Uno de los detenidos de la operación 'Skype' es el exentrenador de la atleta Marta Domínguez

• El extécnico de la palentina está implicado en una trama de dopaje internacional
• Pérez ya estuvo implicado en la 'operación Galgo'

Detenido por dopaje el exentrenador de Marta Domínguez

El exentrenador de la atleta Marta Domínguez, César Pérez, figura entre los detenidos en el marco de la operación 'Skype', lanzada por los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional contra una supuesta red de dopaje internacional. El extécnico de la palentina ya estuvo implicado por la Operación Galgo, de la cual la atleta salió exculpada.

Los agentes están rastreando el material informático intervenido en la operación, lo que podría llevarles a descubrir a los clientes finales de los productos que comercializaba la red. Según han informado fuentes cercanas a la investigación, la operación sigue abierta, por lo que no se descartan más detenciones.

La desarticulación de esta infraestructura ha permitido constatar su implicación directa en los positivos de controles antidopaje de deportistas de élite en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, la Vuelta Ciclista a Portugal de 2009, la Vuelta Ciclista a España de 2010 y el Campeonato de España de Atletismo de 2010.

Entre los detenidos se encuentra el supuesto líder de la organización, el doctor colombiano y con nacionalidad española Alberto Beltrán, ya en prisión.

Los agentes que inspeccionan el material informático intervenido en la operación desarrollada en Barcelona y Madrid -donde se han llevado a cabo registros domiciliarios en Fuenlabrada y Getafe- confían en obtener datos sobre los consumidores de los productos dopantes, que intervendrían en la causa como testigos, ya que sólo se castiga penalmente el tráfico de sustancias para el dopaje, pero no el consumo.

La trama desarticulada tenía conexiones con Bahrein, Colombia -donde residía el supuesto cabecilla de la organización- y Marruecos, a los que se exportaban algunos de los productos, según las mismas fuentes.

La rama catalana actuaba de forma autónoma

La rama catalana, que tenía capacidad para actuar de forma autónoma a nivel local, operaba desde una tienda de Mataró (Barcelona) especializada en la venta de complementos nutricionales para deportistas, que supuestamente está relacionada con el positivo por EPO de un atleta catalán en el Campeonato de España de Atletismo.

Esta tienda era la que presuntamente suministraba hormonas del crecimiento y EPO CERA al médico colombiano Alberto B.N., que reside entre Bahrein y Colombia y que sólo acudía a Madrid en contadas ocasiones para dirigir la red, según las mismas fuentes.

La tienda de Mataró obtenía el EPO CERA gracias al también detenido Neftali M.P., vecino del municipio y enfermero de profesión, que trabajaba en un centro de diálisis donde sustraía el producto.

La hormona del crecimiento, de origen árabe, la compraba en el mercado negro a través de Pedro Antonio L.M., vecino de Cerdanyola del Vallès (Barcelona) y también dueño de una tienda de nutrición deportiva.

Según la investigación policial, los productos dopantes de la tienda de Mataró le llegaban al doctor Beltrán a través de los hermanos marroquíes El Mostafa Y., un exatleta que reside en Marruecos y esporádicamente en Sabadell (Barcelona), y Abdallah Y., vecino de Sabadell.

Además, el propio Beltrán utilizaba sus viajes para llevar en su equipaje productos dopantes de última generación, menos conocidos que los habituales, ya que así no despertaban sospechas y podía burlar los controles gracias a su condición de médico.

Una tercera ramificación

Además, la red constaba de una tercera ramificación, ya que a través del exciclista colombiano Carlos Andrés I.G., conocido como Melchor, distribuía las sustancias en Madrid, especialmente a los opositores para entrar al cuerpo de Bomberos que entrenaba César P.S.

Según las mismas fuentes, César Pérez había llevado a cabo reuniones secretas con Alberto B.N. y con Carlos Andrés I.G. Estos tres fueron detenidos en Madrid, así como una cuarta persona, con las iniciales F.F.R.

La investigación la dirige el juzgado de instrucción número 3 de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) porque una de las pistas que desencadenó la operación de la Policía Nacional y de los Mossos d'Esquadra -primero paralela y luego conjunta- se produjo tras detectarse un tráfico de sustancias dopantes en la estación de Renfe de esa ciudad