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Tour de Francia 2012 | Etapa 16

Voeckler se luce de nuevo y Wiggins acorta distancias con París

  • El francés del Europcar gana su segunda etapa en Bagneres de Luchon
  • Nibali lo ha intentado pero Wiggins y Froome son los más fuertes de este Tour
  • Evans dice prácticamente adiós al podio y Zubeldia escala al quinto puesto
  • Blog 'El Tour de Pablo Lastras'Voeckler, un tipo peculiar, por Pablo Lastras

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Voeckler vuelve a volar

Otro año y van tres que el protagonista francés del Tour de Francia se llama Thomas Voeckler. 'Titi' ha vuelto a demostrar entre aspavientos y muecas que es uno de los corredores con más fuerza y de más inteligencia del pelotón y se ha apuntado su segunda victoria de etapa en esta 99ª edición tras la conseguida en Bellegarde sul Valserine. Es además la segunda victoria de etapa de Voeckler en Bagneres de Luchon ya que también levantó los brazos en esa meta en 2010. [Blog 'El Tour de Pablo Lastras'Voeckler, un tipo peculiar, por Pablo Lastras]

En la general, Wiggins deja casi sentenciada la victoria final. No solo por que ninguno de sus rivales le ha puesto en apuros sino porque el inglés ha demostrado que es el más fuerte cuando el italiano Vincenzo Nibali se ha lanzado con un ataque en busca del todo por el todo. Nibali lo intentó por dos veces en la última ascensión, a la primera respondió Froome con su líder a rueda y en la segunda fue el propio maillot amarillo el que neutralizó al siciliano.[Clasificaciones del Tour de Francia 2012]

El más perjudicado vuelve a ser Cadel Evans que demostró que no es el de 2011 en las rampas del Col d'Aspin y en el Peyresourd se descolgó a las primeras de cambio. El australiano se ha dejado en meta 4'47'' con el maillot amarillo y cae a la séptima plaza de la general (a 8'06''). El español Haimar Zubeldia gana un puesto gracias a esto aunque no ha podido aguantar el ritmo de Wiggins, Froome y Nibali. El corredor vasco del RadioShack es ahora 5º a 7'13''.

Se esperaba mucho más de la gran etapa reina de Los Pirineos. Colosos como Aubisque y el Tourmalet eran la antesala del Col d'Aspin y Peyresourd pero la fatiga en la tercera semana se ha notado demasiado. Liquigas y Lotto jugaron sus cartas, Nibali lanzó su envite pero el líder se muestra intratable, tanto que intimida a sus rivales a la hora de jugársela.

La jornada arrancó con una escapada compuesta por 38 corredores. Este minipelotón subió el Aubisque de manera conjunta pero en el Tourmalet comenzaron las hostilidades. Dos franceses, Voeckler y Feillu, fueron los más fuertes en la ascensión y se colocaron como tetè de la course. Entre los favoritos no hubo movimientos en esas dos subidas, algo que ya vaticinaba que no sería una jornada inolvidable. El Sky se dedicó a marcar el ritmo como ha hecho hasta ahora en lo que va de Tour. El RadioShack Horner dio el susto con su caída durante la primera ascensión.

El corredor del RadioShack Chris Horner se ha salido de la carretera y ha caído por un barranco en la 16ª etapa del Tour de Francia. El ciclista, que justo antes había sufrido un pinchazo, ha podido continuar en carrera tras cambiar de bicicleta.

En la siguiente ascensión, el Col d'Aspin de primera categoría, no cambió mucho el panorama en la cabeza con el dúo francés manteniendo distancias respecto al pelotón. En el gran grupo, el Liquigas de Nibali movió ficha y se puso al frente a marcar el ritmo. Ese cambio de ritmo se le atragantó al australiano Cadel Evans (BMC) que vio como poco a poco se alejaba del maillot amarillo de Wiggins.

Evans consiguió enlazar posteriormente en el descenso pero el calentón iba a cobrarse el peaje en el último puerto del día, el Col de Peyresourde.

Aunque después de su cima aún restaran cerca de 16 kilómetros a meta, Voeckler no dudó en decir au revoir a su compañero de fuga Feillu y encaminarse a su segunda victoria de etapa. El corredor del Europcar coronó en solitario con 1'30'' sobre el más inmediato perseguidor, Chris Sorensen. 

En el grupo de favoritos llegaba la hora de la verdad en el Peyresourd. Ivan Basso (Liquigas) y Vanendert (Lotto) se pusieron al frente y volvieron a descolgar a Evans al hacer la criba. El ataque que dejó en tres corredores al grupo del maillot amarillo lo protagonizó Nibali. 

El italiano cambió de ritmo con fuerza e hizo que Porte se apartase y abandonara al dúo Froome-Wiggins. Los dos británicos no se alteraron y con paciencia y tranquilidad lograron convencer al italiano de que lo mejor era rendirse. Nibali lo hizo pero se guardó alguna fuerza para intentarlo de nuevo en el último kilómetro de ascensión. La esperanza del italiano era dejar solo al líder para poder abrir más hueco en el descenso pero esta vez fue el propio Wiggins el que respondió al ataque. Era una demostración de fuerza que hacía entender a todo el mundo que, salvo debacle, los británicos vivirán una noche larga en París tras la ceremonia de los Campos Elíseos del día 22. Al francés además le ha caído el premio del liderato de la Montaña.

Voeckler consiguió incluso ampliar su ventaja en el descenso final y llegar más que sobrado a meta. Tuvo tiempo de celebrarlo con su director y de saludar a todas las cámaras antes de levantar por segunda vez los brazos en este Tour y en esta meta. "Entreno en estos puertos desde que tengo 19 años. Conozco cada kilómetro al dedillo. He pasado los cuatro puertos en cabeza, ganar una etapa como esta es algo que yo venía en la tele cuando era niño, ahora me cuesta creer que sea yo quien lo ha conseguido", dijo el ciclista del Europcar.

Segundo fue Sorensen a 1'40'' y tercero el español Gorka Izaguirre a 3'22''. El trío compuesto por Froome, Wiggins y Nibali llegó a 7'09''. Haimar  Zubeldia llegó con un segundo grupo de favoritos, junto a  Alejandro Valverde (Movistar), a 8'07'' y mejora un puesto en la general. Ahora  es quinto.

El jueves se afronta la última cita pirenaica a tres días de la llegada a  París. El Tour de Francia dirá adiós a la montaña con un final en alto, en el duro puerto de Peyragudes. La general quedará tras esta etapa a expensas de los cambios que pueda  sufrir en la contrarreloj del próximo sábado. La jornada, de  143,5 kilómetros entre Bagnères-de-Luchon y Peyragudes, apenas concede descanso.

Se subirá el Col de Menté (9,3 kilómetros al  9,1 %) a los 27,5 kilómetros, el de Ares (6 kilómetros al 5,3 %) en el  55,5, la Côte de Burs (1,2 kilómetros al 7,6 %) en el 76 y, sobre  todo, el Port de Balès. Este puerto, catalogado como especial, cuya cima se sitúa a 42  kilómetros de la meta, tiene 11,7 kilómetros y una pendiente media del  7,7 %, pero con muchos tramos superiores al 10 %. Su ascenso marcará el principio de las hostilidades, ya que tras su  subida habrá 17 kilómetros de bajada para acabar al pie del definitivo  Peyragudes.