Alemania le quita los cuartos a Grecia
- La selección germana se ceba con una Grecia insuficiente (4-2)
- Lahm, Khedira, Klose y Reus inutilizan los goles de Samaras y Salpingidis
- Alemania disputará la semifinal contra el ganador del Inglaterra-Italia
- Así te hemos contado el Alemania 4-2 Grecia
Ficha técnica:
4 - Alemania: Neuer; Boateng, Hummels, Badstuber, Lahm; Khedira, Schweinsteiger; Reus (Götze, min. 80), Özil, Schürrle (Müller, min. 67); y Klose (Gomez, min. 80).
2 - Grecia: Sifakis; Torossidis, Papadopoulos, Papastathopoulos, Tzavellas (Fotakis, min. 46), Makos (Liberopoulus, min. 70); Katsouranis, Maniatis, Ninis (Gekas, min. 46), Samaras; y Salpingidis.
Goles: 1-0, min. 38: Lahm. 1-1, min. 55: Samaras; 2-1, min. 61: Khedira. 3-1, min. 66: Klose. 4-1, min. 73: Reus. 4-2, min. 89: Salpingidis, de penalti.
Árbitro: Damir Skomina, de Eslovenia. Mostró cartulina amarilla a los griegos Samaras (min.14) y Sokratis (min. 74).
Incidencias: Segundo partido de cuartos de final de la Eurocopa disputado en el estadio Gdansk Arena ante cerca de 39.000 espectadores.
Alemania ha impuesto su potencial sobre una insuficiente Grecia, que vendió cara su piel hasta que la selección de Löw pisó a fondo y pasó por encima de su rival, que se despide tras una decente Eurocopa y deja paso a la locomotora europea, que se enfrentará en semifinales al ganador del Inglaterra - Italia. [Así te hemos contado el Alemania 4-2 Grecia]
El 4-2 final refleja con claridad la foto de un partido de nítido color germano. Alemania gobernó el partido con comodidad y adaptó la velocidad de juego a las circunstancias del partido. Consiguió irse al descanso con un merecido 1-0, que fue igualado por Grecia en la reanudación. El tanto de la terca selección helena despertó al monstruo y los de Löw marcaron tres goles en trece minutos.
A pesar de la casi insultante superioridad alemana, Grecia consiguió maquillar el resultado y marcharse con mejor sabor de boca con un tanto que reconoció su trabajo. Fue de penalti, en el minuto 87 cuando Grecia, por lo menos, golpeó la última.
Fue el último coletazo de una selección inesperada a estas alturas de la competición, pero que se había ganado el derecho a la duda tras no perder un solo partido en la fase de grupos. Además, su pasado le delataba como rival incómodo al que tener en cuenta. Por eso Alemania evitó confianzas y se tomó muy en serio el choque desde el pitido inicial.
Al ritmo de Mesut Özil
Sin prisa pero con mucho criterio, la única selección que lo ha ganado todo hasta ahora en la Euro 2012 se hizo con el dominio total del encuentro. Y sin mayor esfuerzo, las ocasiones empezaron a caer sobre la portería de Sifakis, con un primer gol anulado correctamente a Schürrle por fuera de juego. Y todo, como de costumbre, hilado por la inteligente manija de Mesut Özil.
El jugador del Real Madrid hizo y deshizo a su antojo, bien respaldado por un Khedira al alza y bien apoyado por un Klose ansioso por responder con goles la confianza de Löw, que dejó en el banco al goleador Mario Gómez. La máquina alemana se fue engrasando con el paso de los minutos y al cumplir la veintena encadenó cuatro ocasiones consecutivas que pusieron a Grecia al límite.
Ninis rompió la tendencia alemana con un disparo cruzado que despejó Neuer, pero Alemania insistió hasta conseguir el merecido tanto por medio del capitán, Lahm. El lateral arrancó con fuerza desde la izquierda y disparó cruzado a la red. Sifakis llegó a tocar el cuero pero el balón ya tenía destino.
El gol de Alemania parecía predecir una goleada anunciada, pero Grecia no bajó los brazos y los cambios de Fernando Santos en el descanso hicieron efecto. La velocidad de Gekas revolcó la defensa alemana y un pase suyo al centro del área bien aprovechado por Samaras, que ganó la espalda a Boateng, permitió el empate para los helenos.
El nuevo escenario no inquietó a Alemania. Todo lo contrario. Despertó a la bestia. Y la bestia trituró a la pobre Grecia, que sufrió un golazo de Khedira de volea, un cabezazo a la red de Klose y un trallazo de Reus que dispuso un 4-1 definitivo. Solo el tanto de penalti de Salpingidis por una clara mano de Boateng maquilló el marcador definitivo.