Andrea Fuentes entra en el grupo de las cuatro medallas

• La nadadora une la plata y el bronce de Londres a las dos platas de Pekín
• Andrea iguala a Llaneras y Arantxa Sánchez Vicario en el medallero español
• "He demostrado, a mí y a los que me rodean, que el trabajo vale la pena"

Andrea Fuentes, quinta por la izquierda, es el eje del equipo español de natación sincronizada.

MÁXIMOS MEDALLISTAS ESPAÑOLES EN LOS JUEGOS MÁXIMOS MEDALLISTAS ESPAÑOLES EN LOS JUEGOS

DAVID CAL 5 (Piragüismo)

JOAN LLANERAS 4 (Ciclismo pista)

ARANTXA SÁNCHEZ-VICARIO 4 (Tenis)

ANDREA FUENTES 4 (Natación sincronizada)

HERMINIO MENÉNDEZ 3 (Piragüismo)

GERVASIO DEFERR 3 (Gimnasia artística)

CONCHITA MARTÍNEZ 3 (Tenis)

Cuenta Andrea Fuentes en su autobiografía que el cordón umbilical le daba tres vueltas al cuello cuando nació en Valls (Tarragona) y que entonces, hace 29 años,  fue cuando empezó a practicar su primera apnea.

Un club muy reducido

Desde entonces han pasado muchas cosas en la vida deportiva de Andrea Fuentes. La más grande la consiguió este viernes en el Centro de Acuático donde se disputan los Juegos de Londres, en el que alcanzó su cuarta medalla olímpica en natación sincronizada : tres de plata y una de bronce.

Con esta gesta, Andrea Fuentes, se sitúa junto al ciclista Joan Llaneras (dos oros y dos platas) y la tenista Arantxa Sánchez Vicario (dos platas y dos bronces, en un trío selecto que se queda a una medalla del piragüista David Cal, que en Londres consiguió su quinta presea.

Una hazaña que la sitúa en el reducido grupo de 'dioses' olímpicos españoles y que ella recibió con la natural alegría: "Estoy muy orgullosa por alcanzar estas cuatro medallas olímpicas. Satisfecha, aunque sea la típica palabra de cualquier deportista", dijo la nadadora a RTVE.es

“Esperando que alguien me supere pronto dentro del equipo“

"Contenta, no solo por mí, también por la sincronizada que ha logrado este hecho histórico. Orgullosa de que mi deporte este ahí arriba y agradecidísima a la gente que ha ayudado a llevar este camino y... esperando que alguien me supere pronto dentro del equipo", bromeó.

Un largo y fructífero camino

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Andrea amplió sus sentimientos: "Me he demostrado a mí misma y he demostrado a los que me rodean que el trabajo vale la pena. Que cuando uno quiere y se apasiona por algo llega hasta el fondo, no hay que ir a medias, hay que pisar hasta que no puedas más, cada día, cada día".

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La tarraconense entró en el equipo nacional absoluto en 1999, pero no logró la clasificación para los Juegos de Sidney. Una decepción que no arredró a la deportista, que cuatro después ya rozó el podio, con una cuarta plaza por equipos en Atenas.

“Es la culminación de todo lo que podía desear“

El triunfo se hizo esperar, pero el fruto estaba maduro y la recompensa llegó con las dos platas de los Juegos de Pekín: "Ha sido un camino largo desde que empecé hasta Pekín, que por fin la logramos y ahora esta medalla que hemos conseguido, con un equipo el triple de joven, es la culminación de todo lo que podría desear".

“Mi camino ha estado llenísimo de experiencias“

"Si solo tienes logros, pero el camino ha sido en vano o vacío de contenido, no tiene sentido. Ese es el camino verdadero, porque si no uno no disfruta. A mí lo que me gusta es que mi camino ha estado lleno, llenísimo de historias, experiencias y de todo", y los ojos se le llenan de imágenes mentales.

Un camino que Andrea empezó en compañía de su hermana Tina en 1992 y que la ha llevado a la cima de su deporte. Dos medallas de plata en Pekín, otra más de plata y una de bronce en Londres y una imposible elección.

"Es que todas son diferentes. Es como si me preguntas a quién quieres más: a mamá o a papá, pues no. Todas me han traido recuerdos, han sacado algo de mí y me he entregado a ellas por igual", confesó una Andrea Fuentes radiante de felicidad.