La policía recupera el reloj de 300.000 euros hurtado a Nadal en París
- Un empleado del hotel se confiesa como autor del hurto
- Entró en la habitación de Nadal y lo escondió junto a una vía ferroviaria
- El tenista español asegura que "no reprocha nada" al hotel
La policía francesa ha recuperado el reloj de 300.000 euros que fue robado este martes al tenista español Rafael Nadal en París, según ha confirmado un miembro de su entorno. Nadal, que poco antes del hurto había conquistado su séptimo título de Roland Garros, subrayó en una rueda de prensa celebrada en Alemania que "no reprocha nada" al hotel donde se alojaba y donde desapareció el valioso reloj.
El tenista resaltó que "siempre recibió un trato exquisito" en ese establecimiento que frecuenta desde hace años y al que piensa volver el año próximo, añadió el portavoz. Rafael Nadal hizo estas declaraciones en el marco del Torneo de Halle, sin citar el nombre del establecimiento del selecto distrito VIII donde ocurrieron los hechos.
El tenista descubrió y denunció este martes por la mañana la desaparición del reloj, que fue recuperado por la policía judicial horas después, hacia las 19:30 horas, oculto entre la hierba junto a una vía férrea de Corbeil-Essonnes, al sur de París, según informa Le Parisien en su página web.
Un empleado confiesa el hurto
Lo había ocultado allí un empleado del hotel, de 38 años, como descubrió la policía gracias a la llave magnética que le permitió entrar en la habitación del tenista español, añadió el diario. El empleado no tardó en confesar su hurto y en llevar a la policía al lugar donde había escondido su botín, en los alrededores de su domicilio.
La investigación fue llevada a cabo por la policía judicial del primer distrito. Rafael Nadal firmó en 2010 un acuerdo de patrocinio con la marca del reloj ahora recuperado, por el que debe lucirlo en todos sus partidos, según indicó su gabinete de prensa.
El tenista constató este martes, al despertarse, que el reloj había desaparecido de su habitación. Según la prensa francesa, Nadal lo había dejado en su mesilla de noche el lunes hacia las 21.30 horas y ni la puerta ni las ventanas de la habitación habían sido forzadas.