El Chelsea gana la Champions League en la tanda de penaltis
- El equipo inglés consigue la primera Copa de Europa de su historia en Múnich
- El partido concluyó 1-1, Müller adelantó al Bayern y Drogba empató en el 88'
- Juan Mata, Oriol Romeu y Torres pusieron el acento español en la celebración
- Todos los datos y estadísticas del Bayern de Múnich 1-1 (3-4) Chelsea
Ficha técnica:
1. Bayern: Neuer; Lahm, Boateng, Tymoshchuk, Contento; Kroos, Schweinsteiger; Robben, Müller (Van Buyten, 86), Ribery (Olic, 97); y Gómez.
1. Chelsea: Cech; Bosingwa, Cahill, Luiz, Cole; Mikel, Lampard; Kalou (Torres, 84), Mata, Bertrand (Malouda, 73); y Drogba.
Goles:
1-0 (min 83, Müller),
1-1 (Drogba, 88)
Penaltis: 1-0 (Lahm marca), 1-0 (Mata lanza y Neuer para), 2-0 (Gómez lanza y marca), 2-1 (David Luiz lanza y marca), 3-1 (Neuer lanza y marca), 3-2 (Lampard lanza y marca), 3-2 (Olic lanza y Cech para), 3-3 (Cole lanza y marca), 3-3 (Schweinsteiger lanza contra el poste), 3-4 (Drogba lanza y marca).
El Chelsea de Londres se ha proclamado vencedor de la Champions League en el Allianz Arena después de una tanda de penaltis emocionante en la que Drogba ha metido el penalti decisivo después de los fallos alemanes de Olic y Schweinsteiger. [Estadísticas del Bayern de Múnich - Chelsea]
La 'orejuda' se va por primera vez a la capital inglesa después de un partido de poco fútbol y mucha táctica que había concluido 1-1. Müller adelantó al Bayern de cabeza en el 83' y Drogba, el héroe de toda la competición, igualó el choque en el 88', también de cabeza. En la prórroga, Robben desaprovechó un penalti.
El fútbol hace justicia con un grupo de jugadores que vio como se le escapaba esta misma copa en Moscú hace cuatro años. En una temporada en la que Roberto Di Matteo tuvo que salir del anonimato en el club para sustituir a Villas Boas, el equipo del magnate ruso Roman Abramovich ha tocado la gloria haciendo el mismo fútbol con el que había dejado fuera al FC Barcelona. Un fútbol que no será recordado por su vistoridad pero sí por su eficacia.
Final descafeinda por culpa de la acumulación de cartulinas
La noche en Múnich comenzaba con la sorpresa de la alineación del equipo ‘blue’. Di Matteo tenía muchas bajas para conformer la alineación y a esto se sumó un arrebato de entrenador al incluir en los titulares a Ryan Bertrand, jugador que no había jugado hasta este día ni un solo minuto en competición europea con el Chelsea. La misión de ayudar a tapar a Robben era sin duda la oportunidad de su vida para el joven zurdo.
El Bayern no sorprendió con sus titulares ni tampoco con sus intenciones. Desde los primeros minutos, los alemanes eran los encargados de llevar la iniciativa y los ingleses lo único que buscaban era resistir la embestida bávara de los primeros minutos.
Ni ingleses ni alemanes se preocupaban por el medio campo. Las transiciones eran directas, de la defensa a los delanteros, y en ese escenario el Chelsea no se mostraba incómodo. Ya lo demostró en las semifinales.
Los aficionados ingleses tuvieron que contener la respiración en el minuto 20 cuando Cech, con la ayuda de la cruceta, evitaba el primer gol de Robben pero a medida que pasaron los minutos fueron recuperando el aire. Y es que Juan Mata, el jugador de más clase del equipo 'blue', empezaba a participar más en el juego.
En la segunda mitad el partido se rompió un poco y eso jugaba en favor del espectáculo ya que durante la primera mitad se había vivido un duelo aburrido en el que el miedo a fallar preponderaba sobre las ganas de vencer.
Ribery consiguió batir a Cech en el 54', su posición de fuera de juego imposibilitó que el gol subiera al marcador pero la acción fue un punto de inflexión en la final. A partir de ese momento, el partido se convirtió en un correcallles en el que el estado físico se iba a convertir en un elemento crucial.
Final del tiempo reglamentario vibrante gracias a los goles
El desgaste hacía mella pero eso no se traducía en goles. El Chelsea parecía ganar opciones de victoria y la entrada al campo de fernando Torres parecía ser la solución. Sin embargo el primer gol cayó del lado local. Un centro de Schweinsteiger desde la izquierda lo remató a gol Müller a escasos metros de la portería de Cech en el minuto 83.
El Allianz Arena era una fiesta. Di Matteo introdujo a Torres en el césped como último cartucho pero Faltaba ya muy poco y los ingleses no habían creado peligro en todo el choque. Una muestra era que su primer córner a favor no llegó hasta el minuto 87', sin embargo ese único saque de esquina fue suficiente. Juan Mata la puso en el área y Didier Drogba aguantó los empujones para cabecear el esférico y batir a Neuer a dos minutos para el final. Córners a favor del Bayern en el tiempo reglamentario: 17, córners a favor del Chelsea: 1; resultado en el marcador: 1-1.
Cech le detiene el penalti a Robben en la prórroga
Los tiempos suplementarios en las finales siempre están reservados para los grandes jugadores y en esta prórroga apareció uno y se borró otro en apenas un minuto. El Chelsea, de la mano de Torres, salió enchufado pero un penalti de principiante de Drogba sobre Ribery condenaba a priori a los suyos.
En ese momento apareció Cech para detener el penalti a Robben, a ese jugador que también tuvo la final del Mundial de Sudáfrica en sus botas. Pero el holandés no se vino abajo como sí hizo Ribery. El galo no volvió al campo tras el penalti que le hizo Drogba que simplemente había consistido en una zancadilla inocente del costamarfileño.
Los alemanes acusaron el palo del error desde los once metros pero aún así tuvieron dos ocasiones claras en los instantes finales. La primera fue de Olic y Van Buyten en el 108' y la segunda fue obra de Mario Gómez en el 111'. Ninguno fue capaz de superar al portero checo.
La suerte en la tanda le debía una al Chelsea
Los antecedentes no eran muy halagüeños para los británicos. El Bayern había eliminado al Real Madrid por la muerte súbita en semifinales y en la final de 2008 Terry y Anelka hicieron que la Champions viajara a Manchester. Si por si eso fuera poco, el sorteo hizo que los lanzamientos se ejecutaran sobre el fondo de aficionados alemanes.
Lahm marcaba el primer disparo y el español Juan Mata no acertaba a superar a Neuer, se confirmaba a priori el tópico ese de que los mejores siempre fallan en la tanda. El portero alemán estaba llamado a ser protagonista, más cuando él mismo anotó el tercer penalti para los suyos, pero la película cambió de repente.
Olic no fue capaz de marcar el cuarto lanzamiento, Cole empató la serie y Schweinsteiger envió al poste el quinto penalti del Bayern. Si marcaba Drogba, el Chelsea era campeón.
Con el africano no sirven los tópicos, el mejor decidió. La mala suerte le había condenado en la final de la Copa de África este año pero esta noche y esta Champions eran las suyas.