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El frío de las gradas del Bernabéu

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Mourinho, entrenador del Real Madrid, saludado por el holandés del Málaga, Van Nistelrooy
Mourinho, entrenador del Real Madrid, saludado por el holandés del Málaga, Van Nistelrooy

Lejos de atender los deseos del técnico portugués del Real Madrid, José Mourinho, que pidió antes del encuentro liguero contra el Málaga el apoyo de la grada y "empatía" hacia los jugadores, que "viven momentos difíciles durante los partidos" tras los pitos dedicados a Kaká en Liga de Campeones, los aficionados del conjunto blanco han repetido comportamiento.

El Bernabéu sigue igual. La petición de ayuda de Mourinho cayó en saco roto salvo para el fondo donde se sitúan los aficionados ultras, que no paró de animar en el empate a 1-1 ante el Málaga y en momentos del partido consiguió despertar al resto de la grada.

Los aficionados merengues llevan en su adn la grandeza histórica de un club al que siempre han respetado por encima de jugadores geniales o entrenadores temperamentales. Quien paga manda, Mourinho debe recordar que él cobra y debe tener la certeza de que la inteligencia colectiva madridista nunca tirará piedras sobre su propio tejado.  Los días de fútbol-pasión llegarán a Chamartín de la mano de la necesidad.

Kaká vuelve a ser pitado

Pero la crítica a sus jugadores sigue intacta. El momento en el que más claro se mostró este descontento fue en el minuto 19, cuando Kaká erró una asistencia en un buen contraataque hilvanado por los madridistas y fue pitado por el público. No sería la única vez, pues sucedió lo mismo en el 33, después de que perdiera un balón en el centro del campo.

Sin embargo, aunque en menor medida, no todo fueron abucheos para él, ya que también recibió aplausos al intentar un disparo desde fuera del área cuando se cumplía el cuarto de hora de la segunda mitad.

Al final, ambos sonidos se mezclaron cuando fue retirado del terreno de juego, en el minuto 66, evidenciándose la clara división de opiniones reinante por su irregularidad desde que aterrizó en la capital de España procedente del Milán.

Mourinho sigue reclamando decibelios de pasión

Durante el resto del choque, el comportamiento de la grada fue el esperado, con los cánticos habituales procedentes de uno de los fondos, incluidos los dedicados todos los partidos durante el minuto 7 a la figura de Juan Gómez 'Juanito' y los que suelen intercambiarse con los aficionados del fondo opuesto del campo.

El resto de seguidores se dejaron oír a ráfagas y, pese a la buena entrada, el estadio distó mucho de ser la olla a presión que pretende el técnico luso, que ya ha mandado varios mensajes reclamando apoyo incondicional a sus jugadores.

El portugués trató de reconciliarse con la grada en la víspera: "Pido un  poco más de cariño. No para mí, sino  para los jugadores. Y no para el  portero que hace un paradón, o el  jugador que marca dos goles, sino para  el que falla. Si tengo que  escoger una afición, escojo la mía”.

 Y tras el partido entendió por qué por estos pagos se llama 'respetable' al runrún que como una nube se forma en un estadio, pudiendo descargar chuzos de punta o acompañar con venturosas brisas el triunfo en la campaña. Y Mourinho tragó sapos y culebras y felicitó a sus jugadores aunque se hubieran dejado dos puntos en casa.

Van Nistelrooy, ¿te echan de menos?

Donde sí coincidieron todos los presentes fue en el reconocimiento hacia el delantero holandés Ruud Van Nistelrooy, actualmente en las filas del Málaga y muy querido durante su etapa en el Real Madrid.

Desde todos los sectores se sucedieron los aplausos y los cánticos cuando salió a calentar al comienzo de la segunda mitad y también en el momento de saltar al campo en el minuto 57 sustituyendo a Isco. Con él sí pareció existir esa "empatía" que solicitó Mourinho.