campo a Callejón en sustitución de Kaká y el gran beneficiado del cambio fue el alemán Özil. El cerebro zurdo abandonó la banda derecha y se desplazó al centro. De sus pies nacieron grandes triangulaciones que no acertaron en convertir en el segundo gol ni Benzema ni Cristiano Ronaldo.

Pasaban los minutos y el Málaga no quería rendirse, poco a poco fue haciéndose con el partido y el nerviosismo por la posibilidad del empate se olía en Chamartín.

Mourinho no paraba de moverse en su zona técnica, hizo los cambios de Granero e Higuaín por Özil y Benzema, y tuvo el mal presagio (como todo el estadio) de que esa falta de Granero al borde del área en el descuento pintaba mal.

La falta acabó en el gol del empate y en un partido que se le escapaba a un equipo que no acostumbra a experimentar esa sensación.

Al líder le espera ahora El Madrigal y la Real Sociedad en casa. Más duras parecen a priori las visitas que el equipo de Mourinho tiene que hacer aún al Reyno de Navarra, Vicente Calderón, San Mamés y Nou Camp.