El fútbol volvió a premiar a España en la tanda de penaltis
- Casillas y Cesc vuelven a ser protagonistas, como lo fueron ante Italia en 2008
- Sergio Ramos se desquita de lo del Bayern con un penalti tirado a lo Panenka
- España se planta en su tercera final consecutiva de una alta competición
'La Roja' ya está dispuesta para hacer historia y se ha plantado en la final de la Eurocopa, en su tercera final consecutiva en una gran competición. Parece que la selección española está dispuesta a dar alegrías cada dos años, pero no sin hacer pasar a los aficionados por la angustia de la prórroga y las tandas de penalti.
El equipo recogió el premio con una agónica serie de penaltis ante Portugal, como sucedió hace cuatro años ante Italia. Cuatro años y cinco días después, el mundo del fútbol volvió a quedar fijado en el punto de penalti.
'San Iker' y los penaltis
Ausentes Villa, Senna, Güiza y sin que tirase Cazorla, solo Casillas y Cesc repitieron el protagonismo de aquellos cuartos de final que cambiaron el rumbo de la historia futbolística de España.
Todo empezó cuando Cristiano Ronaldo le dijo a Rui Patricio como lanza su compañero en el Real Madrid, Xabi Alonso. Este miércoles nadie conocía a nadie. No había compañeros, solo compatriotas. El tolosarra cambió su forma habitual y la envió al lado izquierdo del portero, que rozó con los dedos y desvió el disparo.
Entonces volvio a surgir 'San Iker', como hace cuatro años con De Rossi y Di Natale, y le paró el tiro a Moutinho, con una magnífica estirada por su lado derecho para volver a poner las cosas en su sitio.
Iniesta, autor de la gran alegría mundialista del minuto 116 y Piqué cumplieron con su misión. Como hicieron Pepe y Nani para Portugal, con lo que la tanda alcanzó su punto de máxima tensión igualada.
Sergio Ramos, un monstruo
Se llegaba a los dos últimos tiros y se acababa el margen de error. Turno para Sergio Ramos y los fantasmas de la semifinal de Champions ante el Bayern recorrieron todos los rincones del Donbass Arena. El de Camas se fue hacia el balón, corrió y... marcó a lo Panenka para alejarlos todos de un golpe, gracias a un soberbio lanzamiento.
Sergio se comportó como el campeón europeo y mundial que es: "No he dudado un momento en lanzar el penalti y tenía ganas, después de la vivencia con mi equipo. Siempre lo he tirado bien y tenía ganas de demostrarlo". Y vaya si lo demostró Ramos. Ese lanzamiento y su actuación en el choque le valieron ser elegido como el mejor jugador del partido.
En sus declaraciones a Radio Nacional, el sevillano fue aún más claro y dijo que desde que agarró el balón tenía claro que lo iba a marcar. Con ello se sacó bien la espina de la Champions, a pesar de que se jugó hacer un ridículo histórico si la hubiera vuelto a fallar.
Si todo el mundo elogió a Pirlo, por su lanzamiento del otro día ante Inglaterra, lo que hizo Sergio Ramos ante Rui Patricio habla de la categoría que atesora el defensa español. Un buen mensaje para Neuer de cara a futuros compromisos.
Cesc repite la historia
La sangre fría de Sergio Ramos contrastó con la cara de miedo que se vio en bruno Alves instantes después. El miedo fue el peor enemigo del portugués y el mejor aliado para España. Su envió se fue al larguero y todo quedó pendiente de lo que hiciera Cesc Fábregas.
Como hace cuatro años, el catalán habló con el balón "Vamos, no me falles hoy tampoco", le dijo Cesc al esférico, que colocó con mimo y golpeó con garra. Y toda la España futbolística lanzó al unísono con él.
Cesc tocó con precisión y el balón tocó en el poste derecho de Rui Patricio para entrar y cumplir la premonición del jugador. "Tenía esa intuición esta tarde. Toni (Grande) me dijo que tirara el segundo y yo le dije 'ponme el quinto'. La vida me da otra oportunidad como esta y es fantástico. Estoy muy emocionado", declaró Cesc.
Emoción fue la palabra. Cesc batió a Buffonen Viena y varió el rumbo del fútbol español. Cesc batió a Rui Patricio en Donetsk y vuelve a demostrar que esta es la mejor generación de futbolistas españoles en la historia.
El próximo domingo, España dará el último paso hacia la leyenda de ser el primer equipo mundial capaz de ganar de forma consecutiva dos Eurocopas y un Mundial, pero eso swerá otro sufrimiento que, esperemos, también acabe en inmensa felicidad.