Mo Farah domina el 5.000 y firma un doblete memorable
- El atleta británico logra el oro con autoridad con un tiempo de 13:41.66
- Con sus oros en 5.000 y 10.000, Mo Farah se proclama rey del fondo en Londres
- La rusa Savinova se impone en 800m. y el trinitense Walcott en jabalina
El atleta británico Mo Farah ha puesto el Estadio Olímpico de Londres patas arriba al imponerse en los 5.000 metros con una autoridad imponente. Farah, con un tiempo de 13:41.66, se puso al frente de la carrera a falta de vuelta y media y aguantó en primera posición hasta que pasó por meta por delante del etíope Gebremeskel (13:41.98) y el keniano Longosiwa (13:42.36).
Farah es el primer atleta británico que se impone en la carrera de los 5.000 y ha vuelto locos a los aficionados locales, ya que ya logró el oro en los 10.000 metros, entrando en un selecto grupo de seis atletas en el que figuran nombres como Kenenisa Bekele (2008), Emil Zatopek (1952), Lasse Viren (1972 y 1976) o Mirus Yifter (1980), auténticas leyendas del fondo.
Gebremeskel, líder mundial del año con 12:46.81, buscaba el desquite de su derrota frente a Farah en la final mundialista de Daegu, en la que obtuvo la medalla de bronce, por detrás, también, del estadounidense Bernard Lagat, presente aquí con 37 años.
Farah aguanta todos los ataques
Farah, nacido en Somalia hace 29 años, acertó con su plan de carrera, que inició en la última posición del grupo y solo avanzó cuando se le aclaró el futuro inmediato, beneficiado por el ritmo lento de la carrera, en la que los atletas africanos se tantearon en exceso.
Después de media vuelta a paso cansino, el azerbaiyano Hayle Ibrahimov se decidió a tirar, pero aún así se cubrió el primer mil en 2:55.40. El estadounidense Lopez Lomong se puso en cabeza a partir de ahí, pero la carrera seguía lenta (5:56.70, segundo mil).
El grupo marchaba compacto, ocupando las dos calles interiores, hasta que a mitad de carrera el etíope Yenew Alamirew, un hombre de 12:48.77 este año, resolvió correr más. A un ritmo de 1:01 por vuelta, el grupo se estiró, con los kenianos y Mo Farah en segunda línea, a la expectativa.
Farah tomó posiciones a dos vueltas del final y se puso resueltamente al frente a 700 metros. Once atletas llegaron en tropel al toque de campana, pero Farah mantuvo la delantera y aguantó el postrer ataque de Gebremeskel para vencer con 13.41.66.
La rusa Mariya Savinova se cuelga el oro en los 800 metros
La atleta rusa Mariya Savinova ha conquistado la medalla de oro en los 800 metros en los Juegos Olímpicos de Londres, gracias a un gran final de carrera que le sirvió para superar a la sudafricana Caster Semenya, plata, y a su compatriota Ekaterina Poistogova, bronce finalmente.
Savinova, actual campeona mundial que firmó un tiempo de 1:56.19, su mejor marca de la temporada, se alzó con el oro tras unos últimos 100 metros en donde contrarrestó el primer ataque de la campeona en Pekín 2008, la keniata Pamela Jelimo, quien finalmente terminó cuarta al pagar el esfuerzo en la recta final.
Con un tiempo de 1:57.23, también su mejor marca de la temporada, la polémica Semenya se colgó la plata gracias a un último gran 'sprint', mientras que la rusa Poistogova logró el bronce con un tiempo de 1:57.53, su mejor marca personal.
El trinitense Walcott salta la banca en jabalina
El trinitense Keshorn Walcott ha acabado con el reinado el noruego Andreas Thorkildsen y se proclamó inesperadamente nuevo campeón olímpico de lanzamiento de jabalina, con una marca de 84,58 metros. El campeón mundial júnior hace unas semanas en Barcelona se coló en la fiesta de los favoritos e impidió que Thorkildsen ingresara en el selecto grupo de los que han ganado tres veces este concurso, en el que está el gran checo Jan Zelezny
Pero el noruego esta temporada dista mucho de ser el de otros grandes momentos y se tuvo que conformar con la sexta plaza (82,63), mientras que el caribeño mandó desde el principio de 83,51 que luego superó al segundo con 84,58, nuevo récord de Trinidad y Tobago. El ucraniano Oleksandr Pyatnytsya aprovechó la oportunidad para lograr su primera gran medalla con un tiro de 84,51 y el finlandés Antti Ruuskanen salvó el honor nórdico con 84,12 para colgarse el bronce.
El checo Vitezslav Vesely, el mejor del mundo este año, acabó cuarto con 83,34, justo por delante de otro de los grandes de la jabalina, el finlandés Tero Pitkamaki (82,80).