Pleno español de clasificados para cuartos de final en Liga de Campeones de balonmano
- El BM Atlético certifica el pase, aunque cae con el Kadetten suizo (26-30)
- El Barcelona arrolla al Montpellier (36-20) en su mejor partido de la temporada
- El Ademar aguanta un gol de ventaja, pese a perder (27-25) con el Veszprem
El Ademar de León hizo la gesta de aguantar en la difícil pista del Veszprem húngaro donde perdió (27-25), pero conservó un gol de ventaja en la eliminatoria y completó el pleno español de clasificados para los cuartos de final de la Liga de Campeones de balonmano. El BM Atlético de Madrid hizo valer la renta de nueve goles que logró en el partido de ida para certificar su pase ante un Kadetten Schaffhausen suizo, que no desaprovechó las numerosas bajas de los rojiblancos, para vencer (26-30) en Vistalegre y, por su parte, el Barcelona arrolló (36-20) al Montpellier francés. Los tres equipos españoles estarán presentes en el sorteo que tendrá lugar el próximo martes en Viena.
Gesta del Ademar en Hungría
Un gol del pivote internacional Rafa Baena -el único que marcó en todo el encuentro- permitió al Reale Ademar clasificarse, por vez primera en su historia, para los cuartos de final de la Liga de Campeones, pese a perder por 27-25 ante el MKB Veszprem húngaro, haciendo buena la diferencia de tres goles del primer encuentro en León.
Los leoneses supieron sufrir para lograr la clasificación en un partido de alternativas, donde llegaron a ir perdiendo por hasta seis goles en el primer periodo, aunque en la reanudación fueron capaces de lograr mínimas ventajas que al final tuvieron su premio.
Mientras la portería local aportaba cierta solidez con el exademarista Mirko Alilovic, ni Losert, ni luego Álamo, encontraban su sitio porque el croata Renato Sulic desde el pivote se convertía en toda una pesadilla, con tantos incluso al contragolpe, dado que los leoneses volvían a adolecer de poca rapidez para el repliegue.
Poco a poco el partido se le empezó a complicar más al conjunto de Isidoro Martínez (13-7, minuto 21). El técnico tuvo que solicitar un tiempo muerto que surtió efecto ya que, con la variante del doble pivote y una mayor solidez defensiva, logró un parcial de 1-4 que les metía de nuevo de lleno en la eliminatoria (14-11).
Tras llegar al descanso 16-12, tal y como ocurrió en el primer enfrentamiento, el partido dio un giro tras dejar los visitantes ocho minutos sin anotar al Veszprem para dar la vuelta al choque, 16-17 y empezar a creer en sus posibilidades.
A pesar de la dureza en la pista, Ademar fue capaz de seguir mandando (21-22, minuto 47) con un Antonio García que empezó a sacar su brazo, pero varias pérdidas de balón voltearon de nuevo el partido y la eliminatoria, 25-22, minuto 53 con un Alilovic que había vuelto a la portería, resultando decisivo.
Sin embargo, sería su rival en la portería contraria, Vicente Álamo, el que acabó resultando crucial, cuando todo parecía en contra, en inferioridad numérica en los instantes finales, sacando un balón con la cara a Vujin y en la última acción al cubano Reynaldo, que dio paso al último ataque culminado con el tanto de Baena desde el pivote que conducía a una clasificación histórica.
El sueño de los suizos
Lastrado por las numerosas e importantes ausencias, Sterbik, Abalo, Kallman, Alberto Entrerrios y Markussen, el conjunto español ofreció su versión más gris de la temporada ante un Kadetten, que en apenas veinte minutos pasó de vislumbrar como una utopía cualquier posibilidad de remontar la eliminatoria a soñar con la sorpresa.
Máxime cuando el campeón helvético, que perdió en la ida por nueve goles (27-36), se situó a los dieciocho minutos de juego con una renta de cuatro goles (6-10), que encendió todas las alarmas en un hoy desconocido Atlético de Madrid.
Los goles del macedonio Lazarov, que cerró la primera mitad con seis tantos, y
las paradas de Hombrados
, el mejor de los locales en el primer tiempo, permitieron al Atlético reengancharse a un encuentro, en el que sólo la extraordinaria actuación de
Vaskevicius impidió a los rojiblancos irse en ventaja
(14-14) al descanso.
Igualdad que se mantuvo hasta mediada la segunda mitad, en la que el Kadetten Schaffhausen, que se adaptó mejor que los madrileños al tono áspero, que poco a poco fue adquiriendo el duelo, volvió a tomar una ventaja de tres goles (20-23).
Diferencia que obligó al Atlético a un último esfuerzo, que de nada sirvió a los de Talant Dujshebaev, que volvieron a toparse con un inspirado Vaskevicius, que con sus paradas a los lanzamientos de penalti de Lazarov y Cañellas, permitió al Kadetten si no superar la eliminatoria, al menos sí llevarse una victoria de prestigio (26-30) de Madrid.
El Barça, arrollador
En el mejor partido del Barcelona en toda la temporada, el equipo de Xavi Pascual apabulló al Montpellier francés (36-20) y se clasificó brillantemente para los cuartos de final de la Liga de Campeones.
A los de Xavi Pascual apenas le hicieron falta dos minutos para remontar los dos goles en contra del encuentro de ida (30-28). El Barcelona aprendió la lección de ese encuentro y salió dispuesto a no dar ni una sola concesión a su rival.
Así del 3-2 en los primeros cinco minutos se pasó a un claro 9-3 (m.17), con un gol de campo a campo de Juanín García y con la meta rival vacía cuando el Montpellier atacaba en inferioridad y había relevado a su meta por un jugador de campo.
Con 10-3 (m. 18), el técnico visitante, Patrice Canayer, pidió tiempo, ordenó a sus hombres defensa 'seis-cero' y dio entrada al meta Richard Stochhl por un descentrado Primoz Prost, aunque no le serviría de nada porque con Viran Morros, Cedric Sorhaindo y Magnus Jernemyr en el eje de la defensa, la primera línea francesa no tenía fluidez y el Barcelona lograba la máxima ventaja de la primera mitad (12-4, m.23).
Además, Xavi Pascual empezó sus rotaciones y la entrada de Dani Sarmiento, con tres tantos casi consecutivos, lograba mantener la ventaja al final de la primera mitad (17-8). En la segunda mitad, Canayer colocó a Hmam como central y pasó a Nikola Karabatic como lateral para conseguir más efectividad en ataque, ya que el extremo Dragan Gajic no era el del primer encuentro (8 tantos) y de los siete que logró, seis fueron de penalti.
Pero el Barcelona no aflojaba y siguió con un alto ritmo de juego y Juanin ampliaba la ventaja a diez tantos (23-13). Mientras, Mathieu Grébille y Nikola Karabatic empezaban a mostrarse efectivos, pero el meta azulgrana Daniel Saric (17 paradas) desquiciaba a los atacantes franceses y la velocidad de Jesper Noddesbo, Juanín García y Dani Sarmiento, respondía una y otra vez a la reacción rival.
El encuentro se culminaba con un tanto de Konstantin Igropulo para un resultado de escándalo tras un parcial de 4-0 los últimos cuatro minutos (36-20).