Cristiano Ronaldo y sus 44 goles, casi media Liga del Real Madrid

• Falla un penalti, marca un gol y se enfrenta con la grada de San Mamés
• Cristiano Ronaldo marca 44 goles de los 115 que han dado la Liga al Madrid
• En su mejor temporada, aspira a revalidar el 'pichichi' y la Bota de Oro
• Celebración del Real Madrid en directo, a las 18:50 por TDP y RTVE.es

Cristiano Ronaldo ha sido el principal valor ofensivo en la Liga 2011-2012 que gana el Real Madrid

El título de Liga conquistado por el Real Madrid tiene a Cristiano Ronaldo como cabeza visible. En una temporada de récords goleadores, la abultada cifra del conjunto blanco tiene su explicación en su máximo artillero. Sus números son magistrales, sobrehumanos: son 44 goles en 36 partidos de Liga, el 38% de los 115 que le han dado el título de Liga al equipo blanco a falta de dos jornadas para el final. Tres temporadas como madridista y nadie puede cuestionar que los 94 millones que pagó Florentino Pérez por la estrella portuguesa del Manchester no valgan su peso en goles.

Un cabezazo en un saque de esquina en el minuto 49 de partido sirvió para colmar a un delantero insaciable, que llevaba todo el partido rabiando con gestos de irritación por el penalti que falló apenas transcurridos 12 minutos, por querer emular a Panenka. La asistencia de gol a Özil no era bastante para él, pero al final cerró su cita con el gol, una más, y sació su ansiedad.

Aunque tuvo un feo detalle al final del partido, al dirigir un corte de mangas a Javi Martínez. Acabó nervioso el portugués, que recibió insultos por parte de la afición de San Mamés tras fallar un mano a mano con Iraizoz para luego contestar señalando el escudo del Real Madrid y el logotipo de la Liga en su camiseta.

A pesar de sus éxitos, Cristiano Ronaldo, ganador y ambicioso por naturaleza, no se va a conformar, porque ante Granada y Mallorca buscará adelantar a un Leo Messi (46 goles en Liga, 68 en toda la temporada) que le disputa su trono individual como máximo goleador de la competición española y mejor artillero en Europa.

Dos argumentos para aspirar al galardón que se resiste: al acabar el año, aunque la cosa no haya pintado bien en Champions, y Eurocopa mediante, el portugués puede reconquistar un preciado objeto que se le resiste desde hace tres años: el Balón de Oro.

Aunque las cifras de Messi sean astronómicas, de nada sirven los goles si no ayudan a lograr títulos. El año pasado a Cristiano le sirvieron para ganar la Bota de Oro, un premio individual que le supo a poco al luso.

El de Madeira quería más, quería títulos importantes. Tras lograr el gol que dio la Copa del Rey al Madrid la temporada pasada faltaba algo más: ya tiene la Liga, pero no ha podido poner el broche de oro a su mejor año desde que está en el Madrid con la Champions.

Cristiano Ronaldo y Messi han marcado a diestro y siniestro en todas las competiciones, sobre todo en Liga, y en el caso de Messi asombrando en la Champions. Pero los duelos directos comenzaron a cambiar de signo.

Cambio de signo en los 'clásicos'

Ninguno de los dos marcó en el Bernabéu en el primer 'clásico' de Liga, aunque la victoria fue para el Barça. Cristiano sí apareció en semifinales de la Copa del Rey; anotó un gol en cada partido, pero a su equipo no le sirvió para meterse en la final.

Messi acumulaba tres enfrentamientos directos sin hacer gol, pero no sonaba ninguna alarma porque el equipo funcionaba en todas las competiciones. El toque de atención llegó con los diez puntos de ventaja en Liga y una sequía temporal.

El enfriamiento goleador cambió de bando y se tradujo en la reducción de la distancia después de tres empates del Madrid. Pero 'CR7' volvió a calibrar el punto de mira, lo que se tradujo en una importante victoria en el Calderón frente al Atlético con 'hat trick' incluido.

Messi respondió días después haciendo dos al Levante para llevarse tres puntos y recibir al Madrid en el Camp Nou con las espadas en todo lo alto.

CR7 sentencia en el Camp Nou

Llegó el día, el gran día, pero fue grande para Cristiano. El portugués se encargó de matar el partido con el 1-2, que celebró pidiendo "calma" en un gesto desfiante a la grada culé. De paso tomaba delantera en la carrera hacia el 'pichichi' con 42 goles.

Sin embargo, el premio al máximo goleador ya es un objetivo secundario para el vigente ostentador del título. Tiene la Liga, y aunque haya dicho adiós a la Champions, camina de nuevo hacia el Balón de Oro.