Sporting y Villarreal acaban su aventura en Primera
- El Villarreal pasa de la Champions a Segunda tras 12 temporadas en Primera
- El Sporting de Gijón cierra un ciclo de cuatro años en la categoría máxima
- Villarreal y Sporting acompañan al Racing de Santander en el descenso
La última jornada de Liga cambió las cosas en la parte baja de la tabla en los últimos instantes y determinó el descenso del Villarreal y del Sporting de Gijón a la Segunda División del fútbol español. Castellonenses y asturianos acompañan al Racing, descendido con anterioridad. De los cinco equipos implicados: Granada, Rayo Vallecano y Zaragoza acabaron salvados y Villarreal y Sporting fueron los que acabaron viendo como se consumó su tragedia.
La imposible misión del Sporting
El Sporting no dependía de sí mismo y solo tenía un 3,7 por ciento de probabilidades de quedarse en Primera. Así que su resultado ante el Málaga poco influyó en el descenso, con el que el club sportinguista puso fin a una temporada aciaga.
La cuadrágesima campaña del club gijonés en la máxima categoría quedó muy lejos de aquellas gloriosas campañas del Sporting de Quini, a finales de los 70, en los que la entidad disputaba el título de Liga y era finalista de la Copa.
La historia es la de siempre, la de una sucesión de situaciones desdichadas que concluyen en debacle. Desacierto en fichajes, lesiones, malos resultados in extremis, problemas económicos, impaciencia y cambios en los banquillos.
El Sporting empezó su cuarta temporada consecutiva en Primera con Manuel Preciado como técnico. Pero el hombre del último ascenso no llegó a cumplir su sexta campaña en el club para que dirigió 232 encuentros oficiales. Tras el 5-1 encajado en Anoeta, y con el equipo ya en "UVI", Preciado dejó el equipo en penúltima plaza y con solo 18 puntos en la vigesimoprimera jornada.
Iñaki Tejada se hizo cargo en los partidos ante Osasuna (empate) y Valencia (derrota) hasta que llegó Javier Clemente. Tampoco el exseleccionador nacional fue la solución. En los 16 partidos con el vizcaíno en el banquillo se obtuvieron 18 puntos más. Cinco partidos ganados y tres empatados, que no sacaron al equipo de la penúltima plaza que ocupaba cuando llegó Clemente.
Fue la décima vez en su historia que el Sporting se jugó la permanencia en la última jornada y la segunda en la que no pudo evitar el descenso, a pesar de un último "estirón con tres victorias consecutivas". Curiosamente, en los dos casos, en 1948 y en 2012, el Sporting no dependía de sí mismo.
Incredulidad en Villarreal
El que sí defendía su propia suerte era el Villarreal que, sin embargo, se metió en el drama del descenso casi de forma incomprensible. El Villarreal descendió después de una larga etapa de 12 temporadas en Primera, sin haber estado en plazas de descenso hasta los dos últimos minutos de Liga, aunque rozando la catástrofe durante medio año.
El "submarino amarillo" comenzó jugando la Champions, había sido cuarto el año anterior. Derrotó al Odense en la fase previa y llegó la fase de grupos en la que el Villarreal acabó en última plaza y dando una pésima imagen.
Una bella, pero dura experiencia ante el Bayern, el Manchester City y el Nápoles pasó una factura muy cara al club castellonense por el derroche de fuerzas, que vivió en plena etapa de restructuración y con una drástica reducción del presupuesto.
Las largas y graves lesiones de hombres clave como Rossi, aún en el dique seco, y Nilmar, pero también la de Cani y alguno más, dejaron sentir su peso en el rendimiento de un equipo que se fue apagando con la misma rapidez con la que devoró entrenadores.
Empezó el año con su hombre talismán, Juan Carlos Garrido, quien acabó por sufrir el tremendo desgaste Champions y la eliminación de la Copa ante el Mirandés en el mes de diciembre. 15 puntos en 16 partidos y el equipo empatado con la antepenúltima plaza hicieron saltar al técnico.
Juan Francisco Molina dirigio al Villarreal durante tres meses en los que siguió un tibia reacción, seguida de otra racha negativa que siguió dejando al equipo al borde del k.o. Si Molina no fue la solución, Miguel Ángel Lotina tampoco consiguió evitar el descenso.
En los 11 partidos dirigidos por el técnico vasco, el Villarreal obtuvo 14 puntos. El triunfo ante el Sporting ofreció una falsa imagen de tranquilidad, que una nueva racha de cinco jornadas sin ganar acabó por llevar al equipo a la debacle.