Un triple en el último segundo da el triunfo a Rusia ante una correosa Brasil
- Los rusos vencen (75-76) en el duelo entre los principales rivales de España
- Kirilenko fue el máximo anotador (19) y Fridzon marcó la canasta decisiva
Ficha técnica
74 - Brasil (20+12+21+21): García (5), Huertas (8), Barbosa (16), Varejao (4), Splitter (8) -equipo inicial-, Machado (1), Taylor (12), Giovannoni (4), Hilario (8) y Vieira (8)
75 - Rusia (15+25+19+20): Ponkrashov (2), Shved (17), Khryapa (7), Kirilenko (19), Kaun (3) -equipo inicial-, Mozgov (18), Fridzon (6), Voronov (-), Monya (3) y Khvostov (-).
Árbitros: José Carrión (PUR), Luigi Lamonica (ITA) y Rabah Noujaim (LIB). Sin expulsados.
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada del grupo B del torneo olímpico de baloncesto, disputado en el Basketball Arena de Londres ante 8.795 espectadores.
Un triple en el último suspiro de Vitaly Fridzon ha dado la victoria a Rusia ante una correosa Brasil (75-76) en el duelo que enfrentaba a los dos principales rivales de España en la primera fase del torneo olímpico de baloncesto, que se ha resuelto con una tensión propia de una semifinal, y no de un partido de liguilla. Así, los brasileños encajan su primera derrota y los rusos siguen al frente del grupo, junto a España.
La fase de grupos de los torneos de baloncesto suele ser un terreno abonado al aburrimiento: si en una liguilla se clasifican cuatro de seis y en cada grupo hay al menos un par de equipos de relleno, las sorpresas son improbables. Pero rusos y brasileños se han aplicado, conscientes de la importancia de la victoria para asegurarse un buen cruce y han ofrecido un emocionante espectáculo, con alternativas hasta el último segundo.
El primer golpe fue de los brasileños, con Marcelinho Huertas a los mandos y Thiago Splitter mandando bajo los aros: la superioridad brasileña en el rebote ofensivo le ha permitido cerrar el primer cuarto con un contundente 20-15.
Dominio ruso
Rusia, con la columna vertebral del CSKA de Moscú, ha reaccionado con suficiencia en el segundo cuarto, aupado en la eficacia de Andrei Kirilenko, que acabaría el partido como máximo anotador, con 19 puntos.
Al auxilio de Kirilenko ha acudido el nuevo fichaje de los Minessotta Timberwolves (futuro compañero del español Ricky Rubio), Alexey Shved, un elegante escolta que en la selección hace las veces de base y que ha desarbolado a Huertas en el segundo periodo: al descanso, Rusia ganaba 32-40 tras un parcial de 0-7.
Tras la reanudación, Brasil no sabía como hincarle el diente a las torres rusas. Ni Splitter, ni Nene Hilario ni Anderson Varejao podían con Timofey Mozgov, que ha tomado el relevo de Kirilenko y Shved y ha sostenido a los rusos con su poderío en la pintura.
Antes de que el partido languideciera definitivamente bajo el dominio ruso, Ruben Magnano, el técnico argentino de la selección brasileña, ha optado por meter revoluciones y ha sacado de la pista a Huertas para meter a Larry Taylor, un estadounidense nacionalizado brasileño que disputa su primer torneo con sus nuevos compatriotas.
Un final de infarto
Con Taylor, Brasil gana intensidad defensiva y pierde fluidez en el ataque, que se vuelve desordenado. En cualquier caso, la anarquía de Taylor ha sacado de rueda a Shved con una asfixiante defensa y ha descolocado a la defensa rusa, que no podía parar sus constantes penetraciones.
A la fiesta de Taylor se ha sumado Leandrinho Barbosa, con un triple y una penetración justo al final del tercer cuarto que ha acercado a los brasileños a seis puntos (53-59) justo cuando los rusos lo creían hecho. La remontada ha seguido en el último tramo y, a falta de cinco minutos, Brasil empataba a 63 puntos.
Dos nuevas penetraciones de Taylor y Barbosa ha colocado a Brasil cinco arriba (70-65), pero confiar en el desorden tiene un reverso tenebroso: el base nacionalizado ha fallado cuatro tiros libres y Rusia ha vuelto a igualar de la mano de Shved, que ha puesto las tablas (72-72) a falta de 26 segundos con un fenomenal triple.
Magnano ha decidido jugarse la última mano con Huertas, que le ha devuelto la confianza con una penetración muy forzada pero que daba ventaja a Brasil. Rusia tenía seis segundos y dos décimas, pero Fridzone solo ha necesitado dos segundos para clavar un triple de malabarista que acerca a Rusia a los cuartos y obliga a Brasil a sudar un poco más.