Muere Manolo Preciado, entrenador del Villarreal, de un infarto de miocardio
- Acababa de fichar por el club castellonense con el objetivo del ascenso
- Antes había dejado huella en el Sporting, que ha mostrado su duelo
- El fútbol español llora el fallecimiento de un entrenador carismático y querido
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El entrenador Manolo Preciado, ex del Sporting y recientemente fichado por el Villarreal, ha fallecido esta madrugada en Valencia a causa de un infarto de miocardio, según anunció la web del Sporting [Perfil de Manolo Preciado.
El técnico cántabro, de 54 años, que iba a ser presentado este viernes como nuevo entrenador del Villarreal, había dejado a mediados de temporada el Sporting de Gijón y se encontraba sin equipo hasta que este miércoles el Villarreal anunciaba la contratación de sus servicios para afrontar la siguiente campaña en Segunda con el objetivo del regreso a la máxima categoría.
Por ese motivo, Preciado se encontraba pasando unos días de vacaciones en una localidad costera próxima a Valencia, donde reside su pareja. Según fuentes policiales, el fallecimiento se produjo sobre la medianoche por un infarto fulminante. Ni la policía local ni la ambulancia desplazada hasta el complejo residencial donde se encontraba pudieron reanimarle.
Su cuerpo será trasladado a Santander cuando finalice la autopsia, que se practica en Valencia, según fuentes del Villarreal, club que junto al Sporting y otros muchos clubes de Primera División, así como la Liga de Fútbol Profesional y el mundo del fútbol español en general, se ha unido a las condolencias por la muerte de Preciado.
A nivel familiar, el técnico había sufrido golpes muy duros: el fallecimiento de su mujer en 2002, a causa de un cáncer, así como el su hijo menor, de 15 años, en un accidente de moto dos años después. En 2011, Preciado también perdió a su padre, que perdió la vida atropellado por un coche en una rampa cuando ayudaba a empujarlo.
Manuel Preciado era uno de los técnicos más carismáticos del panorama futbolístico nacional y un personaje muy querido en Cantabria, muy popular entre sus colegas de profesión.
Como entrenador, se inició en Tercera División con la Gimnástica de Torrelavega en la temporada 1995-96, con la que logró el ascenso a Segunda B. Al año siguiente, logró lo mismo con el Racing B. Volvería a entrenar al filial racinguista en una segunda fase en la temporada 2000-01: descendió y volvió a subir.
Posteriormente entrenaría al Racing de Santander en la temporada 2002-03, cuando presentó su dimisión tras la compra del club cántabro por parte de Dmitry Piterman. Se marchó en la temporada 2003-04 al Levante, con el que logró el ascenso a Primera División y posteriormente entrenaría al Real Murcia y Racing de Santander para recalar luego en el Sporting, donde fue fichado en el verano de 2006.
Una vez más, esta vez en su segunda temporada, logró el ascenso a Primera y se convirtió en el segundo entrenador que más encuentros ha dirigido a los rojiblancos, con 232 partidos oficiales, sólo por detrás de José Manuel Díaz Novoa, quien lo hizo en 282 ocasiones. Mediada la pasada temporada, 2011-12, su sexta al frente del equipo, fue destituido.