Drogba deshizo la maldición del Chelsea y apunta al Balón de Oro
- Su penalti decisivo rompió el gafe de los 'blues' en los desempates
- La contribución a los títulos del equipo, aval para ser el mejor del año
- Crónica de la final de la Champions Bayern - Chelsea | Estadísticas
A sus 34 años a Didier Drogba solo le faltaba la Champions League para completar un palmarés brillantísimo en Europa. El delantero de Costa de Marfil, nacido en Abidjan, fue el auténtico líder del Chelsea en la final ganada al Bayern en la tanda de penaltis (1-1 en el tiempo reglamentario y 4-3 en los penaltis). [Crónica de la final de la Champions: Bayern 1(4)-1(5) Chelsea] [Estadísticas del partido]
La victoria del Chelsea aporta, además, una serie de datos para resaltar, como la maldición en Champions -que no en Copa de Europa- de los equipos anfitriones.
El Bayern jugaba en casa y vio escaparse la final en la tanda de penaltis. Aseguran que es como lanzar una moneda al aire y hasta la fecha siempre le había salido cara al equipo germano; y al Chelsea, al revés. Pues esa estadística se rompió.
El otro dato a tener en cuenta es que se verán las caras con el Atlético de Madrid en la Supercopa de Europa, que se disputará en Mónaco a finales de agosto. Una oportunidad por fin de ver el reencuentro de Fernando Torres con su antigua afición, algo de lo que le privó una inoportuna lesión cuando jugaba en el Liverpool.
Drogba llegó al Chelsea procedente del Olympique de Marsella hace ocho años y costó la friolera entonces de 37 millones de euros. Pero sus números a lo largo de su carrera como 'blue' han avalado la apuesta de Abramovich por este prodigio físico de 1,89 metros y 91 kilos de puro músculo.
Lo hizo todo contra el Bayern, anotó el gol del empate al filo de los 90 minutos reglamentarios -al filo del abismo para su equipo-, casi la pifia por un penalti absurdo a Ribéry, que luego falló Robben, y anotó el definitivo en la tanda de desempate.
En medio de todo eso, un despliegue físico envidiable durante 120 minutos, que a su edad tiene un plus de mérito. Los aficionados españoles le agradecerán que haya hecho campeones de Europa a Mata, Torres y Romeu, aunque antes haya dejado en la cuneta al Barça.
Los entrenadores que le conocen saben de su potencial. Por eso lo quiso Mourinho el año pasado cuando buscaba desesperadamente un '9' en el mercado de invierno. Por eso ha confiado en él Di Matteo para enderezar la temporada del equipo después de la marcha de Villas Boas.
Fue decisivo en la final de la FA Cup, el primero de los dos títulos del conjunto londinense esta temporada. Su recta final del año ha resultado ser de un nivel competitivo de sobresaliente.
De paso, añade un nombre a la lista de candidatos al Balón de Oro, porque si 50 goles no cuentan a menos que vayan acompañados de títulos -argumento de Mourinho-, el costamarfileño ha llevado en volandas a su equipo para conquistar el más importante del año.
Habrá que esperar a la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, dos nuevas oportunidades que se le abren como campeón de Europa. Pero si su contribución a estas dos competiciones es igual de decisiva, la terna de finalistas parece clara.