Federer se venga frente a Djokovic para jugar su octava final de Wimbledon
- Victoria del suizo por 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3 frente al actual nº1
- El hexacampeón afronta su octava final en el Grand Slam de Londres
- Su rival será el británico Andy Murray, verdugo del francés Tsonga
- Datos y estadísticas del partido Novak Djokovic - Roger Federer
Roger Federer reclama su trono de Wimbledon y lo hace ninguneando al campeón, Novak Djokovic. El suizo vence en una frenética semifinal al actual número uno por 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3, accediendo a su octava final en el All England Lawn Tennis Club de Londres.
Venganza consumada, después de la pobre impresión del helvético en la semifinal de Roland Garros. Nunca en sus 26 duelos anteriores se habían cruzado en semifinales de Wimbledon, una ronda que siempre ha significado final para Roger. No se rompió la estadística. De paso, puso una victoria de distancia entre ambos: 15-12.
Federer está dispuesto a demostrar que no está enterrado -ni mucho menos- a sus 30 años. Con el techo de la pista central desplegado para evitar interrupciones por la lluvia, algo que a priori iba a beneficiar a Djokovic, decían, el de Basilea hizo las delicias de un público entregado.
Los aficionados ingleses ya tienen a sus dos ídolos en Wimbledon: uno que se lo ha ganado a raquetazos, Federer, y otro de nacimiento, el británico Andy Murray, que ganó Jo-Wilfred Tsonga en la otra semifinal.
El actual número tres del mundo, que puede recuperar el número uno si gana la final, tenía en la cabeza los ingredientes para anular a Djokovic: ritmo rápido, puntos cortos y firmeza en el saque.
Manteniendo esa solvencia puede alzar su 17º Grand Slam, un placer que no saborea desde enero de 2010, en Melbourne. De paso, puede igualar el récord de Pete Sampras en Londres, con siete entorchados, un mes después de que Rafa Nadal hiciera lo propio con su séptimo Roland Garros.
Dos sets fulgurantes
Así se jugó el primer set, sin apenas peloteos, y en escasos 25 minutos. Federer impuso desde el primer juego su ritmo y contagió a 'Nole', que aceptó el duelo a cañonazos. Hasta que sus errores le condenaron en el sexto juego y mandó un revés fácil a la red para regalar la rotura al tenista de Basilea.
El suizo se limitó a defender sus dos siguientes saques y primer parcial al bolsillo casi sin pestañear. Pero tiene un defecto Roger, que se relaja cuando cree tener el partido de cara y concede a su rival la ocasión de meterse de nuevo.
Fue lo que le ocurrió en el siguiente set, casi un calco del anterior pero con protagonistas cambiados. Además, Djokovic conseguía restar mejor y que se jugaran los puntos, dando ocasión a que apareciera su calidad. Se antojaba demasiado raro ver al mejor restador del mundo estrellándose contra la red o respondiendo fuera los servicios de su oponente.
En menos de una hora, dos sets con igualdad en el marcador. Le tocaba a alguno desnivelar la balanza y eso lo hizo el que más sabe, el más veterano, "the swiss maestro", como le llama la prensa británica.
Federer, más agresivo
Federer salió en el tercer set a jugar más agresivo al resto para descolocar a Djokovic. Lo intentó en el segundo y en el sexto juego, a la vez que se veía cómodo con su propio servicio. Registró un porcentaje alto de primeros saques (71%) y tan solo cometió cuatro errores no forzados, estadística que había sido un lastre en partidos anteriores. En cambio, Djokovic regalaba hasta dobles faltas.
Pero 'Nole' aguantaba y lograba salvarse en esas dos ocasiones, algo que no había ocurrido en los dos sets anteriores. Eso hizo que subiera el nivel tenístico para deleite del público. Pero el remate final llegó en el décimo juego, cuando el pupilo de Marian Vajda se comió literalmente un remate fácil desde media pista y lo estrelló en la red. Dos puntos de set al resto para Federer, que a la segunda se llevó el gato al agua.
Así, la cuarta manga se puso de cara para el suizo, que volvió a imponer el ritmo del inicio frente a un Djokovic ya muy tocado física y mentalmente. El serbio apenas opuso resistencia y solo se le vio algo de la casta de campeón con 1-4 abajo y tres puntos de 'break' en contra, que supo levantar para ganar el juego y alargar un poco más su agonía.
Federer esperó a su propio servicio para ganar el partido. Aunque antes el 'ojo de Halcón' se sumó a la fiesta, primero otorgando a Djokovic una repetición del punto tras reclamar un resto que cantaron fuera y después, en ese mismo, para dar su 12º 'ace' del día a Federer y ponerle con 40-30. Al siguiente saque, el belgradense arrojó la toalla y le abrió la puerta de la que iba a ser su segunda final a uno que ya la ha jugado siete veces.