La selección española de baloncesto examina sus dudas en el duelo de cuartos contra Francia
- España llega al cruce a trompicones y entre sospechas (17.15 horas, La1 y RTVE.es)
- Francia, habitual víctima de España últimamente, opondrá su poderío físico
Mientras sigue resonando la polémica sobre si España se dejó ganar o no ante Brasil para evitar a Estados Unidos en semifinales, la selección española de baloncesto afronta este miércoles (17.15 hora peninsular española, La1 y RTVE.es) los cuartos de final, el partido crucial del torneo, con dudas evidentes sobre su juego que deberá solventar ante un rival conocido pero muy exigente, la Francia de Tony Parker.
No es la primera vez que el equipo de Sergio Scariolo sufre derrotas en las fases iniciales de un torneo, pero si es la primera en la que el juego de los Gasol, Navarro, Calderón y compañía despierta tantas sospechas, después de años de una solidez en los partidos decisivos que invitaba a pensar en esas derrotas como simples tropiezos de un equipo que se regulaba.
Así lo entendían sus rivales hasta no hace mucho, como el Eurobasket 2009, cuando España quedó cuarta de su grupo en la segunda fase tras las derrotas contra Serbia y Turquía. El primer puesto del otro grupo era un honor envenenado que Grecia y Francia se jugaron, con escaso entusiasmo, en su último partido.
Pocas veces un jugador habrá sido tan vilipendiado como el francés Nando de Colo, que convirtió sobre la bocina la canasta de la victoria, que abocaba a los franceses a un cruce con España… que acabaron perdiendo (66-86), con una exhibición de Pau Gasol -anotó 28 puntos-.
Las dudas de España
No parece que este año la situación sea similar: España presenta deficiencias evidentes que el han llevado a cerrar la primera fase con un balance de tres victorias, ante los rivales más flojos del grupo, y dos derrotas, ante los más complicados, Rusia primero y Brasil después. "No es algo puntual y eso me preocupa", ha reconocido Pau Gasol, la referencia del equipo.
En ambos casos empezó abriendo brecha en el marcador y estuvo por delante gran parte del partido, para después diluirse en los últimos minutos. Especialmente sangrante fue el último cuarto ante Brasil, que se saldó con un parcial de 16-31 dando pie a las especulaciones sobre si España había trampeado para allanarse los cruces.
Sin embargo, la victoria agónica contra Reino Unido revela también las dificultades de la selección para mantener la concentración durante todo el partido y para cerrar encuentros que ha encarrilado, lo que apunta a un bajón físico, además de cierto bloqueo mental: la victoria también es un hábito y España empieza a perderlo.
A eso se une que varios jugadores están por debajo de su mejor versión, ya sea por problemas físicos (Juan Carlos Navarro, Marc Gasol) o por pura mala racha (Rudy Fernández, Sergio Llul). Los problemas son evidentes en el tiro exterior, lo que acentúa el desequilibrio de un equipo construido sobre el dominio en la zona de sus pívots NBA: los dos Gasol y Serge Ibaka.
La amenaza francesa
Contra todo ello deberá sobreponerse en el partido de cuartos, contra un rival que no es un cualquiera: el equipo francés lleva varios años al alza y fue finalista del último Eurobasket, disputado el año pasado en Lituania y que perdió precisamente contra España (98-85).
La figura indiscutible es el base Tony Parker, triple campeón de la NBA con los San Antonio Spurs y líder espiritual de un equipo muy físico: en la pintura cuenta, pese a la baja de Joakim Noah, con Nicolas Batum, el pívot de los Portland Trail Blazers, uno de los cincos más poderosos del campeonato.
En el juego exterior destaca Kevin Seraphin, decepcionante en el Caja Laboral pero muy efectivo tras su vuelta a los Washington Wizards, donde promedia más de 20 puntos por partido y un 50% de acierto en triples. Y el acompañamiento: Ronny Turiaf, Mickael Gelabale, Nando de Colo… un equipo muy completo, con aspiraciones de medalla, que solo ha perdido un partido en los Juegos Olímpicos, contra Estados Unidos.
Cierto es que los franceses no parecen muy contentos con el cruce e incluso se ha rumoreado una reclamación por la derrota de España ante Brasil. Saben que, si España está a su mejor nivel, lo más probable es una nueva derrota, como las dos que cosecharon hace menos de un mes, en la preparación del torneo olímpico. La duda es si la selección de Scariolo recuperará ese nivel o cerrará con una tremenda decepción la carrera de la generación dorada del baloncesto español.