Más de 10 horas al pie del cañón en la Caja Mágica
- La jornada de los trabajadores del Masters oscila entre las 10 y las 14 horas
- Rodrigo (seguridad): "Es un torneo duro de trabajar pero bonito de ver"
- Natalia (azafata): "Trabajas mucho pero el sueldo compensa"
- José Luis (voluntario): "Repito este año porque me gusta el tenis"
“Estoy tan cansada que me duelen hasta las pestañas”. Esta es una de las muchas frases que se pueden oír de boca de los trabajadores del Masters Series de Madrid. Diez días de intenso trabajo pero donde todos coinciden que “merece la pena”.
Pilar y Natalia están en un stand de azafatas. Aunque Natalia ya trabajó cuando era el Madrid Arena, la joven reconoce que lo hace por el dinero. “Trabajé hace unos años pero de tenis no tengo ni idea. Vengo porque me viene bien el dinero”.
Para su compañera Pilar, de 19 años, es su primera vez y asegura estar muy ilusionada. “Me surgió la oportunidad y vine. Me gusta trabajar en este tipo de eventos porque hay buen ambiente”.
Aunque trabajan 12 horas al día, Natalia cree que "vale la pena". “El sueldo compensa. Trabajas mucho en poco tiempo pero al mes siguiente tienes un dinero que ni te acuerdas de donde viene”.
Rodrigo, sin embargo, cree que el salario podría mejorar. Este joven de 26 años trabaja durante estos días controlando una puerta que da acceso a una de las pistas. “Llevo tres años viniendo. Aunque estudié Artes Gráficas y tengo varios títulos no tengo trabajo”.
Rodrigo, que está en la Caja Mágica 14 horas diarias, afirma que “aunque duro, es un torneo que merece la pena”. “Es cansado para trabajarlo pero es bonito de ver. Está bien montado”
Aunque las jornadas más intensas aún no han llegado, Rodrigo se atreve a decir que este año hay menos gente. “Está más flojo, hay algún stand hasta vacío”.
Guillermo también es otro de los que repite. En esta edición, este madrileño ha cambiado la restauración por un stand donde reconoce que “cobra más”.
“Trabajamos diez horas, de 10:00 a 22:00. Luego si quieres te puedes quedar haciendo horas extras, hasta la 01:00 o las 02:00”.
“Son unos días donde se trabaja a piñón pero el sueldo merece la pena” (supera los 1.000 euros).
Los voluntarios, amantes del tenis
José Luis y Mónica son dos de los cientos de voluntarios que hay en el Masters. Para ambos es el segundo año y su labor es ayudar a los espectadores a que encuentren su asiento en la pista principal (Manolo Santana).
“Salgo a las 15:30 de trabajar y me vengo para la Caja Mágica. He vuelto este año porque me gusta mucho el tenis”, asegura este chico de 32 años.
Mónica, estudiante, también viene por su pasión al tenis y se califica como una “fanática de Roger Federer”. “Vemos los partidos y la verdad es que está bien. Nos gustaría cobrar algo pero si hay esto, pues nada”.
Aunque no perciben ninguna compensación económica, la organización les permite quedarse con la equipación que utilizan estos días: un polo, unos pantalones, unas zapatillas y un chubasquero.
La cocina tampoco para
El catering encargado de dar la comida a los miles de visitantes que cada día se acercan a la Caja Mágica tampoco para ni un minuto.
La directora de relaciones externas de Sodexo, la empresa encargada del evento, Miren Olcoz, asegura que lo más complicado es la logística. “Son cinco meses de trabajo. Hay un equipo de 150 personas detrás y es difícil coordinarlo”.
Organizado en siete espacios (dos de ellos destinados a los VIPS), Olcoz asegura que “hay una oferta para todos los públicos”.
“Damos unos 500 menús VIP al día y más de 1.900 comidas diarias para el staff del torneo. Más de 100.000 consumidores son atendidos dentro de las instalaciones”.
Tras organizar el torneo cuatro años consecutivos, han visto que esa cifra aumenta en torno a un 20 por ciento los días que juega Rafa Nadal.