España roza el olimpo del baloncesto
- La selección española se cuelga la plata en un partido inolvidable (107-100)
- España puso contra las cuerdas a la hasta ahora intocable EE.UU.
- La generación de oro del baloncesto español suma su segunda plata
Ficha técnica:
107 - Estados Unidos (35+24+24+24): Chandler (2), Durant (30), James (19), Bryant (17) y Paul (11) -equipo inicial-, Westbrook (3), Williams (6), Iguodala (0), Love (9), Harden (2), Davis (0) y Anthony (8).
100 - España (27+31+24+18): Pau Gasol (24), Rudy Fernández (14), Navarro (21), Calderón (0) y Marc Gasol (17) -equipo inicial-, Sergio Rodríguez (7), Reyes (0), San Emeterio (0), Llull (5), Claver (0), Sada (0) e Ibaka (12).
Árbitros: Cristiano Maranho (BRA), Christos Christodoulou (GRE) y Michael Aylen (). Rudy Fernándz fue eliminado por cinco personales en el minuto 40.
Incidencias: Partido correspondiente a la final del torneo olímpico de baloncesto disputado en el North Greenwich Arena ante 13.514 espectadores. La reina y los príncipes de España, junto al secretario de Estado para el deporte Miguel Cardenal y el presidente del COE Alejandro Blanco, presenciaron el partido. También asistieron el presidente del COI Jacques Rogge, el comisionado de la NBA David Stern y el futbolista inglés David Beckam entre otras personalidades.
España ha tocado con la punta de sus dedos el deseado oro olímpico en baloncesto en un partido de ensueño en el que mantuvo sus opciones durante 38 minutos y exigió el máximo a la mejor selección del planeta, el mejor combinado estadounidense desde el genuino 'Dream Team' de Barcelona, que volvió a colgarse la medalla de oro con un definitivo 107-100.
La generación de oro del baloncesto español ha sumado la segunda medalla de plata de su trayectoria, la tercera de la historia de España, un hito increíble que supera lo que parecía inmejorable, la recordada final de Pekín, con uno de los partidos más impresionantes vistos sobre una cancha de baloncesto. Si en aquel choque España estuvo cerca del oro, en Londres 2012 ha estado todavía más cerca de tumbar al gigante estadounidense.
El impresionante plantel dal campeón olímpico tuvo que luchar a brazo partido para detener el ímpetu de la selección española, que se olvidó de todos sus sinsabores y practicó el mejor baloncesto visto hasta ahora en la capital inglesa. Gasol (24 puntos) y Navarro (21 puntos) tiraron del carro en su última posibilidad de alcanzar el oro olímpico con una actuación memorable.
Sin embargo, la casta de este magnífico equipo no fue suficiente para derrotar a la gran Estados Unidos, que celebró a lo grande su triunfo más sufrido en el que Kevin Durant se ha consagrado como el nuevo gran líder del baloncesto americano. El espigado jugador de los City Thunders fue una pesadilla continua desde la línea de triple y sus 30 puntos encabezaron la lista de anotadores de la final, por delante de los 24 de Pau Gasol.
La 'bomba' explota en la final
Con una fascitis plantar a rastras desde hace meses, Juan Carlos Navarro no había brillado hasta ahora en Londres 2012, pero qué mejor día para explotar que en la gran final contra Estados Unidos. La anotación española se cimentó en el escolta del Barça Regal, que acabó el primer cuarto con 14 puntos (tres triples), la mejor imagen de la mejoría del porcentaje de tiro de la selección, que respondió a buen ritmo los tirones estadounidenses.
Era imprescindible que la pelota entrara con fluidez para tener opciones en la final. Y así se presentó España, imponente en ataque y con zona atrás, la mejor fórmula, sobre la pizarra, para detener a Estados Unidos. Sin embargo, el tiro exterior estadounidense, con siete triples en los primeros diez minutos, disparó la ventaja americana con dos parciales de 7-0 que propiciaron la máxima diferencia en el partido hasta el último cuarto, diez puntos.
Pero España mantuvo el tipo con un baloncesto de libro. Transiciones rápidas, más movimiento que bote de balón y anotación fluida. Con Sergio Rodríguez en cancha, la selección subió una marcha y acabó el primer cuarto ocho abajo (35-27) pero con un 'alley-oop' espectacular entre el 'chacho' y Rudy Fernández, que sirvió de preludio para el mejor parcial español.
Siete puntos más ampliaron a 9-0 el parcial al inicio del segundo cuarto, con un Rudy Fernández espectacular y con España en defensa individual. España se puso a uno (35-34) y empezó a erizar los nervios estadounidenses. España aguantó el cruce de golpes y llegó a ponerse por delante con un triple de Sergio Rodríguez (37-39). El tuteo era palpalbe y el partido, para no pestañear.
Sin embargo, España se cargó de faltas en la pintura y perdió a Marc Gasol, con cuatro, a seis minutos del final del segundo cuarto. Demasiado pronto para el pívot de los Grizzlies, que no volvería hasta el final del encuentro. España acusó el golpe pero volvió a levantarse para dejar el partido solo uno abajo (59-58) antes del descanso.
Imparable Gasol
El tercer cuarto tuvo un nombre: Pau Gasol. El líder de la selección española se echó el equipo a la espalda y arrancó el tercer cuarto con 13 puntos consecutivos. Imparable en la zona, donde superó una y otra vez a su par, llámese Kevin Love o Carmelo Anthony, fue el auténtico baluarte de España, que volvió a ponerse por delante con un mate estratosférico de Pau (64-65).
Pero de nuevo Estados Unidos respondió con la inagotable calidad de sus hombres. Mate de Kobe Bryant, 'alley-hop' de Durant y James y un triple de Kobe devolvieron la ventaja a los americanos, que, sin embargo, no consiguieron despegarse y dejaron el partido abierto para el último cuarto (83-82).
España, con diez minutos por delante y ya con una defensa mixta, mantenía el sueño del oro intacto, pero cuando los focos apuntaban a Durant, James y Kobe, allí apareció Chris Paul para anotar un triple y una bandeja que despegó a los suyos seis arriba (90-84), una ventaja que resultaría definitiva para España, que ya no pudo volver a golpear a su rival. El partido se iba, el sueño se rompía y Estados Unidos volvía a conseguir el oro olímpico, dejando a la selección española una nueva plata para la historia, más cerca que nunca del cetro del baloncesto mundial.