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Eurocopa 2012 | Del Bosque

Del Bosque completa su vitrina con la Eurocopa

  • El seleccionador, primer entrenador en ganar Champions, Mundial y Eurocopa
  • El título borra los debates sobre las alineaciones de Del Bosque
  • A pesar de las críticas, sus decisiones han resultado siempre acertadas

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Del Bosque, el triunfo de la sencillez

El hombre tranquilo, el coleccionista de premios, el Marqués... el seleccionador que nos dio el Mundial, en definitiva, ha vuelto a guiarnos al éxito, a un triplete histórico, logrado tras pasar por encima de Italia en la final de la Eurocopa 2012, un torneo que será recordado, entre otras cosas, por los cambios de Del Bosque, criticados pero, a la postre, siempre acertados, que le han llevado a convertirse en el primer entrenador que coloca en sus vitrinas una Eurocopa, un Mundial y una Champions.

"Es histórico estamos muy contentos. Hemos desplegado un buen juego", aseguraba Del Bosque al final del partido, y, casi sin tiempo para la reflexión, ya pensaba en los próximos retos: "Hemos seguido el camino que estaba marcado y tenemos ahora la clasificación para Brasil 20014 y también tenemos la Copa Confederaciones en 2013", apuntó el seleccionador.

Del Bosque ha sabido, además, gestionar con sobriedad las críticas nacias de la tremenda exigencia a esta selección. El técnico ya tuvo que sobreponerse a más de un dolor de cabeza con la delantera de la selección antes de llegar a Polonia. La gran temporada de Soldado y la sequía goleadora de Torres en el Chelsea prometían cambios en la convocatoria de la Roja. Sin embargo, el técnico salmantino mantuvo su confianza en el fuenlabreño, al que acompañaron Llorente y Negredo. Tres delanteros de confianza para una cita a la que no pudo llegar el anhelado Villa.

El máximo goleador histórico de la selección representaba, junto con Puyol, una baja más que sensible en España, cuyo punto más débil es, precisamente, su pegada. Ausente el 'guaje', la faceta goleadora recaía en un trío de 'nueves' obligado a luchar por un puesto más caro de lo esperado y auténtico generador de debates durante la Eurocopa.

Cambios, 'nueves' y debates

Del Bosque sorprendió a propios y extraños en el debut en Polonia contra Italia, en el que sentó a los tres puntas y optó por incrustar a Cesc Fábregas como 'falso nueve'. A pesar de que el propio jugador azulgrana reconoció tras el partido no haber ensayado el dibujo, respondió a la confianza del técnico salmantino con el gol que igualó el zarpazo de Di Natale y que supuso el 1-1 final.

Las críticas empezaron a arreciar contra el seleccionador, que se escudó en el buen partido de Cesc, "el jugador idóneo" para jugar contra Italia. Después llegó Irlanda, partido en el que el Del Bosque sí alineó a un delantero centro, Fernando Torres. El del Chelsea demostró que de estar prácticamente desterrado al once titular de España solo hay un paso. Y, como Cesc, contestó con un doblete en el recital español sobre la débil Irlanda. Nuevo espaldarazo para el seleccionador.

La goleada apaciguó los ánimos, que volvieron a crisparse con la victoria 'in extremis' sobre Croacia, que puso a España contra las cuerdas y a punto de la eliminación a las primeras de cambio. Ante los balcánicos, Del Bosque volvió a tirar de Torres, aunque esta vez el camino de la victoria lo encontró, de nuevo, con sus acertados cambios, a pesar de dejar a la Roja sin rematador. Entraron Cesc y Navas y entre ambos, con la ayuda de Iniesta, resolvieron la papeleta.

El síndrome de los nuevos ricos

Con España clasificada para cuartos de final y con los mejores números del torneo, Del Bosque explotó y resumió el extremismo español en la primera rueda de prensa en la que el seleccionador ha dicho una palabra más alta que otra: "Hemos pasado de pobres a ricos rápido y ya nada nos vale. No sabemos valorar lo que tenemos", afirmó tajante Del Bosque.

Efectivamente, el seleccionador que había llevado a España a la siguiente fase y que, a pesar de ciertas críticas, había acertado con sus decisiones, no entendía tanto ruido en torno a un grupo seguro de sí mismo, que se reafirmó al derrotar con suficiencia en el dominio de la pelota a la poderosa Francia. De nuevo apareció Cesc como 'falso nueve' y la Roja se abrió camino a semifinales.

En el penúltimo paso hacia el título, Del Bosque volvió a destrozar todos los pronósticos con la inclusión de Negredo en el once inicial contra Portugal. El seleccionador previó con acierto la presión portuguesa y encontró en el delantero sevillista la respuesta para un rival rocoso. El partido siguió el guión previsto por Del Bosque pero Negredo apenas tuvo opciones.

Si las tuvieron Cesc, Pedro y Navas, que lavaron la cara de España con su entrada en la recta final del partido. El primero, además, fue el encargado de marcar el penalti que metió a España en la gran final. Y de nuevo, Del Bosque dio en el clavo con sus cambios.

Llegó la final, y Del Bosque volvió a confiar en Cesc. Y si todavía quedaba tiempo para el debate, la Roja se encargó de borrarlo de un plumazo con una goleada histórica que ha dado a España la tercera Eurocopa de su historia y encumbra a Del Bosque como uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos.