Nadal y Djokovic, nueva cita con la historia y por primera vez en Roland Garros
- En sus 33 encuentros anteriores, nunca se habían medido en la final de París
- Rafa quiere quitarse la espina de los tres Grand Slam anteriores
- El serbio pasa la presión al español colocándole el cartel de favorito
- Final de Roland Garros, Djokovic - Nadal en vivo, domingo 15:00 en RTVE.es
Los dos mejores tenistas del mundo en la actualidad, Novak Djokovic y Rafa Nadal. En el 33º enfrentamiento entre ambos será la primera vez que se vean las caras en la pista Philippe Chatrier para disputarse el título de Roland Garros. [Final de Roland Garros, Djokovic - Nadal en vivo, domingo a las 15:00 en RTVE.es]
En 2012 la Copa de los Mosqueteros llevará inscrito un nombre para la historia. Nadal defiende título y trata de ser el primero en lograr siete, algo que solo ha conseguido Chris Evert en París y Pete Sampras en Wimbledon. Ni siquiera el mítico Bjon Borg logró siete Roland Garros.
Pero Djokovic también quiere su rinconcito en la historia. Nada menos que desde la época del mítico Rod Laver ningún tenista masculino ha logrado la proeza de encadenar cuatro Grand Slam seguidos. De lograrlo, el serbio lo haría las cuatro veces frente al mismo rival.
Eso Nadal lo sabe y no quiere ser el primero en la historia en perder cuatro grandes seguidos. Por eso decidió ponerse las pilas este año y frenar la racha impetuosa de Djokovic. Ya lleva dos finales ganadas ante 'Nole', las dos sobre tierra batida (Montecarlo y Roma).
Ambos son conscientes de que los números y las estadísticas no valen. Lo que cuenta es la confianza y el estado de forma, por eso han preparado a conciencia la cita parisina y la tienen marcada en rojo en su calendario de la temporada.
Rafa se ha ganado el cartel de hiperfavorito sin ceder un solo set en lo que va de torneo y únicamente ha perdido 35 juegos hasta llegar a la final. Tan solo Borg en 1978 supera dicha marca, con 27.
Una superioridad aplastante, como la mostrada frente a David Ferrer en semifinales (6-2, 6-2 y 6-1), que ha rayado la perfección en opinión de muchos entendidos.
Pero Rafa ha despejado de puños los elogios desmedidos y solo admite una evolución hacia un tenis menos contundente físicamente aunque más agresivo con su golpe plano; mejor colocación, mejor saque y mejor revés. Y una fría calma que mina la resistencia moral de sus rivales.
El balear no ha celebrado ninguno de sus puntos con rabia, como hacía las ediciones anteriores, y eso que razones no le han faltado, porque alguno de los puntos logrados han sido antológicos.
Actitud de la que ha tomado nota Djokovic, quien llega más cansado pero no menos motivado. El serbio ha ido de menos a más y la victoria frente a Federer en semifinales ha sido una inyección de moral, después de lo mal que lo paso contra Seppi y Tsonga.
Contra el francés salvó cuatro pelotas de partido y ahora se ve en la final. Pero el número uno del mundo ha pasado la presión a su rival, consciente de lo importante que es la tensión en estos duelos. Ha colgado a Nadal el cartel de favorito. ¿Estrategia o resignación? Este domingo saldremos de dudas